El hombre detrás de «Survivor» en Panamá
La fiebre de los “reality shows” tomó al mundo por sorpresa. Desafiando el pronóstico de expertos -que vaticinaban una moda pasajera- este formato, lejos de perder popularidad, parece proliferarse en todas las fórmulas posibles. “Survivor” es, sin lugar a dudas, uno de los favoritos del público, logrando mantener su popularidad a través de nueve temporadas, iniciadas en el año 2000.
El show Survivor (CBS) está basado en “Expedición Robinson”, propuesta iniciada por la televisión sueca en 1997. Al éxito logrado por los suecos le siguen versiones similares adaptadas por más de 25 países. Por lo general, el formato guarda una misma línea: durante 7 semanas, 16 participantes deben superar diversas pruebas de habilidad y resistencia. En una zona deshabitada, deben reencontrarse con la naturaleza, procurarse techo y comida, y establecer sus propias reglas de convivencia. Quien demuestre mayor capacidad de supervivencia será premiado con sumas nada despreciables, que van desde $100,000.00 hasta un millón de dólares. No es de extrañar, entonces, que miles de personas apliquen o sigan de cerca la suerte de quienes, después de arduas pruebas, físicas y psicológicas, son seleccionados para participar.
La intención es recrear la experiencia de Robinson Crusoe –el mítico náufrago de Daniel Defoe– con un toque del estudio sobre la condición humana planteado por William Golding en “The Lord of the Flies”. Una suerte de experimento “darwiniano” convertido en un show de televisión multimillonario. Ya sea que este show apele al voyeur de los televidentes o al salto a la fama de los protagonistas, una cosa es cierta: el éxito de Survivor, que combina aventura, entretenimiento y registro documental, ha sido sin precedentes.
Bocas del Toro: locación perfecta para los “Robinsons” del mundo
Probablemente ningún lugar ha sido testigo de tantas producciones de Expedición Robinson – Survivor como el Archipiélago de Bocas del Toro, en Panamá. Hasta la fecha, se han realizado doce filmaciones, entre las cuales están las de Argentina, España, Francia, Portugal, Colombia, Venezuela, Italia y Rusia, entre otros.
Aguas cristalinas, arrecifes, playas de arena blanca rodeadas de la densa selva tropical que caracteriza la región, resultan escenarios ideales para preparar las pruebas que los participantes deben superar.
Paki Galé: el hombre detrás de Coral Films
Pero, ¿cómo llega Expedición Robinson a Panamá? La respuesta a esta pregunta va de la mano con la historia de un hombre que, hace más de 10 años, descubre y se enamora de la belleza natural de Bocas del Toro y de su gente.
Paki Galé nace en la Argentina y, como sus padres –ambos psiquiatras-, estudia medicina. En el año de 1989, se recibe de médico en Buenos Aires y, mientras espera viajar a España para revalidar su título y continuar sus estudios, decide tomar un año sabático. Para “hacer la espera más llevadera”, incursiona en el lenguaje de la imagen y decide tomar cursos de dirección de cine, actuación e historia del arte.
A mediados de 1990, le ofrecen uno de los puestos de conductor en un programa de televisión a ser lanzado en la Argentina. Acepta, confiado que el experimento no durará más de tres semanas. “La TV Ataca se convirtió en un éxito fulminante en muy pocas semanas”, nos comenta. Considerado por la crítica como un programa trasgresor, posmoderno, underground y provocador, La TV Ataca pasó a ser un programa “de culto” por su estilo irreverente, innovador y desprejuiciado. Salía al aire todos los días en vivo, a la media noche, y duró tres años. El rumbo de su vida había cambiado de forma radical.
Le siguen otros programas de TV, hasta que, saturado de la televisión en vivo, Paki decide incursionar -a manera de terapia ocupacional- en filmaciones submarinas. “En ese momento sentía que era más interesante estar rodeado de peces y corales que de ciertos humanoides -concepto que defiendo hasta el día de hoy-”, comenta. “Fue así como, viajando por el Caribe, por islas, penínsulas, cayos y playas sin nombre, decido invertir en un paraíso natural que me trasmitiera la esencia de muchas cosas perdidas. Contando con la ventaja de mis múltiples viajes subacuáticos, sabía que la búsqueda se limitaría sólo a Honduras, Costa Rica y Panamá.”
Isla Bastimentos: un paraíso “desMacdonalizado”
Es el año de 1995 y comienza su búsqueda en el Archipiélago de San Blas. Se enamora del lugar, pero su condición de comarca le impide comprar tierras. Continúa su recorrido exploratorio y, su segunda parada, son las Islas de Bocas del Toro. Desde el inicio sabe que será el lugar definitivo. “Hace prácticamente 10 años en estas islas había muy poco: pocos carros, pocos turistas, pocas barcas, pocos medios para arribar, poca contaminación consumista. O sea, tenía todo lo que buscaba: un paraíso desMacDonalizado.” Rápidamente compra una extensa playa de arenas blancas y aguas turquesas al final de la Isla Bastimentos y la convierte en una reserva natural que llama “El limbo”.
“Aproveché para reencontrarme con mi profesión médica y comencé a colaborar con la comunidad de Bastimentos dando atención y medicinas, y recibiendo la mejor paga del mundo: mucho afecto y algunas langostas (se puede cambiar el orden si se prefiere…)”.
Entre los años de 1996 y 1998, la vida de Paki Galé fluctúa entre los trabajos con medios de comunicación, ciclos de TV y sus estadías en su paraíso de Bocas del Toro. Participa con la Fundación Historia Visual de los Sobrevivientes del Shoa, de Steven Spielberg, grabando más de 30 entrevistas con sobrevivientes del Holocausto. Para el 50 Aniversario de las Naciones Unidas, realiza una serie de entrevistas cortas con referentes latinoamericanos de la paz como Ernesto Sábato, Félix Luna y Fito Páez, entre otros.
“I love Kosovo”
En el año de 1999, siente que tiene una deuda con su carrera de medicina y con los documentales que recogen las vivencias de quienes tienen que sobrevivir al horror de una guerra. Se entera por el diario que los “Médicos en Catástrofes” irán a Kosovo. Les propone acompañarlos para filmar su trabajo. Ellos aceptan, siempre y cuando vaya en calidad de médico y filme en los ratos libres.
Los meses que siguen los llevará siempre grabados en la memoria: la guerra, el sufrimiento de los niños, las fosas comunes… “En la mañana brindaba ayuda humanitaria y en la tarde salía a grabar lo que pudiera”. Graba en una miniDV y de las muchas horas de grabación nace el documental “I love Kosovo”, “título claramente irónico, que refleja cómo quedan atrapados de por vida los niños de cualquier guerra solamente por mezquinos intereses de los grandes y el que, para mi asombro, tuvo mucha repercusión en diversos festivales internacionales de cine”, comenta Paki.
«Survivor – Expedición Robinson» llega a Panamá
Golpeado, regresa a su refugio en la Isla Bastimentos. “Seguramente como evasión de situaciones tan traumáticas (Holocausto, guerra de Kosovo), comienzo a planificar el ciclo televisivo Survivor – Expedición Robinson.” Con miras a quedarse más tiempo en la isla y no tener que salir a realizar proyectos, comienza a ofrecer “El Limbo” a distintas productoras internacionales. Crea su propia compañía de producción, Coral Films y, con asombrosa velocidad, lo contactan para que adapte a Bocas del Toro el formato del programa.
Arma un equipo de trabajo con muchos habitantes de las islas que, a través de los años, han demostrado gran visión y habilidad en distintas áreas. “En algún otro momento de mi vida hubiera pensado que sería imposible realizar algo así, de tal magnitud, en Bocas del Toro, pero después de haber concretado con mínimos recursos y en situaciones muy extremas un documental de guerra, esta nueva tarea pasaba a ser un juego de niños, donde pensaba divertirme mucho” –nos dice. Comienzan a grabar Survivor España a principios del año 2000. Le siguen doce producciones, más asesoramiento a los americanos en la producción de “Survivor Pearl Islands”, en el año 2003.
La reserva natural “El Limbo”, así como los Cayos Zapatillas, se ha convertido en unas de las locaciones más importantes en las grabaciones de Survivor. Allí se realizan la mayoría de los juegos y el Consejo Tribal. También construyen un centro de base para la logística y producción general en la Isla Colón, que llaman el “Hotel Limbo on the Sea” –también conocido como el “Hotel de Survivor”- y otro en la Isla Bastimentos, como base para las grabaciones: el “Hotel Limbo on the Beach”.
Como en materia de “reality shows” cada vez se apuesta más fuerte, siempre se buscan variantes que agreguen dificultades al formato original. “Compramos un islote de roca con palmeras y lo llamamos Cayo Diablo. El participante que sea castigado tiene que pasar allí de un día a varias semanas completamente solo: con cocos, agua y espacio mínimo para moverse. No puede escapar nadando porque el lugar está rodeado de arrecifes y existe la posibilidad de encontrar tiburones.”
Como es de esperar, producciones de la magnitud de estos shows requieren de una logística impresionante y sus costos son inmensos. Con más de 5 años de experiencia, el equipo de Coral Films cuenta con asistentes de jungla, cazadores experimentados, capitanes para noches y tormentas, equipo médico para emergencias, director de comunicaciones, piloto de helicóptero y todo un equipo especializado en este formato exótico. Detrás de cada programa hay un equipo de producción de unas 150 personas, locales y extranjeros. Y es que no sólo los participantes tienen que soportar los rigores de más de 40 días de filmación en condiciones extremas: el equipo de filmación también debe “sobrevivir” en este medio.
Y, ¿qué sigue después de “Survivor”?
Con su espíritu inquieto y aventurero, la búsqueda continuará marcando el norte. Una casa en Bocas del Toro, que ahora construye junto a su esposa, la productora italiana Melissa Grani, seguro será su pied-à-terre. “La etapa de Survivor ha sido intensa, con muchas situaciones únicas e irrepetibles”, comenta Paki. Pero ahora el futuro de ambos promete algo nuevo y único: dentro de las próximas semanas nacerá en Panamá su primer hijo. El camino, hasta ahora, ha sido apasionante. Pero, como bien dice Paki: “Esto es apenas el comienzo”.
* Mirie Mouynés es propietaria de Allegro.
Fotos cortesía de coralfilms.com