De idea a realidad

Patricia Aramburú |

6 julio, 2015

Al pensar en emprendimiento dos palabras vienen a la mente: valentía y determinación, dos cualidades que se necesitan para emprender. Eso es lo que están haciendo estos y muchos otros panameños que trabajan por su pasión.

Cuando pensamos más allá de una idea, y la ponemos en acción, estamos emprendiendo un desafío, un reto. No es fácil ni sencillo, pero es el camino que han escogido quienes ponen en marcha sus ideas y con arduo trabajo empiezan a ver los frutos de su pasión.

En Exclusiva conoció la historia detrás de los fabulosos emprendimientos de marcas auténticamente panameñas que nacieron de la mente de jóvenes panameños visionarios con ganas de aportar a la economía con su talento y dedicación. Ninguno de estos emprendedores estudiaron carrera para hacer lo que se dedican hoy en día, lo que consideran su pasión. Sin embargo, la experiencia de obtener un título les ayudó e impulsó para perseguir sus sueños. Les contamos sus historias.

Rescatando la cutarra

San7é Cutarras tiene como objetivo rescatar la tradición de confección de cutarras a través de su modernización y comercialización, manteniendo su esencia, con bases autóctonas.

San7é Cutarras tiene como objetivo rescatar la tradición de confección de cutarras a través de su modernización y comercialización, manteniendo su esencia, con bases autóctonas.

La cutarra, sinónimo masculino del folclor panameño y del esfuerzo del campesino, ha sido fuente de inspiración para Nayleen Quintero y Jony Cedeño ‒ambos de 27 años de edad, criados en Los Santos‒ para la creación de la marca San7é (Santé) Cutarras con la que buscan rescatar este símbolo nacional a través de un enfoque moderno y más cómodo del calzado folclórico tradicional.

Una vez graduados del colegio en el interior, ambos se mudaron por su cuenta a la capital para estudiar en la universidad y perseguir sus sueños. Habían cursado juntos la secundaria y tenían la misma edad, pero nunca imaginaron lo que les deparaba el destino.

A raíz de formar parte por seis meses del proyecto Acelerador de Empresas de la Ciudad del Saber, donde Nayleen realizó un estudio para abrir su propio negocio, una casa de música en Las Tablas, nace la idea de rescatar la cutarra. El proyecto musical nunca se llevó a cabo, pero a raíz de este estudio y análisis con otras emprendedoras nació la idea de desarrollar un solo aspecto de su idea general: salvar la cutarra.

“Mi papá, como violinista y compositor, me inculcó desde chica el amor por lo autóctono. Las cutarras es el estandarte de los valores para los cuales fui criada, y en ese momento todo hizo sentido”, asegura Quintero, quien propuso la idea a varias amistades hasta que llegó a la persona indicada, su amigo de la infancia Jony, quien ha sido su aliado en esta aventura.

¿Qué les hizo poner en práctica su idea?

Cuando supimos que la idea era buena, empezamos a investigar la manera en que la llevaríamos a cabo. La cutarra autóctona es muy incómoda, es cuero sin terminado. Tanto nuestros amigos como nosotros teníamos cutarras porque simplemente las amamos y no nos importaba que nos hicieran daño, pero la idea era estilizarlas, buscar cuero que fuera cómodo, en colores vivos.

Encontramos el cuero que necesitábamos. Ya teníamos las pinturas traídas de Estados Unidos. Hicimos un prototipo de las cutarras con los artesanos –en Los Santos y Chitré–, las usamos durante un mes y vimos el interés de mucha gente en llevarlas también. Esto nos motivó y pensamos en un nombre que tuviera un significado. Diseñamos el logo, creamos la cuenta de Instagram @San7cutarras e hicimos una campaña de lanzamiento que nos ayudó a realizar las primera ventas. Así arrancamos por pedidos el 15 de septiembre de 2014.

¿Qué obstáculos encontraron en el camino?

La mano de obra es un reto. Todo es hecho a mano por los artesanos. La gente tiene que esperar 30 días una vez realiza el pedido para poder tener sus cutarras. Entregábamos la cutarra hecha “a la medida” de la persona y aún así algunas no encajaban bien. De manera que nos pusimos la meta de adquirir una máquina en Colombia. Realizamos una campaña en la plataforma digital “Costéame”, donde hubo personas que creyeron en el proyecto y nos donaron a cambio de recompensas, para que nosotros pudiésemos recaudar el capital que nos ayudara a comprar la máquina (que tiene un valor de 15 mil dólares) para cortar la horma, tiras y estandarizar el tamaño de la plantilla. Logramos recaudar 6,655 dólares de 90 costeadores que se unieron a nuestra causa, y estamos muy agradecidos.

¿Cómo ves el futuro de San7é Cutarras y su legado?

Parte del rescate que quisiéramos lograr está en que las cutarras sigan elaborándose por nuestros artesanos; que haya un legado por parte de ellos a aquellos jóvenes interesados en trabajar en la industria de confección de cutarras, que es al final lo que queremos impulsar e inyectar. De igual manera, estamos protegiendo el concepto de lo que es una cutarra y su significado, para evitar que haya imitación y nos dañe el mercado del arte de la confección.

Nuestro objetivo es seguir aportando a la cultura de la artesanía en Panamá y a mantener vivo el folclor. Fuimos invitados por el MICI a formar parte de la Feria Internacional de Artesanías en Nueva York, en agosto, lo cual nos tiene muy motivados.

Con base orgánica

En la búsqueda de una solución personal para llevar una vida más orgánica, Isabella Neira se encontró con una demanda que la llevó a crear su propia marca de productos orgánicos para la piel, y hace un año fundó Nativo Skin Care.

En la búsqueda de una solución personal para llevar una vida más orgánica, Isabella Neira se encontró con una demanda que la llevó a crear su propia marca de productos orgánicos para la piel, y hace un año fundó Nativo Skin Care.

Isabella Neira es una panameña de 27 años que siempre ha sentido curiosidad e interés por lo orgánico y tiene nueve años preocupándose por los químicos que consume. Cuando regresó a Panamá, –luego de estudiar una doble licenciatura en Estados Unidos y luego de tomar una maestría en Italia–, no encontraba productos que cumplieran con sus requisitos. Por ende, se puso la tarea de confeccionar sus propias cremas y lociones a base de ingredientes orgánicos.

“El año pasado se comenzó a regar la voz acerca de lo que estaba haciendo y personas que no conocía me preguntaban si se las podía vender… tres meses después nace NATIVO”, recuerda Neira. Le tomó tres meses bautizar su línea con el nombre adecuado. Quería que tuviera relación con la naturaleza, con Panamá, que terminara en O y que fuese en español. Un día escuchó la palabra “native” y enseguida se le vino “nativo” a la mente. Ha sido un año de cambios radicales pero satisfactorios. Poder ver crecer el interés hacia su marca por personas que confían en su mano de obra, y soñar con un futuro brillante.

¿Qué herramientas necesitaste para empezar?

El capital fue de 200 dólares para hacer mis productos y con la ganancia se compraba el próximo pedido. Los productos tuvieron muchísima aceptación y ayudó el que las personas me conocían por ser meticulosa con lo que me pongo. Esto dio validación a los productos.

¿Tuviste que tomar cursos de algún tipo para iniciar?

Me baso en el herbalismo y aromaterapia para crear los productos. He leído a profundidad acerca de los químicos utilizados en los productos convencionales, sus implicaciones y consecuencias. Asimismo, he dedicado la mayoría de mi tiempo en educarme en el poder medicinal de las plantas y sus beneficios. Planeo atender clases para validar lo que sé y mantener una educación constante sobre el tema.

¿Cuáles son tus bestsellers?

El elíxir es el más vendido. Es un tratamiento facial, tipo tónico, que te ayuda a eliminar irritaciones de piel. He recibido comentarios muy positivos de quienes lo han probado. Otro que ha gustado es el desodorante en crema, 100 % orgánico. No te tapa los poros y tiene varios ingredientes antibacteriales, como aceite de árbol de té, bicarbonato de soda, aceite de neem, que evitan el mal olor.

Neira se basa en el herbalismo y la aromaterapia para crear los productos. Su bestseller es el Elixir, un tratamiento facial, tipo tónico, que te ayuda a eliminar irritaciones de la piel.

Neira se basa en el herbalismo y la aromaterapia para crear los productos. Su bestseller es el Elixir, un tratamiento facial, tipo tónico, que te ayuda a eliminar irritaciones de la piel.

¿Cómo es tu proceso de producción?

Es artesanal, somos los ingredientes y yo. Es un proceso muy intuitivo y creativo; me hace feliz saber que un poco de mi energía positiva es parte del producto. Tres días a la semana estoy en el estudio formulando, dos en la calle y en las noches trabajo en la computadora. Los lotes de inventario semanales dependen de los pedidos. A medida en que los clientes van pidiendo, se va produciendo.

¿Trabajas sola?

Hasta diciembre del año pasado era solo yo en todos los aspectos, desde la formulación, embotellar, etiquetar, mercadeo, administración, etc. Mi esposo es abogado y me mantiene organizada. Este año conseguí a una persona que me ayudará. Pero todavía tengo y quiero estar pendiente de todo. NATIVO es mi bebé y yo soy una mamá helicóptero.

¿Qué planes tienes en mente para tu marca a corto plazo?

Crear consciencia de los beneficios de utilizar productos orgánicos y las consecuencias de los químicos en la piel, darnos a conocer más en Panamá e introducirnos en otros países (Instagram: @nativoskincare). En abril comenzamos a vender los productos en la página web de Urban Outfitters. Un sueño hecho realidad, el que una pequeña marca panameña haya podido entrar a la selección de esta tienda con más de 190 locales en USA y Canadá. ¡Todavía no me lo creo!

¿Qué futuro sueñas para tu marca?

El poder orgullosamente representar a Panamá en el ámbito de la belleza mundial. Soñar no cuesta nada, pero más importante es invertir en hacerlos realidad. Creo fielmente en lo que hago y en el cambio positivo que estoy tratando de crear.

Dar el primer paso

Rivca Zayat, de 23 años, es la cabeza detrás de Fit Seed, una empresa cuyo objetivo es complacer los paladares de aquellos que buscan una vida basada en ingredientes orgánicos y naturales.

Rivca Zayat, de 23 años, es la cabeza detrás de Fit Seed, una empresa cuyo objetivo es complacer los paladares de aquellos que buscan una vida basada en ingredientes orgánicos y naturales.

Para emprender no hay límite de edad. Prueba de ello es el caso de Rivca Zayat, una joven de solamente 23 años que emprendió su propio negocio hace un año y ya está viendo los frutos de su empeño y dedicación.

Un profesor en su último año de universidad la impulsó a crear una idea de negocio y no tener miedo a dar el primer paso, hecho que prendió el foco del emprendimiento en esta joven. Con el nombre que ideó en su proyecto universitario, Fit Seed “Let health and fitness grow”, creó una página en Instagram donde compartía con sus pocos seguidores iniciales su pasión por el buen comer y la vida saludable.

¿Cómo empezaste?

Ni siquiera tenía logo ni cámara profesional, pero abrí mi página en Instagram (@fitseed). Lo importante es dar ese primer paso. Tenía miedo y mis amistades me decían que esperara a estar más organizada, pero seguí mi instinto y, poco a poco, fui encontrando mi nicho y lo que me caracterizaba y diferenciaba de los demás. Fui perfeccionando mi fotografía; diseñé el logo; me inscribí en concursos internacionales y sentía que tenía éxito. Así, me fui dando a conocer y, poco a poco, la comunidad me fue dando su feedback, incentivándome para crecer hasta lo que soy hoy en día.

Claro que encontró obstáculos en el camino. Llegó un momento en que el cansancio por la demanda le estaba afectando su salud mental y física. Entonces, fue el momento de tomar una decisión: invertir para convertirlo en una empresa o dejar de hacerlo. La segunda no era opción. “Cuando logré completar mi primer pedido de cero, porque ni cajas tenía, me di cuenta que esto se podía convertir en un negocio”, nos cuenta.

A solo dos años de haber sido creada, Fit Seed cuenta con una comunidad de más de 75 mil seguidores en Instagram. Su receta ha sido inyectarle pasión a lo que hace.

A solo dos años de haber sido creada, Fit Seed cuenta con una comunidad de más de 75 mil seguidores en Instagram. Su receta ha sido inyectarle pasión a lo que hace.

Dos años después, a sus 23 años, Rivca decidió invertir para abrir su local de catering Fit Seed, donde con la ayuda de su hermana y su cocinera de infancia como aliadas, ha logrado crear una comunidad de seguidores y fieles consumidores.

Fit Seed complace los paladares de aquellos que buscan una vida basada en ingredientes orgánicos y naturales. Hoy en día cuenta con más de 75 mil seguidores en Instagram, ha sido invitada a dar charlas, a participar en concursos y, recientemente, fue nombrada embajadora de Nike Panamá. Su receta: inyectarle pasión a lo que disfrutas hacer, compartirla con los demás y serás remunerado.

Llamado a futuras empresarias

Más de 700 mujeres con una idea u oportunidad de negocio en el mercado y con la motivación por emprender a tiempo completo aplicaron el mes pasado al proyecto Canal de Empresarias de la Fundación Ciudad del Saber, que busca la promoción de un ecosistema favorable al emprendimiento femenino en Panamá.

El proyecto Canal de Empresarias pretende impulsar una mayor participación de las mujeres en los emprendimientos que el actual contexto empresarial panameño favorece, promoviendo en paralelo los cambios necesarios para crear en el país un ecosistema empresarial más equilibrado e incluyente para las mujeres.

El proyecto tiene una cobertura nacional, con  eventos y capacitaciones presenciales dirigidos a las  emprendedoras seleccionadas en las provincias de Panamá, Chiriquí y Herrera.

Toda emprendedora o empresaria que desee participar en un futuro en este proyecto puede buscar obtener mayor información en:

http://canal-empresarias.ciudaddelsaber.org.

Fotos: Tito Herrera

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