Siete pistas para descifrar el corazón de una generación
No importa el nombre que se le quiera poner, es indudable que las personas que nacieron en las dos últimas décadas del siglo XX forman parte de una de las generaciones más estudiadas en la historia. Artículos, investigaciones, blogs, revistas y periódicos exploran frenéticamente los gustos, sueños, valores, formas de trabajar, comunicarse o relacionarse de la también llamada Generación Y, Millenials o Generación Peter Pan.
Perfilar el ethos de los millenials, que crecieron con computadoras, iPads, chats, Facebook y Snapchat entre las manos, es complejo. Probablemente, el mejor camino para entenderlos es comprender sus conductas y actitudes desde su propia realidad. Veamos…
Se dice que no respetan las jerarquías tradicionales…
Pista 1: En la economía digital las jerarquías son fluidas y las estructuras organizacionales son más planas o hasta en red. En ese nuevo orden social, la capacidad de la innovación y no solo la jerarquía, el rango o el poder económico son los que determinan la autoridad y el valor de las personas.
Se dice que confían tanto en sus propias capacidades que parecen engreídos…
Pista 2: ¿Podría ser que la facilidad y naturalidad con que aprenden nuevas tecnologías los hace sentir muy –justificadamente– confiados? ¿O que las múltiples veces que –con buena intención– sus padres y otros adultos les hicieron creer que eran especiales les han dado esa confianza extra?
Se dice que requieren mucha atención y exigen feedback constante de los jefes…
Pista 3: Es que han crecido acostumbrados a recibir retroalimentación. La aprendieron en los videojuegos, en el celular, el chat y en la interacción en redes. Además, para ellos es habitual trabajar en un ambiente donde hay retroalimentación natural e inmediata. Quieren jefes-mentores que les señalen el camino, pero que además los dejen trabajar con autonomía.
Se dice que están obsesionados promocionando cada pequeño logro que obtienen…
Pista 4: Han crecido en un ambiente de redes sociales donde todos se promocionan para existir. Están conectados 6 y 7 horas al día viendo y viéndose unos a otros en el muro, el Twitter o el Snapchat. No es tanto promocionarse como compartir que existen.
Se dice que son inmaduros y están centrados en sí mismos…
Pista 5: El fenómeno sociológico de la adolescencia, ese tiempo de vida entre la niñez y la adultez, ha venido extendiéndose más y más durante los últimos años. Los millenials entran a trabajar más tarde, se casan más tarde… Ellos activamente buscan un balance para mantenerse conectados con sus familias, afectos e intereses. Quizás quieren evitar que les pase como a sus padres, que no disfrutaron parte de sus vidas en familia por estar tan enfocados en el trabajo.
Se dice que ese saltar de un trabajo a otro es signo de deslealtad e incapacidad de comprometerse con nada….
Pista 6: Lo cierto es que quieren trabajar haciendo lo que aman y están acostumbrados a asumir con naturalidad los cambios más drásticos. Se trata de una generación que quiere un ambiente laboral que les dé propósito y que vaya más allá de obtener un salario. Necesitan trabajos que capturen su atención, los reten constantemente y tengan sentido para ellos. Esta generación quiere trabajar en empresas que sean dignas de admiración, no solo porque son exitosas económicamente sino por los valores que demuestran.
Se dice que no quieren trabajar con el tesón y la persistencia como deberían…
Pista 7: ¿Será que las formas tradicionales de trabajar ya no son las únicas ni las mejores formas de añadir valor a una empresa? Ahora se trabaja y se produce en horarios distintos; en lugares distintos; en momentos distintos. Aun así, hiperconectados y con una concentración que es saltarina y selectiva, están dispuestos a concentrarse cuando hay que hacerlo. Les viene natural trabajar en cualquier momento o ambiente.
Quizás al descifrar con ojos frescos las actitudes y conductas de los millenials, y al movernos más allá del proverbial daltonismo generacional que tenemos unas generaciones hacia las otras, podamos descubrir que a todos, y particularmente a los pertenecientes a generaciones predecesoras, nos convendría ejercitar algunas de las tan particulares actitudes y características de los millenials.
Por: Carlos A. Leiro P., Ph.D.