Joyas del Caribe
En 1980, las fortificaciones del Caribe de Panamá fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Hace 5 años, debido a factores medioambientales y falta de mantenimiento, el conjunto monumental de Portobelo y San Lorenzo fue incluido en la lista de patrimonios en peligro. Esfuerzos para promover su restauración y salir de la lista han dado como resultado una serie de proyectos cuya meta es convertir esta zona en un centro turístico de primer nivel.
Bajo el radiante sol del mediodía de la bahía de Portobelo, rodeados por el Fuerte San Jerónimo, estrechamos manos con Edward Chifundo, uno de los 19 colaboradores del Patronato de Portobelo y San Lorenzo que trabajan ardua y diariamente en la restauración de esta y otras fortalezas del área de Colón.
A Chifundo lo conocimos a través de Yelitza Norse, presidenta de dicho patronato fundado en 2008, que se encarga de ser el brazo ejecutor de los proyectos de restauración de Portobelo y San Lorenzo.

Edward Chifundo, de 29 años y oriundo de Portobelo, es uno de los 19 colaboradores del Patronato de Portobelo y San Lorenzo que han sido capacitados para la restauración de las fortalezas en peligro.
Con Chifundo y Norse como guías, recorrimos Portobelo y sus fortalezas, el Fuerte San Jerónimo y la Batería de Santiago de la Gloria, apreciando los avances de cada una. Orgullosos de sus esfuerzos, ambos colonenses imaginan un futuro donde el turista pueda viajar al pasado cuando visite sus sitios y donde los locales aprecien el valor de su tierra, aporten su granito de arena para promoverla y, a la vez, se beneficien de ella.
Con sacrificio y dedicación, los colaboradores del patronato trabajan meticulosamente para avanzar con los planes de restauración. El tratamiento de cada piedra requiere de conocimientos y técnicas que Chifundo y sus compañeros han aprendido con los años, gracias a la labor de entrenamiento del patronato. “La gente me ve con la brocha y piensa que estoy sobando la roca, pero va más allá de eso… es un arte y hay que saber hacerlo bien…”, asegura Chifundo, con orgullo de formar parte de este proyecto.
La misión va más allá de solo restaurar fortalezas; es dejar un legado para las siguientes generaciones que conserven su riqueza histórica y puedan ver los frutos de un turismo enriquecido y fortalecido, que inyecte la economía. “Nuestra visión para Portobelo y para todo el conjunto es que estemos al nivel de un patrimonio histórico de alto nivel… comparando con los grandes sitios del mundo. Nos enfocamos en imitar el buen modelo de Panamá Viejo”, asegura Norse.
Con esta visión compartida de que “el turismo es una de las actividades que impulsará el desarrollo sostenible de la provincia de Colón”, el Patronato de Portobelo y San Lorenzo emprende un plan maestro de proyectos importantes para potenciar uno de los destinos turísticos más atractivos del país: la restauración de las fortalezas y del Museo de la Aduana de Portobelo, la vialidad del Fuerte San Lorenzo y la construcción de un centro de visitantes para el Castillo de San Lorenzo.
Historia y valor

A pesar de las condiciones actuales de estas fortalezas, miles de turistas (aproximadamente 19 mil al año) llegan diariamente a Portobelo y San Lorenzo interesados en conocer de cerca su historia.
A pesar de las condiciones actuales de estas fortalezas, miles de turistas (aproximadamente 19 mil al año) llegan diariamente a Portobelo y San Lorenzo interesados en conocer de cerca los antecedentes. Portobelo –ubicada a 49 kilómetros de la ciudad de Colón– es una ciudad rica en historia. Descubierta por Cristóbal Colón y fundada en 1597, era un próspero poblado donde se depositaba todo el oro proveniente de las colonias españolas en Sudamérica y que luego se embarcaba a España. Asimismo, se destacó por sus famosas ferias que se celebraban durante 40 días en el siglo XVIII. Hoy día es visitado tanto por sus fortalezas, como por el Festival de Congos y Diablos y las Fiestas del Cristo Negro de Portobelo.
Por su parte, el Castillo de San Lorenzo es una de las más antiguas fortalezas españolas en América y junto a las de Portobelo, formaba parte del sistema defensivo para el comercio transatlántico de la Corona de España. Está estratégicamente localizado en la cima de un alto arrecife, en una posición donde domina completamente la entrada del río Chagres (a través del cual el pirata Henry Morgan llegó a la ciudad de Panamá «La Vieja» para saquearla en 1671). “Los ataques de Francis Drake en las costas del reino de Tierra Firme en 1572, especialmente los ataques contra Nombre de Dios y el Camino Real, que era el camino por donde transitaban los tesoros que venían del Perú, obligaron a construir un sistema de defensa en los puertos del Atlántico”, explican los historiadores. Así se decidió construir este fuerte para proteger la entrada de la vía fluvial que penetraba cerca de la antigua ciudad de Panamá.
Para llegar a San Lorenzo, explican los guías, es necesario pasar sobre las esclusas de Gatún y entrar en Fuerte Sherman, una antigua base militar rodeada por una espesa selva rica en diversidad de especies. Es un sitio ideal para la observación de aves.
Una primera etapa para la recuperación de San Lorenzo es el proyecto de vialidad de la fortaleza, cuya inversión total alcanza los 400 mil dólares y que se estima estará listo a finales de este año. Ofrecerá un recorrido estructurado y brindará facilidades como servicios sanitarios, estación de boletería, terraza y quince estaciones con audioguía, que darán más estructura y comodidad a los visitantes.

Vista aérea del fuerte San Lorenzo.
Como segunda etapa, se encuentra la construcción del centro de visitantes e interpretación del Castillo San Lorenzo, en Sherman. Un centro diseñado por la firma de arquitectos Mallol & Mallol que ofrecerá información general con visitas guiadas y personal bilingüe calificado. Además, brindará al turista la oportunidad de vivir una experiencia única, remontándose a la época de la Corona española, explicando el significado entre el patrimonio histórico y su identidad cultural, rodeado de la exuberante flora y fauna del bosque protegido de San Lorenzo. Este centro alcanza una inversión total de 4.3 millones de dólares, que será parte del presupuesto de la Autoridad de Turismo de Panamá.
El futuro de Colón
Factores medioambientales, falta de mantenimiento y desarrollo urbano descontrolado fueron algunas de las razones esgrimidas por el Comité de Patrimonio Mundial de la UNESCO para declarar las fortificaciones de la costa caribeña de Colón como patrimonio en peligro. A raíz de esto, el Instituto Nacional de Cultura, a través de la Dirección Nacional de Patrimonio Histórico, postuló al programa de la World Monument Fund (WMF, por sus siglas en inglés) proponiendo al conjunto monumental histórico de Portobelo para ser parte del Watch Day 2017.
La WMF es una organización privada, internacional, sin fines de lucro, dedicada a la preservación de sitios de arquitectura histórica y patrimonio cultural de todo el mundo a través de trabajo de campo, promoción, educación y formación.

Los cañones originales de la época colonial aún siguen apuntando hacia la bahía de Portobelo. Estos, en conjunto con los elementos de piedra de las fortalezas, están siendo restaurados como parte del plan maestro de renovación de las fortificaciones del caribe panameño.
Cada dos años publica la lista de nominados al World Monuments Watch, un programa que atrae la atención internacional a sitios de patrimonio cultural en todo el mundo que son amenazados por negligencia, vandalismo, conflictos armados, desarrollo comercial, desastres naturales y cambio climático. A través de esto fomenta el apoyo de la comunidad para proteger estos sitios y atraer apoyo financiero y técnico para los mismos.
WMF escogió a las fortificaciones de Portobelo para ser parte del Watch Day 2016-2017 y poder utilizar esta plataforma de difusión cultural para promover los atributos de valor universal excepcional del sitio, a nivel mundial. El programa es un llamado a la acción que redirige la atención de la comunidad internacional a la fragilidad de los sitios y los peligros que enfrentan desde conflictos políticos hasta carencia de recursos. También identifica oportunidades para que las comunidades locales colaboren con agencias de conservación, gobiernos y empresas para ayudar a garantizar el futuro de cada sitio.
Para Colón, la visión es clara. Un llamado de atención al potencial de la zona, que como objetivo primordial tiene que convertirse en un sitio turístico de primer nivel. Tres proyectos clave: La vialidad del Castillo de San Lorenzo, La renovación del Museo de la Aduana y Las obras de consolidación de las fortalezas de Portobelo han sido puestos en marcha y se espera logren que en 2019 el conjunto monumental de Portobelo y el Castillo de San Lorenzo sean excluidos de la lista de patrimonio en peligro.
Destacados
Este año, Portobelo fue galardonado, junto a otros 50 sitios del mundo, con el Watch Day del World Monument Fund. Sitios de Patrimonio Cultural de otros continentes como el valle de Katmandú (en Nepal), Vyborg (en Rusia), así como de Tokio, Albania e Italia acompañan a Portobelo en la lista Watch para el período 2016-2017. Más información en @worldmonuments o en su sitio web: http://www.wmf.org/watch-day
“El Watch Day resalta la importancia del compromiso de la comunidad en la conservación sostenible y preservación de sus sitios patrimoniales”.
El centro de visitantes e interpretación del Castillo de San Lorenzo, que se planea construir este año, ofrecerá información general y visitas guiadas con personal bilingüe calificado. Además, ofrecerá al turista la oportunidad de vivir una experiencia única, remontándose a la época de la Corona española.
“Nuestra visión para Portobelo y para todo el conjunto monumental de Colón es que estemos al nivel de un patrimonio histórico de alto nivel… comparado con los grandes sitios del mundo”, afirma Yelitza Norse, presidenta del Patronato de Portobelo y San Lorenzo.
Watch Day 2017
Para celebrar este galardón, el Patronado de Portobelo y San Lorenzo logró la puesta en escena del espectáculo Historias del Istmo, que hace un recuento histórico de la identidad panameña, enfatizando en la parte afro caribeña; el exclusivo Portobelo Fashion con la presentación del diseñador colonense Jean Carlos Quijano con diseños inspirados en la cultura afrocaribeña y el baile congo; un desfile acuático por la histórica bahía de Portobelo; la presentación de la banda de música Herberto López del Colegio José Daniel Crespo de Chitré, con un homenaje a la cultura congo; acompañados de una vereda gastronómica artesanal. Estas y otras actividades han hecho del Watch Day un evento inolvidable, con transmisión en directo vía streaming a través de las redes sociales.Fotos: Susana Aramburú
Fotos: Cortesía del Patronato