Gano bien y no me alcanza, ¿qué hago?

Por: Maru Caballero, Bolsillo y Sencillo

Trabajas duro y ganas bien, pero aun así al final del mes te preguntas: «¿A dónde se fue mi dinero?». No eres el único en esa situación; muchas personas con buenos ingresos pasan por lo mismo. En definitiva, no es un tema de cuánto ganas, sino de cómo lo administras. Para solucionar esta situación, primero debemos entender las razones por las que caemos en esta trampa.

Razones por las que ganas bien y no te alcanza

Razón #1: No tienes un plan. Recibes tus ingresos, pagas las cuentas y empiezas a improvisar, gastando en lo que te provoca y tu único “control financiero” es ver cuánto queda en la cuenta. Así pasas de quincena en quincena, en ocasiones no llegas a fin de mes.

Razón #2: Estás financiando tu estilo de vida. Te has acostumbrado a gastar más de lo que ganas, tienes grandes compromisos que estás pagando con la tarjeta de crédito y todos los meses, el saldo de la deuda sigue creciendo.

Razón #3: No cuentas con ahorros. Ahorrar no depende de tu nivel de ingresos sino de tus hábitos. A pesar de ganar bien, intentas ahorrar, pero siempre terminas pellizcando ese dinero.

Razón #4: Gastos emocionales. Caes en la trampa de comprar para sentirte mejor o premiarte, sin tomar en cuenta tu presupuesto.

Sincerarse y hacer una introspección es esencial para trabajar de manera consciente en esas conductas que te han llevado a esta situación. De igual manera, hay acciones concretas que puedes poner en marcha para corregirlo.

¿Qué hacer para solucionarlo?

Estas son cuatro acciones prácticas que puedes poner en marcha a partir de hoy.

Detecta tus fugas de dinero. Realiza una auditoría de los estados de cuenta de los últimos tres meses de tus tarjetas de crédito y/o débito para identificar adónde se te va el dinero. Es común que sólo nos acordemos de los grandes gastos o cuentas a pagar, pero perdamos de vista aquellos gastos hormiga, salidas, cenas, comidas a domicilio y más. Al finalizar, podrás darte cuenta de aquellas fugas y tomar decisiones, como, por ejemplo, reducir algunos gastos hormiga, eliminar suscripciones que ya no utilizas y hacer un mejor uso de tu dinero.

Crea un presupuesto realista. Crea un presupuesto que contemple todas las cuentas a pagar, así como las deudas y los gastos de entretenimiento.  Este presupuesto debe tener un balance cero. Es decir, cada dólar de ingreso debe estar asignado a un objetivo: no te debe sobrar o faltar dinero.

Comienza un fondo de emergencia. Incluye dentro de tu presupuesto crear un ahorro para imprevistos que sea “tu colchón financiero”. Abre una cuenta exclusiva para este fondo y al recibir tus ingresos, comprométete a que la primera transferencia que hagas sea para este ahorro.

Plan para salir de deudas. Si has acumulado muchas deudas, entonces es hora de hacer un plan para saldarlas y liberar flujo de efectivo mensual. Una estrategia que puedes aplicar es realizar pagos extraordinarios a una deuda a la vez, comenzando por aquella con menor saldo. Esto te ayudará a salir más rápido de esa deuda menor.

Ahora sí, es momento de ponerte en marcha y recuperar el control de tus finanzas.