Los trabajos del futuro

Aminta Saldaña |

15 noviembre, 2019

¿Hacia dónde va la educación, en la práctica? ¿Qué deberían estudiar nuestros jóvenes? ¿Por qué enfocarse en el área de tecnología, les sería más útil y cómo hacerlo?

Estamos viviendo lo que Klaus Schwab, fundador del World Economic Forum, ha definido como la Cuarta Revolución Industrial. Una nueva era marcada por avances tecnológicos que se dan a rápidas velocidades en áreas como la robótica, inteligencia artificial, blockchain, nanotecnología, computación cuántica, biotecnología, impresión 3D, vehículos autónomos y algunas otras que el ciudadano común probablemente no conoce y mucho menos entiende.

Vemos en las noticias que se pierden muchos trabajos por las automatizaciones y que se hacen trasplantes con órganos “impresos en 3D”.  Que tenemos que inscribir a nuestros hijos en clases de STEAM (ciencia, tecnología, ingeniería, arte y matemáticas por sus siglas en inglés) y robótica porque “¡eso es el futuro!”.  Pero, ¿qué significa realmente todo esto cuando pensamos en el futuro cercano o en el hoy, en nuestros trabajos, en qué educación debemos darles a nuestros hijos, qué maestrías o cursos tomar para hacerlos más competitivos y no ser reemplazados por un robot?

Según un reporte de la empresa consultora Mckinsey llamado Jobs lost, jobs gained: What the future of work will mean for jobs, skills, and wages, publicado en 2017, para el 2030 entre 400 y 800 millones de trabajos se perderán en el mundo debido a la automatización y hasta el 30% de las horas trabajadas a nivel mundial podrían ser automatizadas. El reporte destaca que muchas personas tendrán que buscar otros tipos de trabajos, reeducarse, desaprender para volver a aprender y mantenerse actualizados. Los gobiernos deberán manejar esta transición para que el desempleo no escale.

Entre las carreras que Mckinsey destaca como las que verán crecimiento están proveedores de servicios de salud, profesionales en las áreas de ingeniería, ciencia y análisis de datos; tecnología en todos sus rubros; gerentes y ejecutivos cuyo trabajo no podrá ser fácilmente automatizado; educadores, especialmente en países con economías emergentes que tendrán poblaciones jóvenes y creativos.

Según el reporte Future of Jobs Survey, del World Economic Forum, publicado en 2018,  los trabajos que probablemente irán disminuyendo incluyen oficinistas que ingresan datos, ejecutivos de servicio al cliente, trabajadores de fábricas, vendedores cara a cara, cajeros de todo tipo, gerentes de operaciones y hasta abogados, entre otros.

En este reporte también se destacan los trabajos que se consideran que crecerán muchísimo y hay muchas coincidencias con el de Mckinsey. Estos incluyen analistas y “científicos” de datos (Big Data), especialistas en inteligencia artificial, consultores en transformación digital, desarrolladores de software y aplicaciones, especialistas en seguridad cibernética, especialistas en robótica, diseñadores UX (experiencia de usuario) y UI (interfaces de usuarios), especialistas en comercio electrónico, entre otros.

¿Qué nos dice toda esta información? Aunque ninguno de nosotros tenga una bolita mágica para saber cuáles serán las nuevas carreras del 2030, de lo que sí podemos estar seguros es que las carreras vinculadas a la tecnología tendrán un gran crecimiento, además de que la tecnología afecta y continuará afectando a muchísimas industrias, desde la medicina hasta la banca, por lo que tener competencias básicas en ciencias computacionales será tan necesario como saber leer y escribir. Por ello, debemos enfocarnos en motivar a nuestros niños y jóvenes a ser siempre curiosos y a entender que la educación nunca termina, especialmente en este mundo tan cambiante y retador para ellos.

Inspirando a niñas y niños a estudiar tecnología

Uno de los enfoques principales de la Fundación Sus Buenos Vecinos y de Banco General es la educación. Trabajamos con organizaciones sin fines de lucro, en programas de becas y hasta construyendo una escuela y, recientemente, Banco General ha hecho una alianza con la Universidad Tecnológica de Panamá para adentrarnos más a la formación de los jóvenes universitarios y apoyarlos en la modernización de su currículum.

Alineados en este camino, recientemente asistimos al CSEdCon 2019, una convención sobre ciencias computacionales en educación organizada por la organización sin fines de lucro Code.org donde se presentó el impacto que ha logrado esta asociación ofreciendo educación en ciencias computacionales de libre acceso y en programas formales adoptados por los distritos educativos en diversos estados de los Estados Unidos, además de los programas que desarrollan los aliados internacionales en todos los continentes.

En una de las presentaciones explicaban cómo el futuro de la educación debía incluir estudios en ciencias computacionales porque ayudaban a los estudiantes a desarrollar competencias como utilizar la lógica, la creatividad y el trabajo en equipo para buscar solución a los problemas.  También hacían hincapié en que todas las industrias en todos los países estaban necesitando cada vez más personal con conocimiento de programación y en cómo los trabajos vinculados a ciencias computacionales eran la principal fuente de nuevos trabajos en los Estados Unidos, con un promedio de 500,000 nuevos empleos, un 16% comparado a un 8,5% en empleos relacionados a negocios.

En Panamá, este tipo de formación todavía no está disponible en la educación pública y a muy pequeña escala en la privada. Debemos trabajar en conjunto para incrementar la formación en ciencias computacionales y poder enfrentar los retos del siglo XXI.

 

 

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