La otra cara de la Covid-19

Vanesa Restrepo de Rinkel |

14 mayo, 2021

Cuando muchos pacientes de Covid-19 pensaron que habían vencido el virus, se encontraron con que su lucha aún no había terminado.

Una de las mejores noticias que nos ha traído este año es que, luego de mucho esfuerzo, nos encontramos camino a conseguir la inmunidad de rebaño mediante la vacunación. Sin embargo, el coronavirus —como también pasa con otros virus que presentan síndromes posvirales— empieza a revelarnos su otra cara, una que le sigue pasando factura a un grupo no despreciable de personas, sin importar su edad, sexo o si tienen alguna comorbilidad, quienes presentan secuelas que pueden durar desde unas semanas hasta varios meses. Hoy abordamos el tema para educarnos y estar pendientes de esta realidad.

Lo que se viene descubriendo en el istmo

“Aún no tengo olfato”, “se me olvidan las cosas”, “ya no tengo la misma energía para hacer ejercicio”, son algunos de los comentarios que he escuchado de amigos que tuvieron coronavirus. En resumen: “¡No me siento igual que antes!”. Y si bien estos efectos secundarios que se podrían considerar leves afectan negativamente su calidad de vida, lo cierto es que hay una gama de secuelas más severas que —aunque en menor proporción— nos siguen sorprendiendo a medida que se conocen.

En Exclusiva entrevistó a tres especialistas de la salud, quienes en Panamá han atendido cientos de casos positivos y pacientes pos-Covid-19 durante toda la pandemia para que, a través de sus vivencias, nos ilustren sobre lo que ahora se conoce como síndrome pos-Covid-19 o Covid-19 largo y que también ha sido reportado en muchas otras latitudes. Son ellos el Dr. Paulo Barrera, presidente de la Asociación Panameña de Alergología e Inmunología Clínica; el Dr. Julio Sandoval, jefe de Áreas Críticas del hospital The Panama Clinic, con especialización en medicina interna y medicina crítica y el Dr. Ángel Alvarado, médico cirujano urólogo.

Una cifra que llamó nuestra atención al empezar a desarrollar este tema es que, con base en la experiencia del Dr. Barrera, de los casos que ha tratado, aproximadamente un 40% de las personas quedan con síntomas por lo menos de 4 a 6 meses.

Tanto él como el Dr. Sandoval han determinado que existen ciertos efectos secundarios por los que más pacientes han tocado sus puertas:

  • Fatiga crónica
  • Dolor de cabeza
  • Trastorno de la atención (dificultad para seguir el hilo de una conversación)
  • Alteración de la memoria
  • Insomnio
  • Pérdida del olfato, gusto, cabello y de la audición
  • Estrés
  • Ansiedad
  • Depresión
  • Tos crónica

    Aproximadamente 40% de las personas recuperadas de Covid-19 reportan secuelas, como dolor de cabeza, hasta 6 meses pasada la infección inicial.

También ambos doctores mencionaron algunas afectaciones más serias, presentes en un porcentaje de personas, como lo son la arritmia, el dolor de pecho y la falta de aire crónica o disnea. El Dr. Sandoval enfatizó, además, que otra consecuencia severa que ha encontrado en ciertos pacientes es el síndrome llamado polineuropatía del paciente crítico. “Es una debilidad en los músculos en donde al paciente le falta fuerza para levantarse, caminar y comer y que se recupera con el tiempo y con mucha fisioterapia”, explicó.

Asimismo, el Dr. Sandoval mencionó que uno de los casos más complejos que ha atendido es el de personas que estuvieron graves en la Unidad de Cuidados Respiratorios Especializados, (UCRE) y en la Unidad de Cuidados Intensivos, (UCI), quienes luego de salvarse de Covid-19, todavía no pueden respirar por sí mismos. “Un 2% de estos pacientes siguen dependiendo de oxígeno en casa. Es una condición reversible con el pasar de los meses, pero que requiere de mucho oxígeno y mucha terapia”, señaló.

Para ambos especialistas, la gota que ha rebozado la copa dentro de las secuelas pos-Covid-19 tiene que ver con ciertos pacientes que han quedado con problemas pulmonares de manera permanente, como la fibrosis (cicatrización) pulmonar. “Hemos tenido casos de pacientes afectados de por vida desde el punto de vista respiratorio. Incluso, hace poco se publicó el primer trasplante pulmonar en una paciente pos-Covid-19 por afección severa de los pulmones”, comentó Barrera.

Un 2% de pacientes en estado grave necesitan continuar utilizando oxígeno en casa.

Secuelas inimaginables

Al conversar con el Dr. Ángel Alvarado, la lista de secuelas ya mencionada se amplía. “El virus toca absolutamente todos los sistemas del cuerpo. Nosotros no somos desmembrados. Cada parte está integrada y tiene su razón de ser. Por esto, cualquiera de ellas que haya sido sometida a una inflamación (en este caso por Covid-19), va a quedar con una cicatriz”, afirma el Dr. Alvarado, a quien le ha tocado tratar algunos efectos inimaginables.

El Dr. Alvarado, cuya práctica profesional se concentra en las vías urinarias y al aparato reproductor masculino, ha sido testigo de toda una variedad de efectos adversos, particularmente en hombres jóvenes previamente sanos (aunque menciona ciertos casos de mujeres también), ocasionados principalmente por lesiones de la médula espinal (problemas neurológicos) producidas por la infección viral.

Pero ¿qué tienen que ver las lesiones neurológicas producidas por Covid-19 con los trastornos urológicos? “La función tanto de la vejiga urinaria como la de los esfínteres dependen del sistema nervioso y si este se afecta, particularmente la médula espinal, eso va a impactar directamente no solamente sobre el tema de erección, sino también sobre la micción per se, que es cuando las personas no pueden orinar”, explica. Una situación en la que, seguramente, ninguno de los pacientes pos-Covid-19 pensó encontrarse jamás.

Una consecuencia observada en los hombres ha sido la merma de su energía y el debilitamiento general como resultado de la pérdida de masa muscular y la incapacidad que se presentan con la enfermedad. Cerca del 3% de sus pacientes padece de alguna de estas tres secuelas.

Otra secuela inesperada y preocupante que al Dr. Alvarado le ha tocado tratar ha estado relacionada con varios casos de infertilidad masculina debido a que Covid-19 también puede alterar la parte hormonal, la cual juega un papel preponderante en la función de los testículos, órgano en donde se producen tanto la testosterona como los espermatozoides, afectando el funcionamiento general de la persona.

Problemas de micción, infertilidad y fatiga están entre las secuelas reportadas en hombres.

Un dato de interés es que ciertas secuelas psicosomáticas como la ansiedad también pueden alterar la función de los riñones, lo que ha dejado a algunos de sus pacientes pos-Covid-19 con falla renal.

Según Alvarado, lo positivo es que la mayoría de sus pacientes han ido mejorando gradualmente a medida que va pasando el proceso inflamatorio. Sin embargo, el urólogo recalca que no es un tema de velocidad, sino de fondo y que, por lo tanto, es impredecible el tiempo que tomen para hacerlo.

Los jóvenes sanos tampoco se escapan

De acuerdo con los tres especialistas, no existe ningún factor predictivo que indique que los jóvenes previamente sanos queden exentos de presentar cualquier tipo de síntoma, sea leve o grave, por corto o largo tiempo, luego de haberse recuperado.

En el caso de jóvenes con comorbilidades como diabetes, hipertensión o antecedentes de enfermedades neurológicas, tanto Sandoval como Alvarado coincidieron en señalar que las mismas pueden potenciar los efectos adversos luego de la enfermedad.

Por su parte, Alvarado añadió que la mayoría de los casos de secuelas que ha visto es de gente que era sana y enfatiza que, en su especialidad —por algún motivo que el urólogo aún desconoce—, las secuelas han impactado más a los hombres que a las mujeres.

Factores de riesgo como hipertensión y diabetes pueden agravar un cuadro pos-Covid-19 en personas jóvenes; sin embargo, gran parte de los jóvenes que presentan secuelas son varones sanos.

¿Secuelas o nuevas patologías?

¿Cómo podemos saber si realmente lo que presentan los pacientes pos-Covid-19 son secuelas o nuevas patologías que no se deriven precisamente del virus? Esta es la pregunta del millón que solo un ojo clínico puede responder, ya que a diferencia de otros virus en los que la recuperación total toma pocos días, Covid-19 trae una cola muy larga.

“Muchas secuelas son signos de posvirales. Uno tiene que intuir que las enfermedades crónicas de los pacientes no estén produciendo los problemas, y, si no queda eso, entonces la explicación es que el signo de posviral que acaba de tener el paciente es la secuela con la que queda o lo que exacerba sus enfermedades”, contó Sandoval.

Y como aún no hemos terminado de sacarle ventaja al coronavirus, no hay forma de que un paciente de Covid-19 pueda saber si va a quedar con secuelas. “Ojalá tuviéramos eso bien definido”, expresó Barrera. “Obviamente, aquel que padeció Covid-19 moderado o severo quedará con secuelas mediatas, propias de una enfermedad aguda grave, pero para aquellos con Covid-19 leve, no hay parámetros predictores de secuelas”.

Aunque es difícil prepararse para un cuadro tan incierto, Sandoval recomienda mantener una alimentación saludable, hidratación intensa y seguimientos médicos. Alvarado, por su parte, cuenta que pese a que continúa siendo un enigma el saber si un paciente pos-Covid-19 quedará con secuelas, el bienestar previo a contraer la enfermedad y las condiciones de salud de la persona influyen. Como alternativas para intentar evitarlas, aconseja una intervención y atención temprana adecuada con ayuda profesional, no automedicarse y apegarse a las normas de buena práctica vigentes.

Aunque la severidad del virus y sus secuelas no se pueden predecir, factores como una alimentación sana, seguimiento médico y atención temprana pueden ayudar.

Estar atentos y ser proactivos

Si algo ha quedado claro es que las secuelas pos-Covid-19 presentan nuevos retos no solo para los pacientes, sino también para las diversas ramas de la salud. Como nos explicó Alvarado: “Cada especialidad ha tenido que aprender a ver cuál es la secuela que puede producirse ante un proceso inflamatorio sistémico que afecta absolutamente todos los sistemas del cuerpo” y añadió que “esta es una situación que nadie se esperaba y que llegó sin patrón o libro de instrucciones que nos pueda decir lo que va a pasar. Todavía estamos en la curva de aprendizaje”.

Por ello, investigadores, científicos y médicos se han dedicado a estudiar más a fondo sus efectos y a mantenerse atentos sobre el funcionamiento de los órganos de los pacientes pos-Covid-19 luego de su recuperación. De hecho, algunos países han creado unidades de seguimiento pos-Covid-19 para recolectar más datos sobre las secuelas, así como lugares destinados a tratarlas de manera integral con diferentes especialidades. Como la información que se ha podido recopilar hasta el momento es muy cambiante, solo con paciencia y tiempo se podrá saber cómo prevenirlas con mayor precisión.

Para quienes hayan superado la enfermedad, es esencial mantenerse atentos a su evolución particular y recurrir al especialista indicado para el o los síntomas que se le presenten, a fin de tratar a tiempo y correctamente su condición.

Finalmente, si una lección hemos aprendido y nos reiteran quienes han estado en el frente de la batalla, es que en el camino pos-Covid-19 lejos de bajar la guardia debemos seguir siendo proactivos en el manejo de una enfermedad que no deja de sorprendernos. No queda de otra.

 

Fotos: Getty Images

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