Belinda: una veterana de 15 años
Belinda Peregrín Schull nace en Madrid, España (1989), pero su familia se muda a México cuando tiene apenas cuatro años y ella se considera 100% mexicana. Desde pequeña le gusta cantar, actuar, bailar y componer canciones. Al enterarse que una productora de televisión realizaría un “casting” en el Estadio Azteca, Belinda insiste en participar. Su gracia y talento hacen que se destaque entre las 5,000 aspirantes al papel protagónico de Amigos por siempre. En el papel de Ana, se roba el corazón de grandes y chicos. Es el año de 1995, y así comienza la carrera meteórica de esta joven considerada hoy en día como una de las artistas latinoamericanas más exitosas del momento.
Finalmente llega el día de la entrevista, pero el clima no nos acompaña. Panamá se luce al recibir una vez más a esta artista que ha vendido dos conciertos en menos de 3 meses en tiempo récord, con rayos y centellas, literalmente. Pero una vez que te adentras en el mundo que la rodea, la realidad parece desaparecer.
Nos reciben en una suite especial para los medios. Hay gente por todos lados: los promotores locales, su manager, relacionista públicos: todo un entourage. Su padre nos da la bienvenida y, pocos minutos después, llega Belinda.
De una belleza que va más allá de sus quince años, Belinda nos saluda con cariño y nos pregunta qué queremos que haga. Posar aquí para un par de fotos, luego la entrevista. Todo lo hace sin chistar y con el profesionalismo de quien ha realizado esa rutina miles de veces.
De niña a adolescente: una vida frente al público
Belinda huye de las comparaciones. Se va haciendo de un estilo propio que sus fans adoptan al pie de la letra. En esta etapa de la vida donde se rompe con la inocencia de la niñez, Belinda lo hace frente a miles y miles de fans, de medios de comunicación, de público. Luce perfecta, pero algo me dice, en su mirada, que han sido jornadas largas.
¿Cuándo llegaron a Panamá? ¿Has tenido tiempo de descansar? –pregunto para romper el hielo. Su manager, que durante toda la entrevista entrará y saldrá como un fantasma sigiloso, nos responde por ella: “Llegamos hoy. Venimos de México. Anoche Belinda tuvo un concierto: otro lleno completo.” Con más de 50 presentaciones, la gira de Belinda para promocionar su disco homónimo “Belinda” es una maratón que la llevará alrededor del mundo.
¿Cómo haces cuándo estás realmente cansada, cuándo preferirías hacer otra cosa? –le pregunto imaginándome a mi hijo adolescente en sus zapatos. “Bueno, pues, seguro que si a él le dicen que hay que ir a jugar al fútbol, pues para eso siempre tiene ganas. Pues así mismo soy yo: de repente pongo peros para, por ejemplo, ir a comer a las 3 de la tarde si no me provoca, o para levantarme a las siete para ir a presentar un examen a la escuela. Pero me dicen: Bely, levántate porque tienes concierto en… Panamá, pues voy rapidísimo. Creo que si de verdad disfrutas tu trabajo y de verdad te gusta, lo haces con ganas.” –responde sin dudarlo un segundo.
¿Hay algo de la fama que no te gusta? “Tal vez que no puedo pasar tanto tiempo con mi familia. Eso es lo más sacrificado. O que mis amigos me digan: Oye Bely tenemos una fiesta el viernes que tienes que venir, y pues no puedes porque tienes un compromiso”.
¿En qué ha cambiado tu vida ahora que eres famosa? ¿Qué les dirías a todas esas niñas que sueñan con ser como Belinda?
“Mi trabajo es muy valioso y de verdad una persona tiene que disfrutar muchísimo su trabajo para poder dedicarse a esto porque es muy difícil. De pronto te conviertes en una figura pública. Yo creo que realmente un consejo a todas las niñas que quieran seguir esta carrera es que tienen que disfrutarlo muchísimo, que quieran su trabajo, que les apasione, como para poder llevar todo esto. Porque si eres una persona tímida, una persona que no le gusta estar con gente, pues entonces es muy complicado.”
“Yo soy súper amiguera” –continúa– “así es que si salgo y se me acercan las personas, yo fascinada, a mi me encanta, siempre me ha gustado estar con mucha gente.”
El mundo del espectáculo y la presión de las drogas
Belinda ama el rock. Su look y su nuevo show son más urbanos, menos infantiles. Está en una etapa de transición: experimenta con sombreros, pantalones a la cadera, ska, su ya famosa trencita, hip hop, escucha rock alternativo, de sus compatriotas admira a Julieta Venegas, a Molotov y, sobre todo, a Ely Guerra. Está viviendo un momento de éxito fenomenal. Pero todos sabemos que la industria de la música no es fácil. Los vaivenes de la popularidad, las presiones, los horarios… No podemos dejar de preguntarle sobre las drogas.
“A mí gracias a Dios nunca me ha llamado la atención eso.” –nos responde con gran tranquilidad. “Creo que si uno disfruta su trabajo está mejor. Eso es más problema para las personas que se sienten inseguras, que ya no están disfrutando lo que hacen, que necesitan de más cosas para disfrutar o que simplemente se dejan llevar por la gente a su alrededor. Pero yo creo que cuando una persona es segura de sí misma, sabe lo que quiere y disfruta su trabajo, no tiene de qué preocuparse. En mi caso, yo… sería lo último, jamás en la vida, nunca.”
Fans, familia y los animales
De su trabajo habla con pasión y con un profesionalismo impresionante para una niña de su edad: es su vida y la llena de satisfacciones. Se refiere a sus fans como “angelitos que me cuidan en mis conciertos. Me debo a ellos: gracias a ellos soy lo que soy.” Su agradecimiento y cariño para con todo ese público que la adora y que siguen cada uno de sus triunfos, es auténtico.
Pero su familia y los animales tienen un lugar especial en el corazón de esta joven. Cuando niña, Belinda quería ser veterinaria. Si bien el destino tomó otro rumbo, su amor por los animales sigue intacto. “Soy 100% protectora de los animales. O sea, yo tengo 3 perritos y amo los animales.” Por supuesto, aprovecho el tema para enseñarle las fotos de mis cuatro pasiones: mis perros, buscando acercarme más a la niña tras la artista.
Ella se emociona con el tema y continúa: “siempre que me encuentro algún animal, lo recojo, mi mamá me regaña, bueno le busco casa hasta en la esquina, donde sea hasta que encuentro alguien lo quiera y que yo sepa que va a estar bien. Soy súper protectora de los animales. No puedo ver un animal sufrir: no lo puedo ver. En el futuro quisiera formar una Fundación para la protección de los animales.” –dice con firmeza.
El eje de su vida es su familia. Sus padres la acompañan siempre que pueden en sus giras. Si no, sus abuelos están con ella. Al preguntarle si había días que, sencillamente, el cansancio la vencía o que estaba down, ¿qué hace Belinda para sacar energías? No duda en responderme: “Pues no sé: creo que lo que más funciona es mi hermanito. Cuando estoy muy cansada y no me quiero levantar, él se pone ahí dale que dale, me abre los ojos, me avienta agua y todo para que me pare y eso me prende mucho y hace que me despierte. Es que para mí mi hermanito es muy importante, significa mucho para mí: que si me despierta, que si me acompaña, que me abraza, que está allí conmigo, me da muchísima energía.” Se le iluminan los ojos aún más al hablar de Nachito, su hermano de 7 años.
Justo después de nuestra entrevista, Belinda se reunió con 10 niños ganadores de un concurso convocado por el Banco General. Mientras ella firmaba autógrafos y se fotografiaba con sus fans –algunos petrificados de la emoción– su padre, Don Ignacio Peregrín, filmaba a su hija con una pequeña cámara de mano. Vestido con una gran sencillez, Don Ignacio siempre está cerca de su hija. Al salir, los niños se le acercaban a preguntarle si, de verdad, él era el papá de Belinda. Con marcado acento español y una gran sonrisa les decía que sí, siempre con un gesto de cariño y agradecimiento a los seguidores del trabajo de Belinda.
“Belinda”: un trabajo que la llena de orgullo
Son muchos los premios y galardones que ha recibido esta joven en su carrera artística. Sin embargo, al preguntársele qué ha sido lo más gratificante de su carrera hasta el momento, nos responde que “Lo que más me ha llenado yo creo que ha sido este disco porque es el primer disco que hago sola y mi primer trabajo como compositora. Es increíble darse cuenta que es mi primer disco y que ya tengo una canción que es mía –música y letra. Esto me llena de orgullo.” La canción Be free compuesta por Belinda, refleja este momento en la vida de los adolescentes que aspiran a tener más libertad, a vivir de la forma que quieren, sin ataduras.
En el mes de octubre, nada menos que en el Auditorio Nacional de la capital mexicana, Belinda recibió un premio muy importante: un álbum doble de platino por la venta de más de 200,000 copias de su primer material discográfico. “Recibir ese disco de platino fue muy grande, porque demuestra que todo ese trabajo que tuvimos en Londres, ese mes y medio de trabajo: los madrugones y las desveladas escribiendo valieron la pena.”, comenta, realmente emocionada.
Desde fuera nos hacen señas que se terminó el tiempo. La espera un canal de televisión para realizar otra entrevista. Luego se reunirá con los niños ganadores del concurso. Más tarde vendrán más entrevistas y, luego, la rueda de prensa. Al día siguiente sería el concierto patrocinado por el Banco General: otro lleno completo. El público panameño, que a ella le encanta por ser tan cariñoso, súper efusivo y con mucha “buena vibra”, cuenta los minutos para verla en el escenario. Quince años, ¡apenas quince años!
Antes de irse le preguntamos cómo se ve ella en el futuro, a la avanzada edad de 25 o 30 años. “Me imagino con mi familia, disfrutando del amor y con el cariño del público. Me gustaría seguir haciendo esto siempre. Lo disfruto muchísimo. Y también tener una Fundación para proteger a los animales….” Se despide de nosotros, mientras su entourage la espera para la próxima etapa de su tarde. De repente, se detiene y da la vuelta: “Ah”, me dice, “le das un beso a esos peludos tuyos de parte mía”. Le prometo que así lo haré.
*Mirie Mouynés es propietaria de Allegro