La revolución digital del amor
La red cambió para siempre la forma en que se relacionan las personas. Asimismo, ha sido el medio por el cual millones han encontrado su media naranja. Hoy en día, miles de personas comparten con su alma gemela, gracias a las bondades de las redes sociales y sitios diseñados para este fin. Dos parejas felizmente casadas comparten su historia con En Exclusiva..
Estados Unidos, según diversos estudios, ostenta el récord con más éxito en online dating: se estima que casi la mitad de las nuevas parejas se forman gracias a estas páginas, de las cuales hay unas mil quinientas aproximadamente.
Poco a poco, internet se ha convertido en una herramienta básica y, en algunos casos, imprescindible para buscar pareja. Cada año, millones de personas encuentran el amor en sitios diseñados para este fin: unir dos personas compatibles que en otras circunstancias no se hubiesen conocido. Estas páginas han redefinido la manera en la que los solteros se encuentran y enamoran.
Match, eHarmony y Darling son algunos de los websites más populares para encontrar pareja, cada uno con su metodología. El más popular, eHarmony, creado hace diez años por el psicólogo clínico Dr. Neil Clark Warren, cuenta con más de 20 millones de usuarios registrados y es muy gustado porque te conecta con perfiles que podrían ser compatibles con el tuyo, basado en ciertos principios, sin dejar visibles a otros usuarios registrados. La persona tiene la opción de aceptar o rechazar el perfil que se le recomienda. Según su página web, la coincidencia de la compatibilidad de eHarmony es responsable de casi el 4% de los matrimonios estadounidenses.
Dos años después de haberse conocido, Hein y Mariana unieron sus vidas por la Iglesia Estatal Noruega, en Oslo. ”Hubo un hermoso coro de niños, el ’Padre Nuestro“ se rezó en español, noruego e inglés simultáneamente. Mis hermanos cantaron juntos ’Hazme un instrumento de tu paz“ y eran cántaros de lágrimas de emoción de toda la gente“, recuerda Mariana.
En Panamá, este fenómeno aún no ha tomado auge y no es tan común. Sin embargo, En Exclusiva conoció a dos parejas que cuentan su historia de éxito y cómo hoy en día están felizmente casadas gracias a las bondades del amor en línea.
Como un cuento de hadas
Historias como la de Hein Haugland y Mariana Núñez, él noruego y ella panameña, no se escuchan muy a menudo en nuestro país. El destino los unió, gracias a su decisión de no querer pasar el resto de su vida solteros y recurrir al sitio web eHarmony.
”Era 2009, tenía 36 años y habían pasado cinco desde mi divorcio… Una de mis mejores amigas murió repentinamente, pero rodeada de mucho amor. Esto tuvo un profundo impacto en mí, el cual me permitió entender con claridad que no quería pasar el resto de mis días sola“, cuenta Mariana.
Siguiendo el consejo de una amiga estadounidense, decide –a mediados de mayo de 2009– inscribirse en el famoso sitio web cuyo método, según había escuchado, era muy seguro y eficaz para encontrar pareja. Llenar el formulario de afiliación fue un proceso intenso, le tomó tres horas. ”Te hace reflexionar mucho sobre ti misma y debes ser súper transparente si quieres que el resultado haga sentido“, asegura.
”Los dos fuimos muy honestos en nuestros perfiles…“, agrega Hein, quien a sus 38 años se encontraba también en una encrucijada de vida: quería encontrar a su otra mitad. Vivía en Nueva York, donde tenía una vida social muy activa, pero no había conocido a la persona indicada. También había pasado por un divorcio. Su vida profesional se encontraba viento en popa y acercándose a sus 40, empezaba un capítulo de su vida madura, donde sabía exactamente lo que quería en una pareja, solo necesitaba un medio para encontrarla. Decidió inscribirse unos meses antes que Mariana en el mismo sitio web y se propuso poner todas sus energías para encontrar a alguien con quien compartir su vida, sus éxitos y crear memorias juntos.
Luego de recibir 1,187 perfiles y salir en varias citas interesantes, Hein aún seguía buscando al amor de su vida.
Familiares y amigos queridos de muchas partes compartieron de cerca su felicidad, durante una celebración multicultural que marcaba el inicio de su vida entre dos países.
Dos semanas después de haberse inscrito, Mariana recibió el perfil de Hein. ”Recuerdo claramente ver a Hein, su foto con esa enorme sonrisa y pensar: ’¿por qué este hombre tan atractivo y con un perfil tan completo, está buscando pareja en línea?“. Compartían la misma razón: no habían encontrado por medios tradicionales a ”esa“ persona ideal.
Por su lado, Hein también se había encantado con el perfil de Mariana. ”Había mucha energía en su perfil, me generó mucha curiosidad e interés“.
”Las estrellas se alinearon“, asegura Hein, y el destino hizo que unas semanas después, luego de intercambiar un par de correos y llamadas, se encontraran en Nueva York, donde residía Hein y donde Mariana tenía un viaje de visita a sus hermanos, para luego tomar una conexión a España y realizar una meta personal: el Camino de Santiago.
”Son de esas cosas que no puedes planear, solo pasan…“, asegura Mariana.
En el momento en que bajó del taxi en la entrada del restaurante Bottinos, donde se encontrarían para conocerse, Hein supo que Mariana era especial. Como dos años después expresara en su discurso de la boda: ”Desde que nuestros ojos se encontraron y vi tu sonrisa por primera vez… mi vida nunca ha sido la misma“.
Por su lado, Mariana confiesa que desde que escuchó su voz cualquier nervio o aprehensión desaparecieron. ”Apenas vi a Hein, sentí una tranquilidad y seguridad total. Compartimos una larga velada, no hubo momentos incómodos, y recuerdo haber estado fascinada con su voz pausada… muy seguro de sí mismo“. Fue química instantánea.
Tras varias citas y el inicio de su romance, tuvieron que separarse por unas semanas mientras Mariana realizaba el Camino. Se despidieron sin hacer planes. ”No conozco tu situación en tu vida, pero quiero que sepas que bajo cualquier circunstancia, realmente te quisiera volver a ver…“, decía el correo que recibió Mariana 36 horas después de haberse despedido. Le respondió que sentía lo mismo y acordaron encontrarse a su regreso. Durante su travesía, Mariana sentía que caminaba hacia el siguiente capítulo de su vida y que sería uno que había estado esperando con ansias. ”Mi instinto me decía que iba a funcionar“.
A su regreso, se encontraron para pasar 26 horas juntos antes de que Hein viajara a Noruega al cumpleaños de su madre. Desde su país natal, le escribió que quería visitarla en Panamá. Luego de pasear juntos por Guna Yala y Santa Clara, era obvio que no se podrían separar más. ”Estoy enamorado de ti“, le confesó Hein. Así se convirtieron en novios oficialmente.
”Nos sentamos ese otoño en Nueva York, teníamos cinco meses de habernos conocido, e hicimos un calendario para mudarnos juntos. No queríamos pasar tiempo separados“. Un año después, el mismo día que se encontraron por primera vez, Hein llevó a Mariana a Tiffany & Co. y le pidió que escogiera el anillo de sus sueños. Dos días más tarde, en esa misma tienda, se arrodilló y le propuso matrimonio.
El 30 de abril de 2011, día que unieron sus vidas por la Iglesia Estatal Noruega, en la Capilla de Holmenkollen, en Oslo, los iluminó un sol maravilloso y sus familiares y amigos compartieron su felicidad.
Para esta pareja, la manera en que se dio su vida fue diferente al resto, pero esta razón fue la que los hizo encontrarse. Pusieron como prioridad su carrera y metas personales y es ahora, en este punto de sus vidas, que han hecho de la vida de pareja su prioridad.
”No nos hubiésemos conocido si no existiesen estas herramientas y fue el momento adecuado en nuestras vidas. Nos sentimos muy afortunados“, concluyen Hein y Mariana quienes llevan una vida creativa y feliz entre Panamá y Noruega.
Pioneros del amor en línea
Era 1997 y el internet empezaba a aparecer en las casas de la gente. La panameña Marianela Olivares Castillo, graduada de ingeniería agrícola, había viajado a Estados Unidos a aprender inglés. En la computadora de la casa donde se hospedaba se comunicaba con la familia en Panamá y hablaba en los novedosos chats. ”Me dieron una dirección web, entrabas a un chat y te conectabas con un nickname“, recuerda Marianela.
En un estudio elaborado por la Universidad de Stanford, en California, y el City College de Nueva York, en el que les preguntaron a más de tres mil parejas cómo se habían conocido, internet se colocó como tercera opción para buscar una relación, después de ”en un bar“ o ”a través de amigos comunes“.
A Iván Jané Vizcaíno, un español que también se encontraba en el chat, le interesó el nombre ”Fresita“ que Marianela había escogido. Así iniciaron una conversación que al poco tiempo se convirtió en una gran amistad. ”Recuerdo que siempre fuimos muy honestos, desde el principio, nos contábamos todo con la verdad. él me dijo que era de España, me enviaba algunas direcciones para ver fotos de Barcelona, era como comunicación sin ningún interés amoroso“. él fue el primero en mandarle su foto, y luego ella compartió la suya.
”Al cabo del tiempo, pasábamos demasiadas horas hablando hasta llegar el punto que necesitábamos la comunicación diaria… Yo pensaba que no era posible enamorarse de alguien que no conoces en persona“; sin embargo, continuaron durante año y medio la comunicación por chat, teléfono y cartas.
Diez meses más tarde, ya la amistad se había convertido en ”amor“. Planearon un encuentro en Barcelona, donde Marianela pasó un mes conociendo la vida de aquella persona extraña, que poco a poco se iba convirtiendo en su pareja. La química fue instantánea.
Meses después de conocerse, Marianela se mudó a Barcelona a probar la vida junto a Iván. Pudo trabajar en su carrera y se adaptó muy bien a la vida en España. Se casaron en una ceremonia por lo civil, sin hacer mucha bulla. ”Yo no necesitaba la fiesta ni celebración, estar segura de que mi pareja era para mí, bastaba“, asegura.
Hace algunos años los mudaron a Tarragona, a una hora de Barcelona, y es ahí donde viven y tuvieron a su primer hijo –luego de diez años de matrimonio– al que llamaron Iván. ”Tener un niño en Europa te corta radicalmente la parte profesional, por lo que tienes que pensarlo bien. Lo decidimos después de diez años de relación y estamos felices“.
El 9 de julio de este año cumplieron 14 años de casados y confiesan que hasta ellos mismos, al mirar atrás y recordar, se asombran por la manera en que sus vidas se juntaron. Sienten que el hecho de haberse conocido por otros medios, pero siendo auténticos, hizo que sentaran bases sólidas para un matrimonio feliz y duradero.
La vida de Marianela en España la hace feliz y no se arrepiente ni un segundo de haber realizado los pasos que la llevaron a compartir con un ”desconocido“ a la distancia.
”No dudo que haber sido honestos y sinceros al principio fue la base del éxito de nuestra relación. No hemos seguido el patrón de la sociedad, hemos sido radicales de cierta forma, pero porque nos gusta así, a nuestra manera. Si no, no estaría tan contenta… porque a la familia y amigos, los extraño muchísimo…“, concluye Marianela.
La red como líder
Un informe publicado recientemente por la Academia Nacional de las Ciencias de Estados Unidos, tras consultar a 20 mil parejas que se habían formado entre 2005 y 2012, señaló que el 35% de ellas se habían conocido a través de internet y que tan solo el 7% se había separado. Un estudio que contradice la tesis habitual mantenida por muchos expertos, que hace énfasis en los aspectos negativos de las relaciones online.
Empezar una relación online ya no es algo inusual. Quienes lo han hecho afirman que lo importante es la calidad y cantidad de empeño y sinceridad que la persona le dedique a su búsqueda por la pareja ideal. No nos sorprende, pues, que hoy en día uno de cada ocho matrimonios haya comenzado en la red y que cada día más personas utilicen este método para conseguir a su media naranja.
Fotos:
Cortesía de Mariana Nuñez
Cortesía de Marianela Olivares Castillo
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