La marea que se lleva la basura

Vanesa Restrepo de Rinkel |

25 mayo, 2018

La problemática de la basura en Panamá es una responsabilidad que no solo atañe a las autoridades, sino a cada uno de nosotros como ciudadanos. Marea Verde ya dio el primer paso demostrándonos que entre todos podemos tener un Panamá limpio.

Hay temas que no son agradables ni fáciles de resolver, pero que si no se les presta atención pueden acabar hasta con las mejores intenciones y obras. La basura, cuyo crecimiento ha repuntado de la mano del progreso, es uno de ellos. Y es que, pese a los esfuerzos de la Alcaldía de Panamá y la Autoridad de Aseo Urbano y Domiciliario (AAUD) por recolectarla, es una realidad que la basura sigue siendo una constante.

Nos hemos acostumbrado a ver toneladas de desechos como parte de nuestro entorno. Hay a quienes no les molesta y otros que lo consideran un problema que debe ser resuelto por otros. Lo cierto es que cuando hay iniciativas que buscan resolver un tema comunitario, sea cual fuera la causa o el responsable, es oportuno examinarlas y analizarlas con luces largas, pues bien podrían servir de ejemplo para otras comunidades a lo largo del país.

Un antes y un después. La limpieza constante está devolviendo la salud a los manglares y haciéndoles recobrar su valor ecosistémico.

Tal es el caso de lo que se ha venido haciendo en Costa del Este. Quien camine o transite por su malecón, o incluso quien se asome por el balcón de uno de sus edificios, verá un cambio positivo en sus manglares. Tan solo el año pasado veíamos una gran mancha blanca de basura que, como por arte de magia, se ha venido reduciendo cada vez más y tras este “milagro” se encuentra Marea Verde.


Manos a la obra

Creada por un grupo de ciudadanos preocupados por su entorno, Marea Verde es una organización sin fines de lucro cuyo nombre refleja la pasión que todos deberíamos sentir por tener un Panamá limpio que nos llene de orgullo, tal como nuestra selección de fútbol lo hace. Ese compromiso por lograr espacios libres de desechos constituye el eje central del plan de acción de Marea Verde, cuyo primer objetivo ha venido trabajando desde finales de septiembre del año pasado con la limpieza continua de los manglares que todos apreciamos en el área de Costa del Este, los cuales llevan quince años recibiendo todo tipo de desechos que bajan por el río Matías Hernández o son traídos por otras corrientes.

Mariloli de Humbert, Mirei Endara de Heras y Sandy Watemberg son el motor detrás de esta iniciativa que, pese a encontrarse en su fase inicial, ha ido tomando fuerza rápidamente.

Y es que este equipo de mujeres compone una exitosa fórmula en donde cada una aporta sus conocimientos, inquietudes y, ante todo, un alto grado de sensibilidad hacia el desperdicio y la correcta disposición de la basura.

Sandy, la más joven del grupo, se graduó hace un año de Estudios Ambientales de la Universidad de Brandeis y es la coordinadora de proyectos de Marea Verde. Junto a Mirei, exministra de Medio Ambiente con una vasta experiencia en temas ambientales, y Mariloli, una ciudadana con la firme convicción de que entre todos podemos hacer algo positivo por nuestro país, las tres dirigen el día a día de esta agrupación.

“Esta organización realmente surge como una inquietud de ciudadanos de una comunidad en la que, pese a las campañas de limpieza que se realizan cada año, continuábamos viendo mucha basura y un problema que no se resolvía”, explica Mirei.

Cinco veces a la semana, una cuadrilla de muchachos limpia una sección del área. La basura es metida en bolsas y luego llevada a Cerro Patacón. “Contratamos a unos muchachos y les pagamos por bolsa”, explica Mariloli, quien además agrega que esta actividad no solo les ha generado un empleo honrado y bien remunerado, sino que también los ha educado acerca del daño que produce la basura. “Se ha vuelto tan popular entre ellos que ahora no solo contamos con seis, sino con doce recolectores divididos en dos grupos”, enfatiza.

 

Anthony Mirones, José Castillo, Marco Jiménez, Omar Riba, Julio César Batista, Lester Ruiz, Luis Araúz, Víctor Gómez, Jorge Wong, Roberto Navarro e Irving Guerrero son parte del grupo. Cuentan que en el manglar encuentran botellas, galones, llantas e incluso cosas que uno no se imagina puedan terminar en el mar, como neveras, televisores y lavadoras.

Cada uno de ellos confiesa sentirse satisfecho de poder contribuir con el medio ambiente. “Trabajamos todos los días, con esfuerzo, para limpiar la bahía contaminada y eso me hace feliz”, expresa Mirones, quien antes laboraba en una bodega; mientras que Castillo, un antiguo reciclador de hierro, comenta: “Me llena de orgullo el poder aportar un granito de arena, porque en un futuro mis descendientes me lo agradecerán”.

Irving Guerrero, quien tiene tres meses colaborando con la limpieza de los manglares, se muestra orgulloso de lo que hace. Recién graduado de secundaria, su meta es ir a la universidad y vio en Marea Verde una oportunidad para lograrlo. “Me va muy bien aquí, pensé que era una buena opción. Lo que hacemos es bueno, nos ayuda a ayudar al medio ambiente. Esto por lo menos se ve mejor, está más aseado”.

Y es que, en tan solo ocho meses, Marea Verde ya ha logrado sacar unas 28,000 bolsas de basura, jugando un papel fundamental en el aspecto y equilibrio de este ecosistema. “Están creciendo los manglares y nuevas aves están llegando”, explica complacido Jiménez, otro de los muchachos que a diario realizan el recorrido.

Si bien es cierto que la limpieza constante de los manglares no evita que la basura baje hacia el mar, esta medida es una buena alternativa para mejorar el entorno que rodea el malecón de Costa del Este mientras se trabaja en el origen del problema.

Más allá de la limpieza

Por esto, Marea Verde tiene como segundo objetivo la instalación de un boom system, una especie de flotador para detener la basura que se colocará en la desembocadura del río Matías Hernández con el fin de prevenir que sus desperdicios lleguen hasta el mar, recopilando, paralelamente, data sobre los mismos.

(Actualización: El 20 de febrero de 2019 Marea Verde instaló la barrera flotante sobre el Río Matías Hernández, a la altura de la sub-estación de Policía en Costa del Este.   La barrera flotante o BoB (Barrera o Basura), como se le denomina, cubre el ancho del río, que por su estructura y anclajes podrá soportar las fluctuaciones en el nivel del río.  BoB tiene un cierre de seguridad en el lado superior que se romperá si sobrepasa las 12,000 libras de fuerza, para evitar inundaciones o cualquier daño a BoB, o a los alrededores.

 Mientras BoB esté instalado, se mantendrá un equipo de personas monitoreando constantemente la acumulación de desechos, retirando los mismos de manera manual cada vez que lo amerite.  Esos desechos se acumularán en un contenedor que será recogido periódicamente. El objetivo es recabar información sobre la basura que viaje en el río; crear consciencia, y  hacer un llamado a la ciudadanía a tomar acción).

“Lo que estamos haciendo es recoger esa basura con un equipo técnico subcontratado para estos fines, y generando una línea base de información con unas estudiantes de tesis de la UTP (Universidad Tecnológica de Panamá)”, explica Mirei. Allí, Marea Verde busca conocer el volumen de basura que baja, los materiales que más se ven, la frecuencia con la que desciende y otros parámetros similares para luego ser comparados, no solo con otros ríos sino con él mismo en un futuro cercano y así poder evaluar si la problemática ha disminuido, aumentado o permanecido igual que hoy.

Se está llevando a cabo un programa de educación para los niños de varias escuelas a fin de que tomen consciencia de su labor y contribuyan a cambiar su entorno.

Asimismo, con el apoyo de la Sociedad Audubon de Panamá, que vela por preservar el hábitat de las aves de Panamá, comenzaron a trabajar una campaña de concienciación en las escuelas primarias Estado de Israel y Carlos Mendoza, ubicadas en la cuenca media alta del río Matías Hernández.

“Audubon tiene el programa “Aulas Verdes” que brinda educación ambiental a través de giras y visitas a los manglares, así como de charlas sobre reciclaje y agua, entre otros, y estamos trabajando con ellos para no solo entender cómo es el reto de la basura en sus escuelas y comunidad, sino también para crear consciencia en los niños sobre su entorno e identificar posibles acciones que se puedan realizar con la comunidad para atender estos retos”, explica Sandy.

 Aseo y reciclaje en escasez

Según un artículo aparecido recientemente en el diario La Prensa, titulado “Menos del 5% de la basura se recicla”, solo la capital genera unas 2 mil 500 toneladas de residuos de las 4 mil 800 toneladas de basura que produce el país diariamente, sin contar los desechos hospitalarios. Y, según estudios del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), estas cifras convierten al istmo en el segundo país de Latinoamérica con la mayor producción de desechos por habitante al día.

De igual manera, en su publicación “Basura: muchos planes, poca ejecución”, se indica que unas 300 toneladas nadan diariamente hacia el mar, solo en el distrito de Panamá.

Esto quiere decir que la cultura de aseo y reciclaje en Panamá es prácticamente inexistente y un cambio en nuestro comportamiento hacia el consumo responsable y el manejo de residuos es imperativo o, de lo contrario, terminaremos por convertir a nuestra ciudad en un gran relleno sanitario.

Por otro lado, toda la basura que llega al mar está causando presión en los manglares costeros, una de nuestras más grandes fuentes de oxígeno, la cual almacena cinco veces más carbono de la atmósfera que el resto de los árboles.

“Lo que estamos tratando es sacar lo que más afecte a los ecosistemas naturales de costas y mares, así como buscar algunas soluciones viables para esa basura”, comenta Mariloli.

Con respecto al reciclaje, Marea Verde ya empezó a trabajar en el tema, no sin sus obstáculos. Según comentan Mariloli y Mirei, son muy limitadas las cosas que se pueden hacer con la basura que se saca del manglar. “El plástico está casi todo cristalizado y sucio y es muy difícil reinsertarlo en una economía. ¿Limpiar una botella, cuánto cuesta?, no tiene sentido económicamente”, explican.

Pero el trío no piensa rendirse, tocando puertas de grandes firmas para transformar esta basura en algo útil –sea cemento, diésel o incluso pallets– para parques o bancas de escuelas que no solo sea reciclable, sino también que convierta a la organización en una empresa social sostenible, ya que hasta ahora ha podido mantenerse gracias a donaciones individuales y de empresas.

Marea Verde va por muy buen camino. Su comprometido y perseverante equipo nos motiva a salir de nuestra zona de confort y a no quedarnos de brazos cruzados. Quizás, más temprano que tarde, otros barrios y comunidades se entusiasmen a afrontar el problema de la basura con estas y otras herramientas que nos ayuden a tener un país más limpio y mejor para todos.

Tips para reciclar basura en casa

El reciclaje es básicamente reutilizar o convertir los materiales aprovechables para crear nuevos productos y materia prima. En el caso de la basura, se puede clasificar en orgánica, proveniente de los animales y plantas, y en inorgánica, que incluye los residuos de las creaciones del hombre, como el metal, vidrio, cartón y plásticos, entre otros.

En Exclusiva le presenta cómo reciclar en un abrir y cerrar de ojos:

Compre varios contenedores de basura o coloque separadores en una papelera grande para agrupar sus residuos inorgánicos en:

  • Plástico: cartuchos, botellas de agua, jugos y sodas fabricadas en PEAD, PEBD o PET (principalmente esto es lo que se recoge en Panamá).
  • Vidrio: botellas, copas rotas u otro envase de ese material.
  • Metal: aluminio y acero como las latas de soda.
  • Papel y cartón: hojas que ya no utilice, etiquetas de recipientes y cartones.
  • Tetra Pak: va junto a la basura inorgánica, pero en una bolsa aparte, ya que se debe reciclar de forma diferente por estar compuesto de cartón, PEBD y aluminio.

Nota: Los materiales deben estar limpios y lavados.

Para mayor información puede seguir a Marea Verde en su cuenta de Instagram: @mareaverdepanama

 

Fotos: Ariel Atencio y cortesía de Marea Verde

 

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