«Una mirada al espejo»
El envejecimiento de la población mundial es un fenómeno que afecta a todo hombre, mujer y niño. Se espera que para el año 2050 la población de ancianos supere a la de jóvenes por primera vez en la historia de la humanidad. Debido a la disminución de los nacimientos y al aumento en la expectativa de vida, la composición de la población ha sufrido grandes cambios.
Aplicando estos datos a nuestra vida diaria, una gran cantidad de implicaciones resultan obvias, como el hecho de que hoy día existan una mayor cantidad de personas «de edad madura» cuyas vidas se encuentran perfectamente activas y cuyas expectativas económicas, sociales y físicas no son las mismas que las de generaciones anteriores. No es difícil imaginar, entonces, que personas de ambos sexos, al mirarse al espejo, puedan sentir ciertas insatisfacciones con su apariencia física. Y es que, a decir verdad, con los años se empiezan a notar ciertos «defectos» antes invisibles al observar el rostro y cuello: manchas de la edad, marcas del acné, arrugas, cicatrices y surcos nasolabiales (o de la sonrisa). Y cuando nos observamos las manos, a menudo notamos un envejecimiento de la piel. ¿Y qué decir de las várices que aparecen superficialmente en la piel de las piernas?
Aquí es donde entra en juego, para muchos, la pregunta: ¿Cómo embellecer mi apariencia física sin cirugía, sin mayores complicaciones y con resultados inmediatos? La buena noticia es que, para ello, la medicina moderna cuenta con diversas soluciones que evitan, o por lo menos retrasan, los procedimientos quirúrgicos.
Con el objeto de mejorar la belleza y de retardar el proceso natural del envejecimiento del rostro, cuello, manos y piernas, a continuación mencionamos algunas características de tratamientos y nuevas terapias con resultados rápidos y duraderos. Veamos:
Las molestosas várices de las piernas
Para saber lo relacionado con las várices, consultamos al Dr. Sergio Solís Díaz, Cardiólogo Intervencionista y de Medicina Vascular. Comentó el galeno que las várices son un trastorno del sistema circulatorio causado por un componente genético y, en otros casos, particularmente en el sexo femenino, debido a que las hormonas durante el embarazo favorecen que se dilaten las venas, principalmente por el peso del útero. Pero, definitivamente, el mayor riesgo recae en las personas cuyo trabajo diario involucra el estar de pie por muchas horas, como los maestros, guardias de seguridad, médicos cirujanos, dependientes en almacenes y otros.
Agrega el Dr. Solís que las principales razones para tratar las venas varicosas son la estética, por un lado, y el dolor y la molestia que se genera en las piernas, por el otro. En relación con su tamaño, es conveniente destacar que hay tres clases de venas: las pequeñas, las medianas y las grandes. En esta ocasión, nos ocuparemos de las venulas pequeñas o «arañitas», las que nos interesa embellecer sin cirugía, y que pueden ser causadas por una insuficiencia o reflujo de la vena grande de la pierna, llamada safena, cuando no funciona adecuadamente. ¿Cómo acabar con ellas? Las venulas pequeñas se eliminan al introducir en la piel una microaguja que contiene «escleroterapia», sustancia que llega a la vena varicosa con el objeto de cerrarla y, en el mejor de los casos, no deja cicatriz alguna. Es conveniente señalar que para que la vena superficial no vuelva a aparecer es necesario eliminar la vena grande antes mencionada, que se encuentra en la parte superior de la pierna, ya que ésta es el problema base de la vena en tratamiento.
Después de intervenida la vena, se espera que se formen moretones que duran poco tiempo. Al cabo de dos semanas de inyectada la venula superficial, es imperativo usar por poco tiempo medias compresivas diseñadas a la medida del paciente. Y, luego «au revoir», ¡usted se alegrará de tener unas piernas hermosísimas y admiradas por los demás!
La flacidez, un eterno enemigo
La causa de la flacidez en la cara, cuello y demás partes del cuerpo humano se origina por el deterioro de las fibras de elastina y colágeno de la dermis, que son las responsables de mantener la firmeza y elasticidad de la piel. Por tal razón, se produce un efecto antiestético y de envejecimiento, que puede ser empeorado por la pérdida del tono muscular y, en casos particulares, cuando hay una gran disminución del peso corporal. La flacidez se da en ambos sexos. En las mujeres, su aparición es evidente entre los 30 y 35 años, y se acentúa hacia los 40.
¿Qué hacer ante este «deterioro» de la piel? «El tratamiento varía en cada caso, en función del grado, ubicación, antecedentes y estado de salud de cada persona», nos comenta el Dr. Reynaldo Arosemena Sarkissian, reconocido dermatólogo panameño. A continuación, describimos cinco de los principales tratamientos y/o materiales utilizados actualmente para «embellecerse sin cirugía».
Rellenos
Los rellenos se utilizan, en la mayoría de los casos, para hacer que la piel luzca con menos arrugas o cicatrices. Existen dos tipos de materiales de relleno: los naturales y los sintéticos. El relleno de tipo natural se hace por medio de la lipoinyección, que consiste en aspirar grasa del abdomen, glúteo o cadera e inyectarla en el lugar deseado por el paciente en tratamiento. Cabe destacar que la grasa restante se puede guardar en el congelador hasta por dos años para un retoque o reinyección. Este procedimiento se hace con anestesia local, no hay riesgo alguno y no produce molestia. Es el procedimiento más común para el mejoramiento de las manos.
En relación a los materiales de tipo sintético, están los absorbibles y los no absorbibles. Entre los absorbibles, el Dr. Arosemena distingue el colágeno, ya en uso por varios años, y el ácido hialurónico. Este último es una novedad con buenos resultados en las arrugas alrededor de los labios, surcos, depresiones y en cicatrices de acné. Es también inyectable y no necesita sedación, pues es suficiente con una pomada de anestesia local. Los resultados son más duraderos que los obtenidos con el uso del colágeno y no presenta riesgos de alergia.
Cabe destacar que lo que realmente inició todas estas técnicas fue el silicón, que es un material de relleno sintético no absorbible o, en términos prácticos, un líquido aceitoso que se inyecta en el tejido subcutáneo para corregir pequeñas cicatrices deprimidas. Por problemas de reacciones alérgicas en algunas personas, este procedimiento está cada vez más en desuso. En su lugar, se ha venido usando, desde hace algún tiempo, otra sustancia no absorbible: el polimetilacrilato o PMA, el cual es muy útil para los pliegues nasolabiales, pómulos y arrugas frontales. Es inyectable y hay que reinyectarlo cada cinco a ocho meses, pero la aplicación es rápida y no necesita anestesia.
«Peelings»
Para las pequeñas irregularidades supeficiales, incluyendo cicatrices de acné y de varicela, se combinan varios procedimientos como el «power peel», que es un tratamiento de micro-dermoabrasión, con resultados excelentes para mejorar la textura de la piel. Las molestias son mínimas y la recuperación es rápida. Se puede realizar con anestesia local o sin ella.
Toxina botulínica
La tóxina líquida botulínica tipo A o BTX-A se inyecta con microagujas sobre los músculos que producen las arrugas. Tiene un efecto bloqueador de algunos estímulos que contraen los músculos de la cara y, al «adormecer» los músculos e inmovilizar el área, evita que se produzcan las arrugas típicas que resultan del movimiento muscular. Proveniente del veneno de una bacteria, la toxina botulínica paraliza las regiones en las que es aplicada por un período de seis meses, situación que consigue devolverle al rostro del paciente una apariencia suave y descansada. Es necesario un retoque cada seis meses, no existe ninguna restricción y no se usa anestesia.
Láser
Para las cicatrices profundas múltiples se usa el Láser «resurfacing», un tipo de Láser CO2 con resultados excelentes. Cabe señalar que no toda persona es elegible para este método y que requiere de un tratamiento con medicamentos y cremas especiales previo y posterior al procedimiento.
Hilos Aptos
Una técnica que se originó en Rusia hace mucho años es la de los hilos aptos, que consiste en utilizar unos hilos que tienen unos dientes que traban el tejido subcutáneo para suavizar el efecto de gravedad de los tejidos. Esta técnica dura años y con resultados extraordinarios.
Luego de haber descrito los métodos más comunes para el mejoramiento de nuestro rostro, cuello, manos y piernas, es necesario aclarar que las opciones antes citadas lo son a título informativo y de orientación. El diagnóstico y alternativas terapéuticas para cada uno en particular sólo pueden ser establecidas en la consulta de un profesional médico especializado de su confianza.
Y, lo más importante, es que la decisión final sobre «cómo debe lucir físicamente» es suya, pues lo esencial es que se sienta bien consigo misma, aunque a veces lleve unas arruguitas de más, «testigo del paso de los años y de las experiencias ganadas». Sólo así, con una autoestima elevada, podrá sonreir cada vez que se mira al espejo y… ¡uh, la la!… sí que lucirá bella y hermosa, como nunca antes.
* La autora es psicóloga clínica y sexóloga
Fotos de várices: suministradas por el Dr. Sergio Solís, por cortesía de Steven Zimmet, MD.