Boquete: una experiencia completa
Recorrer Boquete nos llena de orgullo. Por esto decidimos mostrarles un panorama de lo que hoy hace que este pedacito de tierra chiricano sea un verdadero paraíso terrenal.
Boquete ha recibido el título de ser el «Napa Valley» del café. Y es que, para el resto del mundo, las tierras altas panameñas se destacan y siguen haciendo noticia por la excelente calidad de su producción cafetalera. Esta pequeña localidad de menos de 25,000 habitantes ofrece, además, una infinidad de ofertas para el deleite de propios y extraños, desde planes para los más aventureros hasta actividades culturales y de enriquecimiento para chicos y grandes, sin dejar de lado la oferta gastronómica que deja a cualquier foodie queriendo probar más.
Empezaremos nuestro recorrido por este idílico lugar de hermosos paisajes saboreando uno de los mayores orgullos de nuestro suelo: el café. Y es que clima, la tierra y las montañas de Boquete han permitido que sea un lugar privilegiado para su siembra y cosecha. Aparte de las condiciones naturales, aprovechadas por aproximadamente 700 productores de café, existe una característica particular que ha puesto a nuestro país en el mapa mundial del café: el ímpetu y mente innovadora de quienes han dado un paso más allá para competir en un mercado en el que la prioridad es la calidad, experimentando nuevas ideas para conseguir lo mejor de cada grano en sus procesos mediante la cosecha de cafés especiales.
Un recorrido por Boquete y el resto de las tierras altas no estaría completo sin probar alguno de sus magníficos cafés especiales, con variedades que van desde el emblemático café geisha hasta el pacamara, catuai, caturra, courbon y typica. Tampoco estaría completo sin tomar alguna de las giras guiadas que ofrecen variados productores en sus plantaciones e instalaciones procesadoras, que en muchas ocasiones terminan con una degustación de los renombrados sabores. Por ejemplo, si se aventura hasta el área de Volcán valdría la pena agendar una visita a Café Eleta, Café Durán o al Janson Coffee Farm; mientras que en Boquete podría visitar Finca Lérida, Café Suárez, Café Sittón, Café Palo Alto o Kotowa Coffee, entre los variados productores que –como las fincas Hartmann, Mama Cata, El Burro Raíces o la Cafetalera Fernández– han hecho del café su pasión.

Rachel y Daniel Peterson, de Hacienda La Esmeralda, siguen haciendo honor a un legado familiar de amor y pasión por el café.
Para comprender mejor ese mundo único de los cafés especiales, conversamos con algunos conocedores del tema. Francisco José Serracín –de la finca Don Pachi Estate– es catador profesional, master roaster –especialista en tostar café– y forma parte de la quinta generación dedicada a esta actividad. Nos contó que su padre, don Pachi Serracín, jugó un papel fundamental en el proceso evolutivo de los cafés especiales en Panamá pues, en 1963, trajo a nuestro país las semillas del café geisha desde Costa Rica y las introdujo en Boquete, sin saber que algún día ese mismo café lo tomarían fervientemente en la Casa Imperial nipona y en la Casa Blanca.
Rachel Peterson, de Hacienda La Esmeralda –negocio en el cual su familia lleva trabajando más de 40 años–, nos contó: “Mi papá no trajo esta variedad a Panamá. Esta variedad ya estaba presente en una finca que compramos, pero al ser resembrada a una mayor elevación sus características distintivas se manifestaron en la taza. La variedad geisha es original de una región en Etiopía y la primera vez que se dio a conocer en el mundo fue en 2004, luego de una competencia denominada The Best of Panama. En ese entonces, se vendió a 21 dólares la libra en la subasta, un récord mundial”, expresó Peterson. Respecto a los aclamados atributos del café geisha de nuestras tierras altas, explicó que entre sus rasgos más destacados están la fragancia floral y el hecho de que en el gusto tiene sabores a frutas cítricas. A su vez, explicó que “por algún motivo, aunque muchos otros países han sembrado geisha de la misma semilla que la nuestra, las cualidades de la taza no se han manifestado con la misma intensidad. Boquete es idílico para esta siembra”.

Don Pachi Serracín y su hijo, Francisco José, en la finca Don Pachi Estate, pionera en la producción de café geisha en Panamá.
Sobre la importancia de los procesos que se llevan a cabo en la producción del café geisha nos habló hace unos años Ricardo Koyner, de Kotowa Coffee, acreedor de varios premios en la versión de este año de la competencia The Best of Panama, al comentar que: “Etiopía tiene dos mil variedades nativas, con cafés muy especiales, pero no tienen consistencia ni sistemas; cuando sacan un buen café, no lo pueden reproducir porque sus procesos son muy artesanales. En Panamá, hemos logrado ponerle tecnología a lo que en otros países sigue siendo artesanal, lo que nos permite saber qué queremos encontrar, cómo llegar a esto, y tener consistencia año tras año”. (En Exclusiva, edición de septiembre de 2009).
Francisco José Serracín concluyó mencionando que, tras cinco décadas de la llegada del café geisha a nuestro país, más productores de Boquete se han unido a la finca Don Pachi Estate y a la Hacienda La Esmeralda para posicionarnos a nivel internacional mediante la obtención de premios, entre otros: Elida Estate, Finca Auromar, Garrido Coffee Highland, Jurutungos Estate y La Mula Estate. Incluso, el auge ha hecho que más productores de Boquete y de las tierras altas, en general, ofrezcan esta deliciosa variedad. No es casualidad, pues, que actualmente alrededor de 60 productores vendan café y se manejen en los mercados internacionales.
La oferta gastronómica

La creciente oferta gastronómica incluye desde deliciosos panes confeccionados por un abogado y su esposa, hasta degustaciones de miel en un recorrido educacional sobre el rol de las abejas en el equilibrio natural, lo que incluso puede aprenderse a través de un libro para niños.
Desde que comienza la mañana, con el desayuno en Boquete, los sabores son diferentes: las mermeladas caseras aportan sabores frescos de frutas criollas que, acompañado de un queso de cabra hecho con técnicas europeas, hacen despertar los sentidos a nuevos sabores locales que ocultan esas bellas montañas. Unas vacaciones en Boquete merecen un recorrido gastronómico no solo de los mejores restaurantes de la localidad, donde los chefs en encargan de servir a los comensales delicias con productos frescos, sino también de probar nuevos sabores.
Adicional a la variada oferta gastronómica en restaurantes, Boquete no se queda atrás en la tendencia mundial de comer y consumir productos locales. Hay personas dedicadas a producir quesos de cabra artesanales con técnicas francesas, lechugas y microverdes cultivados en jardines, chocolate artesanal y patés franceses. Esto son tan solo algunos de los productos que podrá degustar en una visita a Boquete. Los mercados al aire libre sirven como antesala para conocer lo que se ofrece, pero hoy en día muchas de estas personas tienen sus tiendas y algunos también ofrecen visitas guiadas a sus instalaciones.
Una de las tendencias que se ha podido notar durante los últimos años en Boquete tiene que ver con la creciente oferta gastronómica por parte de los expatriados que vienen a retirarse a Boquete, muchos de los cuales han traído consigo un hobby que luego convierten en su pasión y trabajo. Así, es fácil encontrar un abogado que ahora hace pan o una banquera que cultiva kale y diferentes tipos de albahaca. Son muchas las historias detrás de cada una de las manos que trabajan en Boquete y, a pesar de que es un lugar pequeño, su riqueza es evidente por la diversidad que alberga.
En este sentido, incluso se ha establecido una nueva actividad en el área: todos los martes, en el espacio de la feria, se lleva a cabo en Boquete el Tuesday Morning Market, principalmente compuesto por expatriados que salen a vender los productos que fabrican. Delicias como panes artesanales, sales con sabores, miel y artesanías son tan solo algunos de los productos que podemos resaltar. Lo cierto es que, en su mayoría, son artesanales y prometen deleitar el paladar con sabores locales.
La cultura y el aprendizaje también están presentes
Así como el mercado de los martes es el punto de encuentro para productores, desde que abrió sus puertas a comienzos del 2012 la Biblioteca de Boquete sirve de referente para artistas y personas que tengan o les interese fomentar la lectura y la cultura. El diseño arquitectónico del edificio, a cargo de Álvaro Cambefort, ha permitido que sea un punto de encuentro. Desde exhibiciones y talleres de artistas hasta presentaciones de libros se hacen semanalmente en la biblioteca, lo cual aporta un aire diferente a Boquete y a quienes la visitan. Este año se llevó a cabo la primera Feria del Libro, la cual fue un éxito con la participación de autores nacionales e internacionales y la presencia de diferentes artistas locales.
Otro tour que quizás pasa desapercibido, pero vale la pena hacer por su contenido didáctico, es el de la miel y las abejas (Boquete Bee and Honey Tour). Emily Haworth, botánica de profesión, quien siempre tuvo pasión por las flores y plantas, llegó de Escocia hace cuatro años a Boquete y allí descubrió su pasión como apicultora. En las instalaciones de su finca, ella mantiene los panales de abejas de donde saca la miel que hoy en día comercializa en puntos especializados de la ciudad y del país. Lo maravilloso de este tour es que lo pueden compartir tanto grandes como chicos y enseña el valor que tienen las abejas para nuestro mundo, por qué cuidarlas y por qué cuidar el medioambiente. Según nos cuenta, cada miel que proviene de un árbol o una flor diferente es un mundo de sabor, lo cual se puede constatar probando una de sus quince variedades de mieles.
Lo extremo para aventureros
Pero no todo es café, comida y cultura. En Boquete, el canopy y el river rafting también se llevan un alto reconocimiento a nivel internacional. Con más de 25 rápidos de nivel dos y tres, muchas personas viajan durante la temporada lluviosa para experimentar mayor adrenalina. La travesía por el río puede durar entre dos horas y media a cuatro horas. Como se debe subir caminando para poder llegar al río, reciben niños mayores de 9 años y personas en buen estado físico. Es recomendable reservar todo previo al viaje. El Info Center de Boquete ofrece extensa información sobre este tipo de actividades.

Escalar el volcán Barú por el lado de Boquete es un espectáculo, un recorrido muy ameno que vale la pena realizar en compañía de algún guía.
El canopy se hace en el Parque Nacional la Amistad y consiste en una aventura de 13 líneas a lo largo del bosque que cubren una distancia de tres kilómetros. A pesar de estar suspendido en el aire, la vista que logrará apreciar desde las alturas es inigualable. En definitiva, es recomendable para quienes no le tienen miedo a las alturas y quieren un poco de aventura en sus vacaciones. Programar medio día para hacerlo es suficiente y no es apta para niños menores de seis años.
Otra de las actividades que ha cobrado más relevancia en los últimos tiempos es el senderismo. En Boquete existen múltiples caminos que se pueden recorrer por las montañas, y son accesibles para toda la familia siempre y cuando la lluvia lo permita. El ascenso al volcán Barú por el lado de Boquete es un espectáculo. Gran parte de las personas que deciden hacerlo empiezan a caminar a la medianoche para ver el amanecer en la cima del volcán, a 3,474 metros de altura. En total, son 26 kilómetros de recorrido ida y vuelta y es una actividad que se puede hacer en un día. En el centro de información ofrecen contactos de guías que tienen experiencia con el camino y siempre es recomendable acompañarse de ellos, quienes conocen bien el área.
La oferta de actividades al aire libre y en contacto con la naturaleza en Boquete es variada, un cambio radical pero enriquecedor para quienes vivimos en la ciudad. Así llegamos al final de nuestro recorrido por Boquete, no sin antes mencionar que estas son solamente algunas de las actividades disponibles para los visitantes. Tanto Boquete como el resto de las tierras altas de Chiriquí son ricos en lo que producen, pero la diversidad de la gente local y la que llega a diario los hacen un lugar único donde seguro muchos querrán quedarse.
Algunas de las ofertas culinarias más visitadas en Boquete:
The Rock– Además de la iniciativa del Foodie Market que han tenido, el restaurante es el perfecto ejemplo de un ambiente rural campestre con un toque de sofisticación, sin dejar la sencillez pero con gran sabor en sus platos llenos de productos frescos y locales.
El Pianista– Todas las pizzas son deliciosas, la masa doradita a la perfección por el horno de leña. Para comer ahí o llevar. El menú incluye pastas y pizzas.
Hotel Panamonte– Cualquier comida es memorable. El desayuno guarda un sabor único con la mezcla de sabores criollos.
Posada Boqueteña– Una de las más visitadas, ofrece comida argentina, música en vivo y un amplio menú.
Morton´s Bakehouse– Morton y Barbara Rabkin ofrecen en su establecimiento panes artesanales y bagels como en ningún otro. Irse de Boquete sin probarlos es imperdonable. Los horarios de producción y venta al público están en la página web para tener mayor seguridad de comprar los panes frescos y antes de que se acaben. A su vez, ofrecen clases para aprender a hacer pan.
Fresas Mary– Desde las fresas frescas con crema, en batidos o yogur con fresas son deliciosos. Un lugar realmente auténtico en Boquete.
Hotel Valle Escondido– Su restaurante, donde se pide a la carta, goza de un ambiente muy agradable.
Sugar & Spice– El desayuno es una parada obligada. Tienen pan casero de diversas clases y es muy accesible.
Finca Lérida– El restaurante tiene una vista inigualable, la comida es fresca y destacan los ingredientes, algunos cultivados en la huerta del hotel que puede ser visitada. Recomendamos acompañar de cualquier plato una sopa o crema, no se arrepentirá.
Restaurante Barú– Queda frente al parque, por lo que es imperdible, y ofrece una mezcla de comida mexicana con otras especialidades.
La Granjerita– Lourdes Guerra cultiva kale, acelgas, eneldo, tres tipos de hierbabuena, menta, tomillo, tomates cherry, rábanos, tomate verde y collard greens, entrega pedidos a todo el país y siempre está presente en los mercados de Boquete.
Fotos:
© Tito Herrera
© María Elena Gerbaud Navarro