El deporte de la narración

Elías Cedeño |

25 septiembre, 2009

Desde la televisión o la radio, el comentarista narrador forma opinión y entretiene a una variada y exigente audiencia, sedienta de pasión deportiva.

En nuestro país, tenemos comunicadores muy profesionales que se entregan con profundo e imparcial entusiasmo a sus transmisiones, a su público. Estos expertos, que hacen deporte detrás del micrófono y frente de las cámaras, coinciden en que el fanático panameño es muy exigente y un profundo conocedor de los deportes que lo cautivan.

Los del patio… coloridos en sus expresiones
Nuestros narradores comentaristas son una clase documentada, ilustrada, experta, histórica, que constantemente se actualiza, lo que nos permite recibir información y mucha docencia en materia deportiva.

Aunque no hay espacio para citarlos a todos, como el legendario Juan Carlos Tapia con sus internacionalmente reconocidas frases: “Tiene las piernas de trapo” y “Está mal”, a continuación les brindamos una muestra aleatoria de un representativo grupo que nos hace las delicias en radio o en televisión al narrar un partido. Las acotaciones, las anécdotas, los gritos de sana guerra deportiva, mediante frases que permiten identificarlos sin confusión alguna, han dejado su huella imperecedera en nuestra memoria.

David Salayandía, desde todos los ángulos
Con mucha dedicación y al haber navegado por 20 años de narración, este periodista profesional de 45 años de edad nos transporta desde la dirección de su programa en Radio Frecuencia Deportiva a los campos diamantes del béisbol.

Su humildad es para destacar y nos relata que ha sacado provecho de los grandes y además comparte sus experiencias al ser profesor universitario y destacado facilitador de charlas deportivas. No tiene frases preestablecidas, a veces las inventa o le salen espontáneas. Algunas de estas podrían ser “swing, abanica” o “hacia atrás, hacia atrás, adiós”. Tuvo el deleite de estar presente durante el histórico salvamento número 500 de Mariano Rivera. Mantiene los pies en la tierra al ser amable con el público entusiasta, que es a quien se debe.

Eric Espino, béisbol y algo más
Es el farmacéutico santeño, que nos dice “que niña, niña”, “las niñas son de otro planeta” o “qué clase de cutarrazo”, es el inconfundible caballero del béisbol, es Eric Espino. Además, es un experto tanto en la práctica como en el estudio del deporte, ya que ha jugado con los colores de Panamá en el glorioso equipo que derrotó a la novena cubana, potencia de la pelota y que sí sabe de verdad, ya que como hombre de 53 años de edad y con veinte años en la narración, cita el artículo, acápite, y demás del reglamento vigente, con una capacidad estratégica envidiable, que educa y mantiene una positiva percepción de parte de los entusiastas, para siempre hacerlo mejor.

David Salayandía y Eric Espino, caballeros y expertos del diamante.

David Samudio, con la camiseta puesta
Al pitazo inicial y al caer los 90 minutos, su característico “saluuuudoooos” nos inserta y despide en divertidas narraciones y pertinentes comentarios en partidos de fútbol. Es el lasallista de 44 años de edad, con cerca de veinte viviendo su carrera, con excitantes momentos compartidos con el público y de un conocimiento que le da autoridad, nos pinta la emoción y pasión que pone en su trabajo; además, está al día de la más mínima noticia de los deportes.

La patada inicial la tuvo cuando el veterano Edmundo Vargas le dio la oportunidad de narrar en la radio luego de la Copa del Mundo México 86 y de allí surgió su dedicación al grito de gooooooooool, debidamente amplificado si se trata de nuestra roja selección.

David Samudio y Roberto Rivera, la fuerza joven del gol.

Roberto Rivera, el joven espontáneo
Desde 1997 y con la juventud que le dan sus 31 años de edad, Roberto llegó a la radio con el programa “El show del fútbol”, siendo entonces un estudiante de comunicación social que entró al dejar el puesto vacante el narrador anterior, lo que le abrió las puertas para llegar finalmente al mundo televisivo.

Al ser joven, le gusta ser diferente, con sus expresiones particulares de: “Datitos…”, “quiero verlo otra vez”, “pintado con spray” o al goleo del Real Madrid “blanco, blanco, blanco”, las cuales le salen con espontaneidad. Tiene la curiosidad de haber practicado originalmente sus narraciones divirtiéndose con videojuegos, ya que se confiesa fan de estos. Es un panameño que admira a todos sus colegas del medio. Cuenta con una productora y procura prepararse, conociendo a los jugadores y documentándose para cada partido.

Elías González y Juan Carlos Boyd, experiencia del patio y norteña para narrar.

Elías González, el gurú del béisbol
Se inscriben más de 700 concursantes y conocedores del béisbol, y al acabar el noveno episodio, durante la transmisión del juego desde el histórico Juan Demóstenes Arosemena, el oriundo del Jobo de Guararé es seleccionado de entre los cuatro finalistas, dándose inicio a una exitosa carrera en el relatar del juego de los bates y manillas.

Ha entrevistando a los gurús de este deporte que arrastra multitudes en nuestro Panamá. Hoy, a sus 48 años de edad, se siente relativamente realizado, vive lo que hace y cuenta con su propio programa de radio, donde proyecta energía con sus emblemáticas frases como “esa bola va tomando altura señores, adiós, adiós blanquita de mis amores”.

Juan Carlos Boyd, del norte nos vino a ilustrar
Con 40 años de edad, ya tiene 18 aproximadamente de estar en narraciones deportivas. Graduado en Estados Unidos, Juan Carlos vivió varios años allá por lo que se acostumbró a las narraciones de tipo norteamericano y aprendió mucho. Llegó a Cable Onda en una combinación de labores, en ventas, producción y manejando a los comentaristas. Pero su mayor interés es la narración de juegos que incluyen los de fútbol americano.

Definitivamente, es saludable que la TV pagada le esté dando prioridad a los eventos deportivos y es gracias a esta nueva modalidad que Juan Carlos, un preocupado por lo que informa quien siempre se prepara previo a los inicios de temporadas, ha destacado. No utiliza tantas frases en sus narraciones, más bien apodos a los jugadores, pero sí cuenta con un pequeño arsenal de propias, tales como las que surgen luego de un cuadrangular: “Adiós y que te vaya bien”, “que descanse en paz esa pelota” y “jambalaya”. Por la proyección de su imagen tiene mucha credibilidad con el público. Siempre resalta lo positivo, evitando lo negativo, sin inventar ni disfrazar nada.

El deporte atrapó a nuestros narradores, una verdadera simbiosis de campeones.

Se divierten trabajando
Todos nuestros jugadores de la narración coinciden en que están donde deben estar, en el mejor trabajo que podrían desear y, lo más increíble, es que les pagan por hacerlo.

Desean ser mejores en su trabajo, para lo cual aceptan críticas y recomendaciones de fanáticos informados acerca de detalles para ellos desconocidos. Con mucha humildad aceptan posibles errores y, una vez verificada la información, se excusan y enrumban su comentario para así dejar clara la situación, lo que resulta en ganancia para todos los espectadores, quienes esperamos que sean más que humanos, que sean seres perfectos y que, en materia deportiva y en especial la faceta o deporte que más les gusta, se las sepan todas. Gracias a la tecnología, interactúan con su audiencia en tiempo real, lo que les permite dar su mejor ejemplo y vivir su pasión con un público ávido y conocedor de la multiplicidad de las lides deportivas.

En su prácticamente condición de celebridades locales, para un variopinto público son considerados héroes y, para otros menos, adversarios en la conducción, pero ellos siempre se caracterizan por su alto sentido de responsabilidad y un comprometido respeto para con su audiencia.

Todos coinciden en que la situación de la familia y de la sociedad en general enfrenta retos cada día más complejos en nuestro país y en el mundo entero, por lo cual ellos procuran que durante la transmisión de un evento, además de en su vida familiar y social, obligarse a predicar con el mejor ejemplo, dada su influencia directa en el desarrollo de los niños y jóvenes de nuestro querido país.

Y allí seguirán, dándonos de qué hablar, haciendo los partidos más amenos e interesantes, instruyéndonos con sus comentarios y elocuentes frases. Nuestros comentaristas deportivos forman parte de una cultura arraigada a los deportes que tanto emociona a la fanaticada panameña.

Fotos: Tito Herrera

 

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