El Banco General: ¡Dejando huellas en la comunidad!

Gladys Navarro de Gerbaud |

17 junio, 2003

Para que no estén en las calles… ¡ampliamos las instalaciones de Casa Esperanza en Samaria!
Vivir en las calles es muy duro, sobre todo para un niño. Por eso, el Banco General ha apoyado la labor de Casa Esperanza desde sus inicios, contribuyendo a que menos niños vivan la dura realidad de trabajar en las aceras y calles de nuestra ciudad. Nuestro compromiso con el futuro de estos niños es claro, tan claro como la total remodelación y ampliación del Centro de Atención Integral de Samaria de Casa Esperanza, donado y mantenido gracias a aportes realizados por el Banco General.

¡Qué satisfacción ver las caras de alegría de cientos de niños que a diario acuden al Centro para recibir buena alimentación, atención médica, educación y una mano amiga que los guíe en sus atribuladas existencias!

«Casa Esperanza me ha ayudado a mejorar en mis estudios. Me ayudan con mis tareas y, cuando no tengo, me ponen algo que hacer. Allí puedo compartir con los demás. Es muy divertido. Juego y disfruto con mis amigos. Me dan una buena alimentación. Mi mamá está muy agradecida y yo también. Aconsejo a los papás que manden a sus hijos y le doy muchas gracias a la gente del Banco General por arreglar nuestro Centro. Gracias a ellos la casa está muy hermosa y otros niños también pueden asistir y disfrutar igual que yo». Darshell Sujhani, 10 años

Para que puedan estudiar… ¡adoptamos una escuela!
La educación nos abre nuevos horizontes y oportunidades para llevar una vida más plena y completa, más aún en el caso de personas de escasos recursos. En el Banco General creemos en apoyar el talento de tantos panameños para quienes el acceso a la educación realmente hace una diferencia en sus vidas. Así, por tercer año consecutivo patrocinamos el programa «Empresas Ciudadanas» organizado por CoSPAE.

¿Cómo hacer una diferencia en la vida de tantos niños y jóvenes? Adoptando una escuela, específicamente la escuela Santa Cruz en La Chorrera, la cual se beneficia directamente del programa «Empresas Ciudadanas», mediante el cual además de invertirse fondos para el desarrollo educativo de personas de bajos recursos, se capacitan maestros en las escuelas públicas. Aparte, el Banco General beca estudiantes para que puedan realizar sus estudios, porque creemos firmemente que promoviendo la educación lograremos tener un mejor país para todos.

«Me sentí muy afortunada en el momento que me eligieron como una de las becarias del Programa de Becas EDUCA, ya que para mí, eso significaba un logro muy importante en mi vida estudiantil. Fue una experiencia extraordinaria porque tuve la oportunidad de convivir con jóvenes muy talentosos que se merecían, al igual que yo, esta beca. Quiero concluir diciendo que estoy muy agradecida con el Banco General por haberme dado la oportunidad de tener una educación secundaria de calidad, en una excelente escuela. También deseo exhortar a las diferentes empresas privadas para que, al igual que el Banco General, ayuden a la formación de muchos jóvenes que tanto lo necesitan». Idegloria Morales, 18 años.

 

Para que luchen como campeones… ¡les ayudamos a desafiar los retos!
Esforzarse, competir y ganar son sus objetivos, y para ello se preparan durante todo el año. No hay obstáculos que les impidan luchar para ser campeones, ni siquiera el hecho de que tengan alguna discapacidad. Para ellos, el lema «Déjame ganar, pero si no puedo déjame ser valiente en el intento» es un compromiso.

Nos referimos a los jóvenes de Olimpiadas Especiales, a quienes el Banco General tiene dos décadas de estar ayudando a cumplir sus sueños, una de ellas en calidad de «Patrocinador Platinum» de Olimpiadas Especiales. ¿Por qué lo hacemos? Porque nuestro granito de arena contribuye a cambiarles la perspectiva de la vida y brindarles retos para ser mejores cada día.

«Gracias al Banco General soy feliz pues puedo hacer lo que me gusta: correr en las Olimpiadas Especiales». José Antonio Rodríguez Amores, 9 años.

Para que sean felices… ¡les cumplimos sus deseos!
La cara de un niño feliz es el mejor regalo que podemos recibir, más cuando se trata de un pequeño cuya vida se ve amenazada por alguna enfermedad. En este caso, llevarle felicidad y cumplirle un deseo es una sensación indescriptible, una satisfacción que durante años ha tenido el Banco General al apoyar a la Fundación Pide Un Deseo y sus actividades, como la «Gran Carrera del Patito de Hule».

Y, como todo lo bueno se contagia, el compromiso social del Banco General inspiró a sus colaboradores a crear el programa «Vecinos en Acción», mediante el cual muchos miembros de la organización colaboran voluntariamente, en sus ratos libres, a llevar felicidad y respuestas a quienes más lo necesitan, en este caso a muchísimos niños con «deseos especiales», brindándoles alegría y esperanza en sus momentos más difíciles.

«Me sentí super feliz cuando se me cumplió mi deseo. Fue una fiesta inolvidable, primero porque todo fue sorpresa y eso me gustó mucho. Segundo, porque me sentí como un rey. Y tercero, porque me regalaron el carro que quería. Melisa, la muchacha del Banco General que me acompañó, fue muy buena conmigo». Domingo Velásquez, 12 años

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