‘Chi Nugue Kwin’: un proyecto que ataca la desnutrición de raíz

Jackie Souter |

15 noviembre, 2016

En 2013, Nutre Hogar lanzó un proyecto en la comarca Ngabe Buglé para combatir las causas de la desnutrición con la colaboración del Fondo Multilateral de Inversiones del Banco Interamericano de Desarrollo; el mismo ha sido tan exitoso que ambas entidades entregaron una Guía Metodológica del Proyecto al Estado panameño como aporte a las políticas públicas para el desarrollo sostenible.

“Chi Nugue Kwin más allá de ayudarnos a descubrir que podíamos cuidar nuestros propios huertos y alimentar a nuestras familias con productos saludables, nos transformó la vida para siempre”, así describe Blasina Barrera, una de las beneficiarias del proyecto Chi Nugue Kwin, lo que este ha significado para ella y para 450 familias de la comarca Ngabe Buglé, que han participado en un proceso largo y profundo con el objetivo de evitar la desnutrición. Y es que en la comarca Ngabe Buglé seis de cada diez niños sufren de desnutrición crónica, una cifra alarmante y razón por la cual Nutre Hogar nació como fundación.

Chi Nugue Kwin¿De qué se trata? Se inició el trabajo con la metodología ‘aprendo haciendo’, que se basó en el desarrollo de capacidades y transferencia de tecnología de fácil apropiación para crear huertos autosostenibles con la técnica de producción Biointensivo, donde pudieran cosechar vegetales 100% orgánicos, que complementaran la alimentación nutritiva de niños y adultos. Esto se logró mediante módulos de capacitación a la comunidad en temas de salud, nutrición, producción de alimentos, emprendimiento y comercialización. Desde higiene básica, pasando por romper mitos, cómo cultivar, cómo lavar bien los alimentos y aprender sobre su valor nutricional, hasta cómo vender; todo se les enseñó.

El equipo técnico del proyecto −conformado por educadoras comunitarias, técnicos agropecuarios y especialistas en salud nutricional−  brindó acompañamiento técnico y visitas domiciliarias para guiar a las 450 familias beneficiadas en el mejoramiento de sus hogares y cuidado de sus cultivos,   en 40 comunidades de los distritos Kankintú, Nole Duima y Nurúm.

La creación de huertos familiares sostenibles con productos sin químicos añadidos no solo ha logrado aportar nutrientes a la alimentación de los beneficiarios sino que también ha servido para generarles ingresos a partir de la comercialización de excedentes, al punto de que 200 familias ya abrieron cuentas de ahorros por primera vez. Además, el trabajo inclusivo en los huertos ha logrado cohesión familiar y empoderamiento de la mujer.

Chi Nugue KwinDe forma paralela a estas acciones está la historia de la Panadería Amor, que ya hemos mencionado en la revista En Exclusiva, un emprendimiento grupal por mujeres empoderadas de la comunidad de Kankintú. Para este proyecto, recibieron formación y capacitación in situ, y hoy generan un promedio de US$600.00 mensuales, beneficiando a más de 120 personas del núcleo familiar.

En el mes de agosto, Nutre Hogar y el FOMIN/BID presentaron los resultados de este proyecto de tres años y entregaron la Guía Metodológica del Proyecto al Estado, con el objetivo de contribuir a las políticas públicas de desarrollo sostenible. “Con una metodología de trabajo de capacitación y acompañamiento permanente, más un sistema de incentivos basado en el logro de metas y alianzas estratégicas con el sector público y privado, hemos logrado –junto a nuestro socio Nutre Hogar– crear un proyecto exitoso y replicable”, comenta Gina Montiel, gerente de países de Centroamérica, México y República Dominicana, del BID.

Con estos resultados, Nutre Hogar se encuentra en una nueva era, enfocando aún más esfuerzos en pro del desarrollo integral de comunidades indígenas con miras a erradicar la pobreza y, por consiguiente, la desnutrición en la población infantil de nuestro país. Con este proyecto no solo se está tratando a niños con desnutrición sino que se está evitando que esto suceda.

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