Las tarjetas de débito son aquellas que, al utilizarlas, se debita (resta) el dinero de forma directa e inmediata de tu cuenta personal, ya sea de ahorros o corriente, a la cual estén asociadas, sin generar cargos por intereses. Estas tarjetas sólo te permiten usar el dinero que tienes en la cuenta.  Es decir, si tienes una cuenta con $100.00, ese es el monto que tienes a tu disposición para consumir.  También te permiten retirar o depositar dinero en cajeros automáticos.

Las tarjetas de crédito funcionan como una línea de crédito o préstamo; el banco te presta el dinero para que puedas realizar las compras deseadas y luego debes reembolsarle el gasto al banco.  Las mismas cuentan con un límite de crédito; es decir, una cantidad predeterminada de dinero que puedes consumir.  Este límite lo establece el banco en base a tus ingresos e historial de crédito, y puede aumentar a medida que tu solidez financiera personal se establezca.

Al final de tu ciclo, deberás pagar el saldo mínimo adeudado (este es el saldo mínimo que el banco te cobra para que estés al día y no aparezcas como moroso), la totalidad de la tarjeta, u otro monto entre el saldo mínimo y la totalidad.  Es recomendable pagar la totalidad de la tarjeta todos los meses, ya que el banco cobrará intereses sobre el saldo restante que no sea cancelado.

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