La cajita de sorpresas que traen las nuevas generaciones
¡Abran los ojos, millennials! Las nuevas generaciones que aún están en las escuelas o comenzando la universidad los sorprenderán y romperán más esquemas.
Cada generación trajo su propia caja de sorpresas bajo el brazo, una llena de características correspondientes a la época en que nació y creció, influida muchas veces por grandes acontecimientos históricos y por los avances del ser humano, hayan sido tecnológicos o de cualquier otra índole. A cada generación le tocó amoldarse a las circunstancias negativas o positivas que vivió, pero a la larga todas se las ingeniaron para desarrollarse exitosamente. Ahora, están entre nosotros los llamados centennials y los alpha.
En Exclusiva hace un recorrido generacional hasta estas dos últimas generaciones, que están dando mucho de qué hablar. ¡Veamos qué cajita de sorpresas nos trae cada una y qué debemos aprender de ellas!
Generaciones al desnudo
Desde principios del siglo pasado se vienen clasificando las diferentes generaciones. Así, a los nacidos desde 1901 hasta mediados de los años 40 se les llama tradicionalistas, quienes son los que vivieron el crack bursátil de 1929 y las dos guerras mundiales. Son considerados disciplinados, pacientes y seguidores de las cadenas de mando.
Los nacidos durante la posguerra, los baby boomers, son tildados como idealistas y competitivos. A los nacidos y criados entre mediados de los años 60 y 1980 los conocemos como la generación X, primera en obtener títulos universitarios, devengar más que sus padres y recibir información global.
Luego, están los millennials o generación Y, nacidos entre 1981 y 1994, educados con reforzamiento positivo y muchas opciones, pese al miedo causado por el terrorismo internacional. Este grupo no solo se conforma con poseer una casa y formar una familia, sino con desarrollar más sus proyectos profesionales. Además, utilizan vastamente la tecnología.
Hoy día, dos nuevas generaciones florecen. Los llamados centennials o generación Z, que ya están cursando secundaria o la universidad, y los alpha, que están dando sus primeros pasos y cursando primaria. Se dice que estas generaciones nos harán reevaluar nuestros valores y la forma en que vemos la vida.
Centennials: pioneros digitales
Para este colectivo que nació aproximadamente entre 1995 y 2009 las redes sociales son uno de los motores de vida más importantes, no solo porque utilizan naturalmente diversos aparatos a la vez, sino porque manejan la información que les brindan los medios digitales de una forma nunca antes vista.
Así lo afirman los resultados que arrojó el libro 12-18 Centennials, una generación sin etiquetas, publicado por la Universidad Jorge Tadeo Lozano y la agencia de publicidad colombiana Sancho BBDO. La investigación analiza a esta generación a través de casi 250 entrevistas y 87 acompañamientos etnográficos con jóvenes colombianos de cuatro ciudades de Colombia y de todos los estratos sociales, con el fin de evitar perfilar a toda una generación basada solamente en la de Estados Unidos y Europa.
Catalina Rodríguez, directora del Departamento de Inteligencia y Consumidor, de Sancho BBDO, y quien dirigió la investigación por parte de esta agencia expresó en una entrevista con la revista colombiana Semana, publicada el 3 de febrero de 2019, que los miembros de la generación Z son los “verdaderos nativos digitales, porque esta sí es una generación que desde el momento cero tuvo acceso al mundo digital”.
No solo eso. Según añadió Rodríguez, este grupo ha estado tan expuesto a la información desde que nació, que se encuentra naturalmente más conectado con lo que sucede a su alrededor. Un claro ejemplo es su empatía con los problemas medioambientales, ya que “es la generación que más especies naturales ha visto desaparecer en el mundo, la que ha visto mayor escasez de agua y mayor cambio climático”.
Esto los lleva a mantener una postura diferente hacia el consumo y el uso del dinero, ya que para ellos prima la responsabilidad social, exigiendo que las marcas de hoy día tengan un compromiso real con la sostenibilidad, no solo con el objetivo de mantener o mejorar su imagen.
Por otro lado, Neus Soler, experta en marketing y profesora colaboradora de los Estudios de Economía y Empresa, de la Universitat Oberta de Catalunya (Universidad Abierta de Cataluña), UOC, señala que “los más jóvenes poseen una idea muy clara de la igualdad y la diversidad de raza y de cultura, porque ya han crecido así”. Quizá por esto demuestran más activismo social que sus antecesores.
Por otro lado, según las encuestas realizadas para la investigación del libro, los centennials se han dado cuenta de que estudiar una carrera no les garantiza una vida económica estable. De hecho, muchos son más autodidactas y autosuficientes, con ganas de emprender sus propios negocios desde jóvenes, en vez de trabajar para una empresa. Todo lo anterior pone en una encrucijada a los padres respecto a la crianza de sus hijos.
Y ahora viene saliendo del cascarón una generación todavía más joven que traerá muchas alegrías, pero también más desafíos que los centennials. Se trata de los alpha.
Alpha: con un chip diferente
¿Qué le deparará el futuro a este grupo, cuyos miembros más grandes andan con lonchera y los más pequeños apenas gateando o naciendo? ¿En qué trabajarán? ¿Cuál será su estilo de vida? Estas son solo algunas de las interrogantes que despiertan algo de incertidumbre en muchos de los millennials, la mayoría de los padres de los llamados alpha, término acuñado por el investigador Mark McCrindle, para designar a los nacidos del año 2010 en adelante.
Desde la barriga, los niños de esta generación vienen fuertemente expuestos a una tecnología que es cada vez más inteligente y con la que, en sus pocos años de vida, están interactuando y aprendiendo a desarrollarse de una forma completamente nueva, en un mundo en donde lo digital y lo físico se fusionan.
En la conferencia Los hijos de los millennials; conociendo a los alpha, realizada recientemente en Panamá, el especialista en Neurociencias aplicadas al mercadeo, Alejandro J. Fernández, expresó que “esta es la única generación con niños nacidos en este siglo que está compuesta en su totalidad por nativos digitales”.
Por esto, no es raro hoy día ver a un bebé de dos años jugando con un iPad o un iPhone. Estos chiquillos están conociendo el mundo a través de la tecnología y ella es naturalmente parte de sus actitudes y experiencias.
Y pese a que no se puede generalizar, no será extraño que vayan a crecer pegados a las redes sociales, a los youtubers e influencers (influentes o influyentes), alejándolos de los juegos tradicionales, la lectura y las relaciones sociales.
Según el estudio realizado por la agencia de comunicación global Hotwire, Entendiendo la generación alpha, algunos neurocientíficos y psicólogos creen que el cerebro cambia con la experiencia y el entorno que nos rodea y que las mentes de estos niños serán diferentes a las de las generaciones anteriores.
De igual manera, Mercedes Saturno, coordinadora académica de la Academia Interamericana de Panamá, AIP, con Maestría en Neuropsicología y Educación, comenta que las evidencias científicas están mostrando que el uso excesivo y sobre todo una exposición desde edades tempranas a la tecnología pueden estar afectando el desarrollo cerebral de los niños.
“Sustituir la interacción social, las actividades físicas y el juego activo por las pantallas, parece estar relacionado con las dificultades que están presentando nuestros niños en lograr destrezas necesarias para que se dé el aprendizaje. Esta digitalización podría afectar, por ejemplo, la adquisición de habilidades sociales que les permiten interactuar correctamente con sus pares; desarrollar un buen lenguaje para poder comunicarse efectivamente y mantener niveles de atención y autorregulación esperados que les permitan desenvolverse bien en distintos ambientes”, explica.
Sin embargo, para otros expertos la tecnología también puede brindar cambios positivos en ciertas habilidades de los niños. En algunos casos, los videojuegos podrían mejorar las capacidades cognitivas, la coordinación entre el ojo y las manos, la capacidad de cambiar de tarea así como su destreza visual.
Adicionalmente, Saturno agrega que al ellos poder acceder a muchas respuestas de sus propias preguntas e inquietudes son más autosuficientes e independientes, y que al estar expuestos a tanta información y operarla simultáneamente, manejan altas capacidades.
Por otro lado, uno de los grandes desafíos que le tocará enfrentar a esta generación es la inteligencia artificial. De acuerdo con un estudio de Oxford Economics, empresa británica líder en pronósticos globales y análisis cuantitativos, los robots podrían hacer perder 20 millones de trabajos para el 2030.
Así lo reafirmó Fernández mientras mostraba en la conferencia un vídeo de una prueba del robot que dentro de poco estacionará eficientemente automóviles particulares en el aeropuerto de Gatwick, en Londres. Esto indica que, al parecer, esta generación necesitará desarrollar habilidades técnicas altamente especializadas para poder encontrar un puesto.
Y, de acuerdo con Saturno, también deberán contar con habilidades y conocimientos fundamentales como la creatividad, la inteligencia emocional, la flexibilidad cognitiva, las matemáticas y la computación para poder desempeñar roles estratégicos en las empresas a quienes estas mismas generaciones les demandarán calidad de vida en sus trabajos con buenos salarios, buen ambiente y flexibilidad en sus horarios.
‘If it ain’t broke, don’t fix it’ (Si no está roto, no lo arregles)
No sé si para bien o para mal, los padres tratan de mantener y a veces imponer las costumbres y las formas de pensar que les inculcaron sus propios padres. Sin embargo, tal como presentamos aquí, estas nuevas generaciones traen cualidades dignas de adoptar tales como la tolerancia, la transparencia, el ser inclusivo y menos jerárquico, entre otras, y si ellas funcionan para lograr un mundo con menos divisiones, ¿para qué cambiarlas?
Así que, teniendo en cuenta estas tendencias que ya entraron en vigor, es el turno de los padres de mantenerse actualizados y alertas, en especial ustedes, los millennials, ya que son sus hijos los que pertenecen a las generaciones que están llegando. Es importante que vean cómo perciben el mundo a su alrededor, cuáles son sus aspiraciones y los retos que les esperan en el futuro cercano para así aprender a guiarlos y entenderlos.
-Incertidumbre: Si son padres dispuestos a poder esperar y ver las tendencias, pues les será menos difícil la crianza. Por el contrario, si no son capaces de tolerar las incertidumbres, tratarán de hacer cosas para llenar el vacío, sin saber si lo que están haciendo es lo correcto.
-Información: Hoy en día cualquier persona que tiene acceso a internet “nos puede vender hasta el agua tibia”. Si bien es cierto que los padres están más informados, también deben estar informados sobre si el contenido de la información es verdadero.
-Ser abiertos: Los padres deben dejarse guiar por sus hijos (con ciertos límites), ya que ellos (los hijos) tienen más conocimiento sobre lo que está pasando en el mundo. Deben estar abiertos a que los sistemas cambian y a que todos cambiamos con él. Por esto, es urgente preparar a los hijos con aptitudes, actitudes, pensamiento crítico y enseñarles a resolver problemas.
Fotos: Getty Images