Desde el aire todo es más fácil

Carlos Chamorro |

6 julio, 2015

El último grito de moda es el UAV, “unmanned aerial vehicle”, vehículo aéreo no tripulado o, como todos lo conocemos, dron. Conozca lo que antes imaginábamos imposible.

Recuerdo, cuando era chico, mi fascinación con las películas que mostraban aviones militares sobrevolando zonas de guerra y luego aparecía el piloto, en un cuarto con pantallas, como jugando un videojuego. Siempre pensé que era ciencia ficción. Pero estaba equivocado. Sorprendentemente, los drones –aparatos voladores sin tripulación– llevan más de 85 años en el mercado haciendo alarde de una tecnología que surgió de la necesidad de preservar la vida humana en situaciones de alto riesgo.

Lo asombroso es cómo esa misma tecnología, que apenas empezamos a conocer, se ha transformado y ha permeado a otros sectores en los que se le está sacando provecho de increíbles maneras. Hoy en día, incluso un pequeño puede tener en sus manos un arma tanto o más poderosa que la que años atrás los pilotos usaban para importantes misiones.

Antes de explorar los diversos usos que están teniendo los drones, examinemos qué encierran estos aparatos, quiénes lo hacen y cómo se comportan. Lo primero es precisar que el dron recreacional actual porta una cantidad de tecnología impresionante. La mayoría de los equipos cuenta con sensores de GPS, de altura y de giro que hacen que prácticamente vuelen solos. Se les puede dar instrucciones para que se queden en un lugar específico, contrarrestando con sus motores los desvíos causados por los vientos. Gracias a cuatro aspas manejadas de manera independiente, incluso a alturas de 500 pies logran mantener la mejor estabilidad posible durante el vuelo. Varias compañías en el mercado se dedican a construir drones, tales como DJI, Parrot, 3DRobotics y Blade, comercializando versiones con diferentes funciones y especificaciones.

El Phantom 3 es un nuevo dron, fabricado por la empresa china DJI, que goza de una gran popularidad y aceptación en el mercado. Con cuatro aspas manejadas de manera independiente, es sumamente amigable y fácil de volar.

En Panamá, el uso principal que se le está dando a los drones es en la fotografía y la filmación, permitiéndonos tener una novedosa perspectiva aérea y la libertad de movernos bien cerca de la acción para capturar increíbles tomas. Las cámaras incorporadas son bastante buenas, pero incluso hay drones que puede cargar hasta 25 libras y portar un anclaje para cámaras profesionales. Son populares para eventos sociales, en la construcción, deportes, conciertos y hasta para las noticias.

En este segmento, hay varios aparatos que se destacan por el equipamiento que tienen para permitirle al usuario tomar imágenes y videos de alta calidad, algunos de los cuales ya trabajan en nuestro territorio. Estos aparatos voladores vienen equipados con cámaras 4K capaces de filmar videos de alta definición (1080HD), agarradas de brazos que le permiten girar 360 grados para tener un campo de visión casi ilimitado. Además, son capaces de transmitir en tiempo real a algún celular o tableta lo que la cámara está viendo. Inclusive, a los drones se le han incluido sensores ultrasónicos –para que el mismo esté anuente de sus alrededores y no se choque– que ayudan a volar en interiores o donde la señal del GPS no llegue.

Suena bastante complicado, pero lo cierto es que todos estos componentes son utilizados de manera armónica para apoyar al usuario. El tiempo promedio de vuelo es de 30 minutos, suficiente para alejar al dron a la distancia máxima que se permite, dos kilómetros. Al tener batería baja, una señal débil o si el dueño se lo indica mediante un botón, automáticamente se activa la función “Go Home”, la cual le indica al dron que regrese de inmediato a su punto de partida.

Recientemente, fue lanzado un dron que marcará una tendencia importante en la fotografía y en la filmación. Es liviano, portátil y resistente al agua. Se comunica con el dueño mediante un pequeño control remoto que puede llevarse en el bolsillo y que le indica al dron la ubicación exacta del dueño para que pueda rastrear su movimiento. Este no trae controles de vuelo, solo botones con diferentes acciones que sirven para decirle qué hacer. Una vez en vuelo, se le puede pedir que filme de manera autónoma mientras te sigue, tan solo dándole una instrucción. Así, puedes realizar tu actividad con completa libertad mientras todo queda documentado.

Como todo en la vida, los drones tienen implicaciones que debemos tomar en cuenta como el manejo de la privacidad. Con el radio de distancia y la altura que consiguen, desde la acera de una calle uno puede sobrevolar áreas que son de propiedad privada. En general, no existen controles ni regulaciones para el espacio aéreo utilizado por los drones. Sin embargo, es un tema delicado que amerita prontas acciones, como se constató recientemente cuando un turista sobrevoló un dron en el jardín frontal de la Casa Blanca. Aunque ese en particular es un espacio aéreo prohibido, la mayoría de los espacios que habitamos, incluyendo las ventanas de nuestros hogares, no cuentan con ninguna restricción para que un dron se pose a filmar o fotografiar nuestra vida privada. Y es que la tecnología va más rápido que las leyes, lo que deja un espacio abierto para estas situaciones.

 Poco a poco, se han ido explorando otros usos para los drones y la gente se ha puesto bien creativa. Al ver las ideas que han salido nos sentimos como reviviendo una película de ciencia ficción.

 En los últimos años, por ejemplo, la agricultura se ha beneficiado del uso de los drones al ser un negocio que depende del constante monitoreo de plantaciones que cubren varias hectáreas, siendo complicado para los agricultores recorrerlas todas. La tecnología de los drones es, pues, perfecta para este negocio: es económica, rápida y versátil. Como muchos factores pueden dañar una cosecha si no se solucionan a tiempo, el uso de los drones permite asegurarse de que el cultivo esté en óptimas condiciones y libre de agentes dañinos.

Hay muchas compañías que ya tienen sus ojos sobre este mercado y están desarrollando ideas realmente sorprendentes. Empresas como Precision Hawk construyen drones equipados con sensores y cámaras ideales para el monitoreo de plantaciones. Estos no solo toman un video de las plantaciones, también analizan el clima, la tierra y supervisan las líneas de riego. El vuelo es totalmente autónomo. A través del software se establece el área a cubrir y cómo sobrevolarla. Solamente se necesita que alguien cargue el dron hasta un área abierta desde donde despegar. Todo se monitorea en tiempo real desde una computadora y la información es analizada por la compañía.

Otro de los usos para los drones tiene que ver con la mensajería. Aparte de la incursión en este mercado de compañías como DHL, que viene realizando pruebas en zonas restringidas de Alemania con permiso del Ministerio de Transporte y de la Autoridad de Tráfico Aéreo, otras empresas con presencia global como Amazon están experimentando con el uso de drones. Amazon Air es la rama de la compañía que se encargará de hacer entregas de paquetes de hasta 5 libras en menos de 30 minutos. La logística será bastante sencilla: el producto será introducido en una caja plástica. Luego, esta será recogida por un dron con las coordenadas de entrega programadas. Guiado por GPS se dirigirá su destino y, mediante sensores y monitoreo constante, podrá alterar su ruta y así evadir obstáculos en su camino. Al aterrizar, se le enviará un mensaje al cliente informándole que su paquete ha llegado o, incluso, se le podrá ubicar y llevarle el paquete donde esté mediante una opción de rastreo.

Amazon está realizando pruebas con el uso de drones para poder hacer entregas de paquetes de hasta 5 libras en menos de 30 minutos. Guiado por GPS se le dirigirá su destino y avisará al cliente del estatus de la entrega.

Para iniciar su plan piloto, Amazon ya ha recibido autorización de la FAA (Federal Aviation Administration), quien controla y regula el tráfico aéreo de los Estados Unidos, y está llevando a cabo sus pruebas para conocer la viabilidad del proyecto. No ha sido fácil pero, aun así, Amazon es un pionero con esta iniciativa que promete sacar adelante pronto. 

Aparte de lo mencionado, con el paso del tiempo los drones están teniendo rápidas y novedosas adaptaciones. En California, los bomberos los están utilizando para estudiar el comportamiento de los fuegos, y así poder extinguirlos con mayor eficiencia. En Los Ángeles, una empresa llamada Hoovy utiliza drones para ofrecer publicidad directa y de poco costo a través de banners aéreos. Policías, también en Estados Unidos, están utilizándolos para la búsqueda de personas extraviadas o, luego de un desastre natural y usando cámaras que miden el calor, para localizar sobrevivientes. Compañías eléctricas los usan para supervisar las líneas de alta tensión, evitando poner en riesgo a sus técnicos con una opción que, además, es más económica. Hasta los ganaderos y los criadores de ovejas los utilizan para movilizar los rebaños de un lugar a otro –la bulla de las aspas del dron hacen que vayan a donde el dueño quiere–.  Digno de imitar en Panamá, el Departamento de Control de Mosquitos en Florida estará usando drones para ubicar agua estancada en lugares remotos donde se pueda estar dando su proliferación. Y, por supuesto y por si no se lo hubiese imaginado, ya hasta existen carreras y peleas de drones…

Eugene Stark, fundador de Hoovy, ha tomado ventaja de la fascinación general que existe por los drones. Su empresa visualizó una oportunidad de negocio y ofrece volar carteles publicitarios a mejores precios y a mayor cercanía de los consumidores.

Eugene Stark, fundador de Hoovy, ha tomado ventaja de la fascinación general que existe por los drones. Su empresa visualizó una oportunidad de negocio y ofrece volar carteles publicitarios a mejores precios y a mayor cercanía de los consumidores.

En un futuro no muy lejano visualizo a los drones involucrados más activamente en otros sectores, como el de la construcción, como parte integral del mismo proceso. Aumentando la capacidad de carga, será posible presentarle al dron una planta arquitectónica y darle la instrucción de que construya la estructura con un mínimo margen. Esto será posible gracias a los sensores que portan para tomar medidas en tiempo real y, por medio de GPS, trabajarán coordinadamente sabiendo la ubicación exacta de los demás. Algún día será normal ver drones realizando múltiples tareas y trabajando de forma totalmente autónoma.

Los drones han llegado para quedarse y su evolución será definida por nuestra creatividad. Su futuro es muy prometedor ya que nos permiten, como dice la frase de Star Trek, ir “where no man has gone before”. ¿Qué otro uso se te ocurre a ti que les pudiésemos dar?

Por: Carlos Chamorro, es apasionado de la tecnología.

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