Consejos para hacer un supermercado más eficiente

¿Fuiste al supermercado y terminaste comprando cuatro paquetes de galletas aunque te prometiste que no comprarías ninguno?  ¿Se te dañan los vegetales en la nevera constantemente porque no los consumes y tienes que botarlos?  Si estas situaciones te suenan familiares, presta atención a los siguientes consejos que te ayudarán a hacer un supermercado más eficiente.

  1. Planifica el menú de la semana. Establece con anticipación las comidas que cocinarás durante la semana para saber qué necesitas.
  2. Revisa tu refrigerador y alacena. Determina qué te hace falta y qué todavía tienes para no duplicar ítems.
  3. Haz una lista. Una vez determines los productos que tienes que comprar, enuméralos y ponlos por escrito. Si vas en búsqueda de artículos específicos, es menos probable que te dejes llevar por la infinidad de productos que presentan los estantes.
  4. Con la lista armada puedes tener una idea de cuánto te debes gastar a la semana/quincena/mes en supermercado.  Si pagas con tarjeta de crédito de Banco General, aprovecha la nueva modalidad que te desglosa mensualmente tus gastos por categoría en Banca en Línea.  De tal manera, puedes darle seguimiento al porcentaje de gastos atribuidos a la compra de alimentos, artículos de limpieza y demás, y realizar los ajustes necesarios.
  5. Traza una ruta. Si ya estás familiarizado con el supermercado al que vas, haz un mapa mental de los pasillos que visitarás y del recorrido aproximado que tomarás, para evitar deambular por los pasillos y estar tentado a comprar artículos de más.
  6. Come antes de ir. Abstente de ir al supermercado con el estómago vacío, así evitarás realizar compras guiadas por el hambre en vez de la razón.
  7. Elige la canasta o carretilla más pequeña que puedas. Entre más espacio tengas disponible, mayores probabilidades tienes de comprar productos que no necesitas.
  8. Compara precios y productos. Identifica los productos que más te beneficien en términos de costo, calidad y cantidad.  No solo te fijes en el precio más bajo, sino también en costo por cantidad unitaria (onzas, litros, etc.).  Puede que un producto sea solo un poquito más costoso pero ofrezca una cantidad mayor.  Recuerda también considerar los productos del control de precios, si aún no lo haces.  Adicionalmente, está atento a las ofertas, pero solo aprovéchalas si realmente te convienen.  No compres en oferta solo por el hecho de que está en oferta si en realidad no necesitas el producto.
  9. Cuidado con los pre-empaquetados. Las carnes, pollos, vegetales y frutas que vienen en paquetes ya armados nos pueden llamar la atención por ser más convenientes.  Sin embargo, considera si realmente necesitas la cantidad que está empaquetada o si sería mejor elegir unidades individuales y armar tu propio paquete, así evitas comprar de más y la comida no se echa a perder.
  10. Guarda el recibo. Cuando llegues a la casa, examina tu recibo y compáralo con la lista que hiciste y con el presupuesto que te habías planteado inicialmente.  Si utilizaste la tarjeta de crédito de Banco General, accede a Banca en Línea y revisa el desglose de gastos por categoría. ¿Te ceñiste al plan original o te saliste del mismo?  ¿Qué ajustes necesitas realizar?

Recuerda, las compras y gastos cotidianos que realizas se consideran decisiones financieras.  Utilizar el dinero de manera eficiente, en especial para compras recurrentes como el supermercado, es una manera importante de invertir tu dinero de forma responsable y efectiva.