Aventura que es ¡pura vida, ma’e!

Marti Ostrander de Carney |

3 marzo, 2017

El alma aventurera y el amor a la naturaleza se pueden saciar en Costa Rica. A tan solo una hora por avión de la ciudad de Panamá, o siete horas en auto, encontrará desde canopies donde se puede lanzar como Superman, hasta volcanes activos que se pueden escalar. ¡Es el paraíso del aventurero!

A la vuelta de la esquina    

“Costa Rica tiene un atractivo muy especial por su naturaleza y geografía. A pesar de ser un país pequeño, tenemos volcanes, cordilleras y hermosas playas, tanto en el océano Pacífico como en el mar Caribe. Esto hace que tengamos una gran biodiversidad para disfrutar, ofreciendo opciones diversas para conocer a lo largo del país”, cuenta María Vargas, una costarricense que vive en Panamá desde hace dos años.

Costa Rica es el país de la región que mejor ha desarrollado una infraestructura y un sistema de servicio al ecoturismo. Ha sabido diversificarse y tener de todo para todos, desde el más aventurero hasta para quien solo busca un relax en la playa o montaña.

Para los aventureros, los tours en kayaks son una alternativa interesante para conocer mejor el país y sus poblados.

Esto lo comprobó Isabel, panameña que “descubrió” Costa Rica luego de ir a un curso del INCAE, prestigiosa universidad cuya sede está en San José, la capital. Por recomendación de sus compañeros, ella decidió quedarse una semana adicional explorando su interior. “Hay muchos pueblitos de playa donde puedes llegar y quedarte en una cabaña, y disfrutar de restaurantes y muchas actividades. Yo fui a playa Flamingo y monté a caballo por la playa, alquilé motos por la montaña, hice parasailing, fui a escalar y me tiré en canopy”. Tenía todo a menos de una hora de distancia, nos cuenta. Ella también se aventuró al volcán Arenal. “Fue una superexperiencia. Y después, bajé y me relajé en las aguas termales. ¡Cada vez que me acuerdo me dan ganas de ir de vuelta!”, comenta emocionada.

Además de la adrenalina, Costa Rica ofrece biodiversidad. En sus 51,000 kilómetros cuadrados hay 13,000 especies de plantas; 4,500 especies de mariposas; 163 variedades de anfibios; 220 variedades de reptiles y, al menos, 870 tipos de aves.

A la hora de planificar un viaje, puede hacerlo de acuerdo a lo que busca –ya sea aventura, relax, playa o familia–, o de acuerdo a la geografía. En el área del Atlántico hay varios lugares, como Puntarenas o Arenal, que son famosos y excelentes para el turista. En el Pacífico, el área de Jacó, de playa Flamingo (Guanacaste), o cerca del Parque Nacional Manuel Antonio son sitios recomendados para visitar. Por temas prácticos, aquí se los colocamos en base a las preferencias de cada persona.

Adrenalina pura

Costa Rica ha sabido explotar el alma aventurera de sus visitantes de una forma segura y divertida. Y, como cuenta Isabel, sus canopies, o tirolesas, son excelentes.

Utilizando estructuras sofisticadas como grúas de construcción y equipo de escalar montañas, en Costa Rica se han construido los canopies más largos de la región, como el Canopy sobre 11 Cataratas en las montañas del cantón de Montes de Oro. Este pasa por encima de mar, selva y 11 cascadas, donde a lo largo de 25 líneas de cable la persona va colgando de un arnés. Para concluir todo el circuito también toca hacer algo de rappeling y pasar un puente colgante. Está ubicado en Jacó, en el área Pacífico, y se puede llegar manejando un par de horas desde la capital.

Costa Rica es famoso por sus tirolesas o canopies; la más larga de la región está aquí, y pasa sobre 11 cataratas

El Superman Zipline permite deslizarse boca abajo –como dice su nombre, tal cual Superman–, cruzando 13 líneas de cable, mientras observa la vista del golfo de Nicoya, el río Caña y plantaciones de teca. Este también está en el Pacífico, cerca de las playas de Manuel Antonio.

Algo más “light” –con los pies plantados– son los teleféricos. Estos son góndolas abiertas donde se acomodan entre cuatro y nueve personas, y pasan también sobre parques naturales en áreas como Arenal, Jacó, Limón y Guapiles.

Teleférico sobre el río Tárcoles, en el Pacífico de Costa Rica.

En el Pacífico, en Turu Ba Ri, el mismo parque de naturaleza y aventura que alberga el Superman Zipline, hay un teleférico con un recorrido de 670 metros que proporciona unas vistas espectaculares de la exuberancia tropical de la que goza Costa Rica. El imponente teleférico se usa para llegar a un área enorme de jardín donde se ofrecen tours de la naturaleza, los cuales incluyen un recorrido guiado por senderos y visitas al iguanario, al mariposario, así como a los jardines de orquídeas y bromelias, dentro de un área de 220 hectáreas.

En el Pacífico también hay otro teleférico, específicamente en Jacó, dentro de un proyecto enorme de bosque tropical, pasando por cascadas y con vistas de la costa. También tiene un jardín con plantas medicinales, guías para avistamiento de aves, un serpentario y una galería de heliconias. Son 18 góndolas de nueve pasajeros cada una, y también cuenta con un guía.

En el Atlántico se recomienda el Teleférico del Bosque Lluvioso, a solo una hora de San José. Es una reserva privada de 1,200 acres que colinda con el Parque Nacional Braulio Carrillo, repleto de plantas y animales protegidos. El viaje en teleférico es de 2.6 kilómetros –una hora y media–, y se da acompañado de un guía. En esta área, si desea quedarse a dormir hay cabañas rústicas, con base de piedra y de madera, cada una con su terraza.

Si busca algo aún más extremo, hay varios lugares para hacer bungee jumping –saltar de una plataforma agarrado de un cable–. El más popular es en Monteverde, con un salto de 265 pies, que equivale a saltar de un edificio de 30 pisos. También puede hacer swing extremo, o columpiarse de una cuerda a esta misma altura, o simplemente caminar por un puente colgante casi tocando el cielo, mientras pasa sobre las copas de los árboles.

Si escalar volcanes es lo suyo, ¡Costa Rica cuenta con varios! El volcán Poas queda cerca de la capital. Es un volcán activo a 8,884 pies sobre el nivel del mar. Se puede llegar hasta el borde del cráter y ver la humeante caldera abajo, junto al lago Botos que llena otro cráter cercano. Al bajar de la cima, puede llegar a los jardines de La Paz, una reserva natural con cientos de trillos y especies, así como un serpentario rodeado de cascadas.

El volcán Poas está en el centro del país, a tan solo 45 kilómetros al noroeste de la capital. Existe la costumbre de ascender al volcán Poas en una especie de peregrinación el 19 de marzo de cada año, cuando se conmemora el día de San José.

Más al norte, y cercano al Atlántico, está el volcán Arenal, de 5,357 pies de alto.  Imponente, con una forma simétrica, hasta el 2010 fue el volcán más activo del país. El volcán es parte del Parque Nacional Arenal, que también cuenta con otro volcán, el Chato, que ha estado inactivo y es un poco más chico, de 3,500 pies. En su cráter cuenta con una laguna, ideal para tomar fotos espectaculares.

Y después de escalar los tres volcanes, ¡aguas termales! O una sesión de windsurfing en el lago Arenal. En ambos volcanes encuentra resorts de primera categoría o cabañas más rústicas para relajarse luego de la escalada.

Contacto directo

Luego de toda la emoción, el contacto con la naturaleza es otra opción que brinda Costa Rica. Igual que Panamá, es una de las regiones con mayor diversidad en su entorno, con 20 parques naturales y ocho reservas biológicas.

El Parque Nacional Tortuguero, en el Atlántico, es un lugar espectacular para observar la biodiversidad del país y, como dice su nombre, conocer de cerca el ciclo de vida de las tortugas. El parque tiene 11 hábitats diferentes, incluyendo manglares, bosque lluvioso, lagunas y playa. Así, se convive de una forma directa con los animales que habitan estas áreas, como cocodrilos, manatíes y nutrias. Hay variedad de actividades que se pueden realizar en familia, como montar a caballo, escalar, o hacer giras para observar aves. Dentro del parque está el Evergreen Lodge, ideal para un almuerzo.

Los tucanes abundan en los bosques centroamericanos.

Otro parque nacional digno de visitar es Palo Verde, en Guanacaste, provincia localizada en el extremo noroeste del país. Aquí puede pasear en un bote por el río Tempisque, donde podrá practicar el avistamiento de diversas aves –como guacamayas escarlata e ibis blanco–, una de las actividades más gustadas en este bosque tropical seco.

Y si además de visitar Costa Rica quiere ser voluntario y apoyar a la naturaleza, Proyecto Asís es el lugar. Localizado a 30 minutos de la comunidad La Fortuna, en la parte centro-norte del país, aquí viven animales que han sido rescatados. Se puede visitar o ser voluntario por medio día, lo que implica ayudar a alimentar a los animales, y construir o reparar jaulas, entre otras labores.

Playa, brisa y mar…

¿Solo quiere playa brisa y mar? Al igual que en Panamá, en Costa Rica puede escoger entre el Atlántico y el Pacífico, y en ambas costas tiene lugares con diversión y aventura.

Según Tripadvisor.com, las mejores playas de Costa Rica son Santa Teresa y Manuel Antonio, en Puntarenas; playa Naranjo, playa Avellana y playa Flamingo, en Guanacaste y, en el Caribe, las arenas blancas alrededor de Tortuguero.

Una de las áreas de playa más populares es el área de Flamingo, en el Pacífico, donde hay varias playas de arenas blancas, como Tamarindo. Hay de todo que hacer: snorkling, kayaking, stand up paddle y paseos en catamarán. También alquilan vehículos para todo terreno para dar una vuelta por las montañas cercanas.

Otras playas famosas del Pacífico están por el área de Jacó, donde es muy popular montar a caballo a la orilla del mar. Si busca algo más emocionante, alquilan botes para salir a pescar en aguas profundas, en busca de marlines y peces picudos (siempre con la política de “catch and release”, o atrape y suelte). En Jacó también ofrecen parapente, que es un vuelo libre con paracaídas. Para los amantes del buceo y el snorkeling hay cinco o seis playas famosas, entre estas las islas Catalina.

La urbe

Si tiene poco tiempo y solo va a visitar la ciudad, María recomienda visitar el centro de San José, el Teatro Nacional –que ha sido declarado monumento nacional–, el Museo de Oro Precolombino y el Museo de Jade.

El Teatro Nacional de Costa Rica, en San José, abrió al público en 1897.

El Teatro Nacional ofrece el servicio de visitas guiadas en español e inglés, cada hora, de martes a domingo. El Museo de Oro Precolombino debe ser una parada obligatoria, pues cuenta con una colección de objetos que reflejan la vida de los pueblos que ocuparon esa área antes de ser conquistados. La exhibición muestra el uso y la función de las piezas, la tecnología, así como la relación con la naturaleza y la vida diaria de estos grupos humanos. Mientras, en el Museo de Jade encuentra una colección con una gama de artefactos de cerámica, hueso, madera, concha y piedra; sin embargo, su principal atractivo es la gran cantidad de piezas hechas con piedras semipreciosas. Se dice que esta es la colección más grande del mundo de estas piedras.

Para todos los gustos

Costa Rica es un destino cercano que tiene algo para cada quien y que cuenta con una amplia oferta de actividades entretenidas y completamente variadas. Definitivamente, un paseíto a nuestro país vecino no vendría nada mal.

Fotos: © iStock Photos

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