Detrás de un clic

Carlos Chamorro |

19 abril, 2018

Cada día, cientos de miles de artículos son comprados y entregados en un abrir y cerrar de ojos alrededor del planeta. El “despacho” cibernético va mucho más allá de lo que usted se imagina.

Hoy en día, no importa dónde estés o de dónde sea el producto que quieres, puedes comprarlo desde tu celular y hacer que te lo lleven a la puerta de tu casa en cuestión de días o incluso horas. Casi sin planearlo, nuestras preferencias de compra forzaron al mercado a cambiar ante las exigencias de un consumidor que disfruta dominar cómo adquiere sus bienes en un escenario globalizado y acostumbrado a la rapidez del internet.

Amazon empezó en 1995 como una página web que vendía libros. Hoy en día, las posibilidades de compra son casi infinitas.

Y aquí lo interesante es analizar cómo, con solo apretar un botón, entran en movimiento miles de pasos logísticos de los que nunca nos enteramos, pero que resultan en algo muy conveniente para nuestro día a día.

¿Quieres saber qué pasa después de cada uno de tus clics? Lo primero es lo primero. Para entender el tema debemos hablar sobre los pesos pesados en el mundo del E-commerce o comercio en línea: Amazon y Alibaba, dos de las tiendas más grandes del mundo que, irónicamente, no tienen ningún establecimiento físico. Y es que al final y si lo analizamos fríamente, estas compañías, más que tiendas, son empresas expertas en logística que resulta que venden productos. Al tener esta pericia, las opciones son infinitas pues en un mundo globalizado nosotros, los consumidores, queremos más cosas y las queremos más rápido.

Aunque parecen similares, Amazon y Alibaba tienen modelos de negocio bastante diferentes. Empecemos con Amazon. Comenzó en 1995 como una página web que se encargaba de vender libros. De hecho, en 1995 vendió su primer libro en un pequeño garaje de Jeff Bezos, en Seattle. Arrancó justo en el boom de los “dotcom” y aprovechó una oportunidad que se desarrollaba gracias a todo este tema del internet. Hoy, esta compañía maneja su propio inventario, sus propias bodegas y puntos de distribución en varias localidades de Estados Unidos y algunos otros países como México, Francia, Alemania, Italia, China, India y Japón, entre otros. El crecimiento de Amazon ha sido increíble y cada día mejora la experiencia de compra online y la velocidad con que despacha sus productos. Hace poco anunciaron que prontamente lanzarán su propia compañía de entrega, la cual le hará competencia directa a UPS, FedEx y DHL. La meta de Amazon es manejar el 100% de la cadena de distribución para poder controlar todo el proceso y poder cumplir todas las garantías que prometen. ¿Sabías que, en Amazon, dentro de Estados Unidos, puedes pedir helado y la entrega es tan rápida que cuando el helado llega aún está congelado?

Vista aérea del centro de distribución de Amazon en Alemania.

Sus bodegas —en las que se encuentran una infinidad de artículos en desorden, pero contenidos en una ubicación— funcionan de una manera muy peculiar y tienen dos métodos de trabajo para hacer el picking o acopiado de las órdenes. El primer método funciona casi como si uno estuviera haciendo el supermercado: una computadora recibe la orden y le muestra al empleado de bodega cuál es la ruta más corta y fácil para encontrar todos los productos dentro de la bodega y, luego, él hace su recorrido con una carretilla, la cual va llenando con los pedidos de los clientes. El otro método es más fácil para los humanos, pues es realizado enteramente por unos robots de piso que cargan los anaqueles y se movilizan mediante unas rutas predeterminadas dentro de la bodega y le llevan al bodeguero los datos de los anaqueles en donde se encuentra la mercancía que necesita para llenar el pedido. Después de hacer el picking, esta mercancía pasa a ser encajetada y debidamente codificada para que luego sea gestionada por largas correas y escáneres, los cuales distribuyen la mercancía a diferentes áreas de despacho en donde la mercancía será recogida, ya sea por camiones de Amazon, camiones de reparto o transporte para llevar la mercancía, entonces, a su próximo destino.

Hace un tiempo atrás, Amazon abrió las puertas a no solo vender sus propios inventarios, sino también a dejar a otras empresas usar su plataforma para hacer negocios. En esta mecánica, la compañía o proveedora tiene la opción de despachar directo o de despacharle a Amazon para que esta se encargue de la logística. Además de su tienda online, Amazon también ha incursionado en el mundo de las tiendas físicas o mejor conocidas como “brick and mortar” en donde buscan más que todo cambiar el sistema de retailing para siempre. Su última tienda llamada Amazon Go es un pequeño supermercado o tienda de conveniencia en donde no existen las cajeras ni las filas, solamente entras y enseñas el código de barra del app que está ligada a tu cuenta de Amazon, agarras lo que quieres y simplemente sales por la puerta, pues todo es cargado automáticamente a tu cuenta de Amazon y cobrado a la tarjeta de crédito que tienes ligada.

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El homólogo chino de Amazon, Alibaba, fue fundado en 1999 y es un conglomerado de varias compañías que se enfocan principalmente en el E-commerce. Su cofundador, Jack Ma (Ma Yun), tiene una historia increíble. Después de una vida llena de tropiezos y constantes fracasos decidió ayudar a China a entrar en todo el universo del internet y lanzó una página web llamada “China Yellow Pages” (Páginas Amarillas de China) y, con esto, inició un movimiento que transformaría a la nación asiática. Alibaba tiene sus semejanzas con Amazon, pero su modelo de negocios es algo diferente. Sigue siendo una plataforma donde puedes comprar casi todo vía web, pero en vez de tener inventarios y vender productos ellos son un enlace directo con las pequeñas, medianas y grandes empresas que se encargan de manufacturar cualquier producto que quieras. Cuando tú pides algo en Alibaba, literalmente estás contactando a la persona que se encarga de manufacturar el producto que quieres; inclusive, puedes mandar a hacer un producto que tú mismo diseñaste y que quieres sacar a la venta. Alibaba no maneja la logística tampoco, pero ellos negocian con las empresas que se encargan de la misma para tener tarifas especiales y cumplimientos en tiempos de entrega.

Su próximo plan es armar una red de empresas logísticas para asegurar la entrega de los productos en los tiempos esperados. También cuentan con un sistema de pago llamado “Alipay”, el cual globaliza su página para que cualquier persona pueda usar la plataforma. Funciona bajo el método en el que uno deposita el dinero y el mismo es retenido hasta que el cliente reciba el producto. Una vez recibido es entonces liberado hacia el proveedor. De esta manera, uno se puede asegurar de que el producto es terminado y entregado.

Alibaba también cuenta con bodegas de mercancía para vender, con un modelo similar al de Amazon, y estas ventas las hace a través de otras páginas web llamadas www.tmall.com y www.taobao.com. Las bodegas funcionan bastante similares a las de Amazon en donde también dependen de robots que mueven los anaqueles de mercancía para facilitar el proceso de picking.

Las ventas de este conglomerado han crecido de manera increíble en los últimos años. Si tú piensas que Black Friday es un buen día de ventas, es porque no has conocido Singles Day. Este día de compras fue inventado en los 90 en alguna parte de China en donde celebran a las personas solteras. Singles Day es el 11 de noviembre y aquí la compañía vio una oportunidad de ventas. Para que tengas una idea de lo grande que es, en 2017 Tmall y Taobao facturaron 25 billones de dólares solamente en ese día. En comparación, en Black Friday de 2017 todo Estados Unidos hizo compras online que sumaron 5 billones.

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A medida que el tiempo pase, nuestra dependencia en robots para el trabajo de logística irá creciendo. Gracias a ellos, las bodegas de estas dos grandes empresas y de otras en el mundo funcionan como un reloj suizo reduciendo el despacho de la mercancía al mínimo. Y para quienes estamos del otro lado de la pantalla, lo que pasa detrás de cada clic seguirá siendo imperceptible y no nos quitará el sueño, siempre y cuando se nos brinde la mejor experiencia de compra posible.

Fotos: Getty Images

 

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