Mercados y tradiciones navideñas en Europa

Ernesto Méndez Chiari |

15 diciembre, 2017

Le brindamos un recuento de los principales mercados que se instalan durante la época navideña en diferentes ciudades europeas, y de regreso a nuestro continente, damos un vistazo a las tradiciones que existen en nuestros países para celebrar la Navidad.

Por: Ernesto Méndez Chiari

En Europa, los mercados de Navidad son parte clave de las celebraciones de fin de año. Ciudades capitales y pueblos pequeños adornan sus calles principales y plazas con luces, árboles y símbolos navideños durante las semanas previas a la Navidad. Esta tradición se remonta a la Baja Edad Media en Alemania, donde se celebraba el inicio del Adviento con los mercados en las plazas principales. Hoy, ciudades en Alemania, Suiza y Austria celebran el inicio del Adviento con estos mercados al aire libre, en donde se celebran las fiestas con comida, bebidas, bailes tradicionales e interpretaciones en vivo del nacimiento de Jesús, el Christkind.

Las tradiciones de los mercados son similares en todas las ciudades donde se celebran, aunque cada uno le da su toque local. Las atracciones más populares incluyen escenas de natividad o nacimientos, cascanueces tallados en madera, y mucha gastronomía. Nueces tostadas, galletas de jengibre (como las lebkuchen y las magenbrot), y las bratwurst, salchichas y embutidos de origen alemán elaborados con puerco, ternera o carne. El clima helado se soporta mucho más con bebidas como el glühwein o glögg, un vino caliente cocinado con vodka, canela, jengibre, clavito de olor, cardamomo, pasitas y almendras. Otras bebidas tradicionales de las festividades son el eierpunsch, un tipo de ron ponche, y el apfelwein, una sidra hecha a base de manzanas.

Estos mercados son altamente populares y atraen a personas de todas las latitudes. Cada uno de los mercados alemanes, por ejemplo, atrae a unos 3 millones de personas anualmente. Es un evento que verdaderamente encarna el espíritu de la Navidad, con música, comida, luces, decoración, tradiciones y familias. A continuación, damos un vistazo a algunos de los más populares.

Iluminación navideña de la Grand Place de Bruselas

Bruselas, Bélgica

El mercado de Navidad de Bruselas, conocido como el Plaisir d’hiver o las Maravillas de Invierno, tiene una longitud de 2 kilómetros, desde la Grand Place hasta la plaza de Santa Catalina, con unos 250 puestos de gastronomía, artesanías y decoraciones. Millones de belgas disfrutan de la pista de hielo, su gran árbol, el desfile y la iluminada noria (rueda de la fortuna).

Vista panorámica de la plaza de la Ciudad Vieja de Praga en Navidad. La plaza es popular por sus mercados de Navidad.


Praga, República Checa
Las plazas de Praga se engalanan para celebrar el Adviento, especialmente la plaza de Wenceslao, la plaza de la Ciudad Vieja y el puente de Carlos. Al ser Praga, no puede faltar en los vanocni trh (mercados) cerveza, jamones rostizados, chorizo en barbacoa y, por supuesto, trdelnik, una masa de harina con forma cilíndrica cocinada sobre la brasa con canela, ¡es espectacular! El grandioso árbol principal lo traen desde las Montañas de los Gigantes, Karkonosze, al norte de la República Checa.

Los chorizos ahumados son tradicionales en los mercadillos navideños de muchas ciudades.

Zagreb, Croacia

Nombrado por varios años consecutivos como el mayor mercadillo navideño de Europa, es quizás el que más tradiciones tiene. El primer domingo de Adviento encienden velas en la plaza central, y se encienden todas las luces y calles del centro de la ciudad. Ese día abre la pista de hielo de la plaza del Rey Tomislav, las casitas de madera de las calles Bogovićeva y Zrinjevac vendiendo vino caliente, chorizo ahumado, almendras dulces y regalos de la temporada, como bufandas y guantes. El tema de este año es el Expreso del Oriente, el legendario tren que va de París a Estambul.

Alemania

Es uno de los países con más mercados y tradiciones navideñas. Hay mercados en las ciudades de Augsburgo, Aquisgrán, Erfurt, Fráncfort, Núremberg, Leipzig, Rothenberg ob der Tauber y Stuttgart. En Dresde está el mercado navideño más antiguo de Alemania, con 11 mercados diferentes por el río Elba, con temáticas que van desde el medievo hasta los Alpes. El dresdner stollen, un dulce tradicional hecho con pan dulce y frutas, es el pecado favorito de los visitantes. En Berlín hay paseos en carruajes tirados por caballos en las calles nevadas, árboles iluminados por toda la ciudad, patinaje en hielo en un bosque

Magia navideña en la plaza Gendarmenmarkt (Mercado de los Gendarmes) en Berlín.

de hadas, cantantes de villancicos… ¡eso es Berlín y sus 70 diferentes mercados en Navidad! La Navidad en Colonia es realmente mágica: el aroma de los pasteles de manzana, biscuits de canela y vino caliente especiado se sienten por toda la ciudad. El mercado de Am Dom tiene un árbol gigantesco y puestos de venta alrededor para los visitantes. Adicionalmente, hay un carrusel enorme, pistas de patinaje, la cueva de Papá Noel y la calle LGBT, celebrando la diversidad todo el mes. Finalmente, el mercado de Hamburgo es quizás el más diverso de Europa por su mercado solo “para adultos” en Santa Pauli y un mercado en Jungfernstieg con productos únicamente de lujo.

Talín, Estonia

Un verdadero cuento de hadas: la plaza central de esta pequeña ciudad se llena de espíritu navideño alrededor del gran árbol central. Las pequeñas casitas iluminadas venden manjares locales y productos artesanales. Cerca de los edificios del siglo XV hay conciertos para niños, jóvenes y adultos por la ciudad, un zoológico con renos, esculturas de hielo, un fuerte aroma a galletas de jengibre, chocolate y vino caliente.

Mercado navideño en Manchester, Reino Unido.

 

 

 

Manchester, Reino Unido

Es el mercado original y el más grande de Inglaterra. Recibe 9 millones de visitas anualmente, que disfrutan de sus 300 puestos de ventas con comida internacional, local, copas y los dulces de tronco de Navidad.

Viena, Austria

Desde noviembre hasta Navidad las plazas más simbólicas de Viena se transforman en mercados navideños temáticos. El más famoso se llama “La Magia del Adviento”, y convierten áreas en cuentos de hadas con decoraciones, regalos, dulces y, por supuesto, apfelwein, bebida alcohólica proveniente de la manzana. Hay más de 150 stands en forma de casitas de madera, donde los visitantes pueden comprar regalos, decoraciones, castañas rostizadas y bebidas calientes. Hay varios mercados en diferentes puntos de la ciudad: Karlsplatz, Stephensplatz, Freyburg y en el magnífico Palacio Schönbrunn. Los mercados de Viena existen desde 1298. Si visitas Viena durante estas fechas encuentra el Herzerlbaum, un árbol muy romántico decorado con corazones.

La magia del Adviento se respira por casi toda la ciudad de Vienna en sus plazas, palacios y calles celebran con alegría esta época tan especial.

St. Gallen, Suiza

Todo Suiza se ilumina con la llegada de la Navidad, y mercados brotan en todas las ciudades, incluyendo Zúrich, St. Moritz, Bern, Basel y St. Gallen, donde la catedral barroca se enciende con miles de luces. Cerca de 70 puestos venden ron ponche, queso suizo, pan rústico, fondue y bratwurst (butifarra).

Boloña, Italia

No todos los mercadillos navideños están reservados para Europa Central: Italia tiene una gran pasión por la Navidad, y se representa en Boloña, donde se celebra la Fiera di Natale en la piazza central, que data del siglo XII, frente a la Catedral de San Pietrom y la Antica Fiera di Santa Lucia en el claustro de la iglesia de Santa María del Siervo. Lo más importante del mercado es la gastronomía, en especial el turrón.

Barcelona, Cataluña, España

La “Fira de Santa Llúcia” ha existido desde 1786 y agrupa unos 300 puestos que venden regalos navideños y decoraciones para el hogar. Una de las figuras más características de esta celebración es el caganer, o el cagón, un muñeco en miniatura agachado que tiene los pantalones en sus tobillos. Algunos caganers son figuras mediáticas. Algunos puestos exhiben cunas gigantes que celebran la historia de la Navidad.

Copenhague, Dinamarca

El mercado navideño danés tiene lugar en los Jardines Tívoli, en el centro de la ciudad. Además de un mercado, hay un parque de diversiones temático con montañas rusas, paseos en renos y el lago central del jardín se convierte en una pista para patinar en hielo. Los puestos venden juegos, decoraciones y comida, como el glogg, vino caliente con ron y especias, y dumplings calientes de manzana. Los niños sueñan con tomarse fotos con Papá Noel y las luces que cuelgan y brillan por todo el parque.

Estrasburgo, Francia

Algunos llaman a Estrasburgo “la capital de la Navidad”, y es uno de los más imperdibles de la temporada. El Christkindlesmarik nació en 1571, y hoy se vende paté, pretzels, cerveza artesana y regalos regionales en los 11 diferentes puntos de la ciudad, como la catedral gótica, el palacio Austerlitz, la plaza Gutenberg, y la plaza Kléber. Cada domingo de Adviento hay un concierto diferente, con música en vivo y eventos culturales. Anualmente lo visitan 2 millones de personas.

Budapest, Hungría

En la plaza de San Esteban se monta un mercado espectacular: cientos de puestos de comida ofrecen gulasch, pastelería fina, pan artesano fresco, flódni, o pastel de chimenea, y bebidas calientes, como el gluhwein, todo en material reciclable y amigable con el medioambiente. También se hacen flash mobs, o bailes improvisados donde ciudadanos comunes se encuentran en medio de una coreografía gigante sorpresa, un show de luces 3D, conciertos por caridad, y hasta un calendario de Adviento gigante en el cual se abre una nueva ventana cada día a las cinco de la tarde, la cual fue decorada por un artista importante del país.

Otros mercados navideños en Europa:

  • Graz, Austria
  • Helsinki, Finlandia
  • Madeira, Portugal
  • Estocolmo, Suecia
  • Bath, Inglaterra
  • Edimburgo, Escocia
  • Dunster, Inglaterra
  • Metz, Francia
  • Colmar, Francia
  • Lille, Francia
  • Vilna, Lituania
  • Venecia, Italia

Navidad en América Latina 

En América Latina, la Navidad es la época más venerada del año. Nuestra cultura predominantemente católica ha hecho del mes de diciembre uno muy especial para compartir en familia, dar regalos y disfrutar con todas las personas que han hecho del año uno especial. Hay mucha influencia española y portuguesa producto del mestizaje y, a su vez, mezclas con tradiciones africanas, europeas, norteamericanas y de los pueblos originarios de la región.

Algunos de los elementos fundamentales son la corona de Adviento, que representa las cuatro semanas del Adviento católico, con cuatro velas; los villancicos, de origen español; el nacimiento o pesebre, como lo imaginó San Francisco de Asís —una escena del nacimiento de Jesús en Belén, y que se representa con personajes vivientes o figuras. No puede faltar el árbol de Navidad, tradición de origen germánico en la que se adorna un pino que representa la fertilidad, y que San Bonifacio adornó con manzanas, representando el pecado original, y con velas, que simbolizan a Jesús como la luz del universo, las que eventualmente se transformaron en esferas, adornos y luces. Y, finalmente, Papá Noel, Santa Claus, San Nicolás o el Viejo Pascuero, un personaje legendario que trae regalos y felicidad a aquellos niños que se portaron bien todo el año.

En Guatemala se inician los festejos con la quema del diablo cada 7 de diciembre, y se celebran las posadas durante todo el mes. En Navidad, suenan cohetes por todas las calles.

En Costa Rica se arman “chinamos”, unas casetas de comida y bebida donde se vende chicharrón y los tamales. El 26 de diciembre se celebra el Tope Nacional en San José con una cabalgata, desfile de jinetes y caballos.

En Puerto Rico las celebraciones se extienden hasta el 15 de enero, con las Octavitas, y lo más popular son las parrandas o el “asalto” navideño, con visitas sorpresa de amigos y familiares durante las noches de diciembre.

Cuba prohibió la Navidad después de la revolución, pero siempre se ha festejado la Navidad con las tradiciones que sus abuelitos conocen.

En Venezuela es una fiesta religiosa y familiar, y la cena se celebra alrededor de la hallaca, ensalada de gallina, pavo y pan de jamón.

En Uruguay los niños hacen el Judas, unos muñecos de trapo que sientan a la puerta de sus casas y los adultos dan dinero para que compren pastillas.

En Chile toman “cola de mono”, una bebida con leche, café, aguardiente, canela y azúcar. Sus decorados incluyen el árbol de Pascua y el pesebre, y los niños esperan al Viejo Pascuero, o Papá Noel.

En Argentina se celebran los “misachicos”, en el norte argentino, y los pesebres vivientes, en el resto del país. Su misa criolla se celebra con música compuesta para la ocasión. A la medianoche, todos abren sus regalos.

En Colombia las fiestas comienzan el 8 de diciembre con la fiesta de las velitas, que son unas linternas de papel que se hacen y encienden en honor a la Inmaculada Concepción. En Medellín, hay competencias por la decoración en las calles, y se da el gran alumbrado navideño.

En Perú asisten a la misa de gallo la noche del 24 de diciembre y luego van a sus casas con sus familias a comer el pavo al horno y a tomar chocolate caliente, entre otras delicias de la gastronomía peruana.

En Brasil existe una tradición en la que el día de Navidad se meten al mar y nadan siete olas. Además, hay fuegos artificiales, flores frescas y el árbol flotante más grande del mundo en Río de Janeiro.

Finalmente, en Panamá, las tradiciones son las que todos conocemos: las posadas en las que hay niños que se disfrazan de María, José y los Reyes Magos; cantar villancicos nacionales e internacionales, esperar a Santa, Papá Noel o al Niño Dios después de la celebración de la Nochebuena y la Misa de Gallo. Entre nuestras comidas más populares están: el pavo, pernil, jamón con piña, arroz con guandú y coco, arroz dulce con raspadura, miel, pasas y canela, los tamales, mariscos, y de postre arroz con piña, arroz con leche y, por supuesto, ron ponche.

 

Fotos: Getty Images

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