Panamá es el museo
Desde un avión o al pasear por la bahía se divisan los colores de los techos del Biomuseo, la única obra del famoso arquitecto Frank Gehry construida en Latinoamérica, que abrirá sus puertas al público en febrero de 2014.
Vista externa de las coloridas partes que conforman el techo del museo, diseñado por el reconocido arquitecto Frank Gehry y construido en un área de 4,000 m2. Las ocho galerías de exhibición permanente, una de las cuales se ha denominado ”Panamá es el Museo“, han sido diseñadas por Bruce Mau Design.
Más allá de constituir una joya arquitectónica, será una valiosa herramienta de aprendizaje y enseñanza, una experiencia transformadora para quien lo visite. Hacemos un recorrido de lo que será el museo para enseñar a vivir en la biodiversidad: el Biomuseo de Panamá.
Las caras del museo
Prepararse para la apertura de un museo de clase mundial en nuestro país no ha sido fácil. El trabajo detrás de esta magnífica obra, por no decir menos, ha sido monumental. Y es que cada tornillo, cada tonalidad, cada exhibición… hasta el más mínimo detalle ha sido concebido y ejecutado bajo altísimos estándares de calidad e instrucciones precisas que partieron de quienes idearon lo que seguramente será un ícono de reconocimiento nacional e internacional para Panamá.
Jonathan Hernández nos recibió para darnos el recorrido oficial del museo. Este arqueólogo mexicano, quien ya tiene más de dos años de vivir en nuestro país, es el encargado de reclutar a los guías que serán las caras de la entidad, quienes recibirán y guiarán al panameño o turista a través de su recorrido. ”Son una parte vital del museo porque serán quienes le darán asistencia, respuestas y seguridad al visitante… por lo que debemos asegurarnos de que estén bien entrenados y que entiendan que de ellos depende que la experiencia sea completamente satisfactoria“, afirma Hernández.
…El paisaje es Panamá: Puente de vida es el nombre que distinguirá a la muestra permanente del Biomuseo.
Pieza esencial del rompecabezas, la visión de lograr un recorrido inolvidable es tan importante como el aspecto físico de una edificación que asombra y maravilla. Así, el Biomuseo integra tres aspectos –arquitectónico, educativo y ambiental– que hacen que quien lo conozca lo pueda interpretar a su manera, dependiendo de los intereses personales de cada uno. ”Desde el punto de vista artístico, el diseño del museo se da a muchas interpretaciones, entonces cada visita es diferente“, agrega Hernández. ”La gente tiene que darse cuenta de que este es su patrimonio y que si no somos nosotros los que lo cuidamos, se va a terminar perdiendo“, analizaba mientras terminábamos de subir las empinadas y amplias escaleras que dan paso al atrio de bienvenida, donde a mano derecha inicia el gran recorrido por las galerías.
De piso a techo observamos imágenes de diversas especies, catalogadas según su riesgo de extinción, así como factores que afectan la biodiversidad del planeta, incluyendo el crecimiento de la población.
Un deleite para los sentidos
Panamá: Puente de vida es el nombre que distinguirá a la muestra permanente del Biomuseo. Bajo este concepto, el origen del istmo de Panamá y su gran impacto en la biodiversidad del planeta será contado a través de ocho galerías, cinco de las cuales serán inauguradas a principios del año 2014. El canadiense Bruce Mau, fundador del Institute without Boundaries, es la mente detrás de la composición de cada una de ellas.
Una gran imagen del istmo de Panamá, a la izquierda, hecha con los mismos colores que componen la parte externa del edificio, y a la derecha el vitral ganador del concurso Prisma de la Vida, nos reciben en la primera galería titulada Galería de la Biodiversidad. El vitral, un collage de fotografías de especies locales que representa la riqueza de colores y formas que son parte de la biodiversidad, es obra de la fotógrafa Silvia Grünhut. En esta galería podremos entender y aprender qué significa la biodiversidad y por qué es tan importante para nuestro planeta conservarla.
El vitral que recibe al visitante en la primera galería fue parte de un concurso que se hizo a nivel nacional, cuya ganadora fue Silvia Grunhut. Está inspirado en Darwin y su teoría de la evolución, y conformado por especies locales que forman parte de la biodiversidad.
Pasos adelante, y luego de atravesar un estrecho pasillo, entramos a un espacio de proyección de tres alturas donde diez enormes pantallas blancas nos transportan a una presentación audiovisual de las maravillas naturales que conforman todos los ecosistemas de Panamá. Esta galería se titula Panamarama y es una vuelta por los distintos ecosistemas que conforman el istmo.
El Puente Surge, la tercera galería, presenta todo el proceso que hace tres millones de años dio como resultado la formación de Panamá. ”Panamá es un puente vivo que surgió del mar… Las gigantescas fuerzas del interior de la Tierra que formaron el istmo se presentarán con tres esculturas tectónicas de catorce metros de altura, en un espacio de encuentro táctil y físico con el mundo geológico“. Además, varias pantallas mostrarán cómo se dio el proceso volcánico, los movimientos de placas tectónicas, de sedimentación y, por último, la formación del puente. ”Al salir de esta galería, el visitante tendrá una visión más clara de la importancia del istmo y las repercusiones que tuvo a nivel global del planeta, cómo afectó al desarrollo de la especie humana y del clima. Cuando se dice que Panamá cambió el mundo, es un hecho. Y en esta galería aprenderás por qué“, agregó Hernández.
Una enorme escultura blanca de osos, caballos y monos, entre muchas otras especies animales, nos da la bienvenida a uno de los espacios más impactantes del museo. Cuando el istmo se cerró, se produjo un gran intercambio de especies entre Norte y Suramérica, y el visitante podrá interactuar en diferentes ángulos con impresionantes esculturas de algunas de las 72 especies que formaron parte de este intercambio, con pantallas audiovisuales que explicarán los orígenes de cada especie.
Un espacio abierto en el atrio bajo, que es la parte central del museo, presenta La Huella Humana, y entre columnas iluminadas de colores aprendemos cómo los seres humanos somos parte integral de la naturaleza. ”Es un espacio abierto parcialmente al aire libre, donde dieciséis columnas narran la historia de los humanos en el istmo y sus interacciones con la naturaleza de Panamá a lo largo del tiempo“.
Una de las galerías más impactantes para el visitante es El Gran Intercambio, la cual presenta esculturas de las especies que migraron entre Norte y Suramérica luego de que surgiera el istmo de Panamá.
Las siguientes tres galerías han sido ideadas con el mismo fin, realzar y rescatar la biodiversidad de nuestro planeta, y serán inauguradas en una segunda etapa. Entrando nuevamente al edificio, nos recibirán los océanos. ”Cuando Panamá emergió, dos océanos muy diferentes se formaron, cambiando la vida en toda la Tierra“. En esta galería, Océanos Divididos, dos acuarios semicilíndricos de gran altura mostrarán cómo el Pacífico y el Caribe evolucionaron al quedar separados por la creación del istmo.
Al subir las escaleras al siguiente espacio, con vidrios de piso a techo y una increíble vista de la bahía de Panamá, nos encontraremos con la galería La Red Viviente. Aquí una enorme escultura, a la vez planta, animal, insecto y microorganismo, producirá en el visitante el efecto de estar en una dimensión donde todas las criaturas tienen la misma importancia. El mensaje que aporta es que ”todos los seres vivos están ligados e interactúan de maneras complejas y muchas veces invisibles“.
Por último, la galería que cerrará con broche de oro la presencia del Museo de la Biodiversidad en nuestro país se ha denominado Panamá es el Museo. Allí, paneles y pantallas mostrarán las relaciones entre la biodiversidad de Panamá y el mundo, y ofrecerán acceso a una red virtual que vinculará al museo con el resto del país. El visitante saldrá de esta galería a experimentar, en nuestro propio territorio, lo que acaba de ver, una biodiversidad que hace de nuestro país una exhibición permanente.
Detrás de una gran obra
Para que este museo fuese una realidad se ha necesitado de mucho esfuerzo, dedicación e inversión. Entre sus más prominentes promotoras se encuentra Pilar de Alemán, quien se involucró en esta labor desde el año 2000, luego de leer un artículo que hablaba sobre la posibilidad de hacer un diseño de Gehry para Panamá.
”Lo que más me ha atraído del Biomuseo es el aporte que hace al sentido de identidad nacional de los panameños, ya que nos enseña cómo desde nuestros orígenes estuvimos destinados a ser un puente de vida en vista de que el surgimiento de nuestro istmo sirvió para unir al continente americano“, nos cuenta Alemán, presidenta de la Fundación Amador, organización bajo la cual se ha desarrollado esta imponente obra.
El piso central del atrio, visto desde la exhibición ”La Huella Humana“, compone un juego de palabras afines al tema del museo: la biodiversidad.
Margot López, coordinadora de comunicaciones del Biomuseo, concuerda en que los visitantes podrán entender la historia de Panamá de una forma totalmente distinta y aprender la manera fantástica en la que el istmo de Panamá, al surgir, cambió la biodiversidad del planeta: ”Le va a devolver al panameño un orgullo en su origen“, asegura López, ”y nos va a hacer reflexionar sobre lo importante que es ser un país de tránsito“. En su opinión, la propuesta de este museo es distinta a lo que normalmente ves en los otros. ”Es tener una experiencia educativa… interactuar, que te hagas preguntas y veas el mundo de manera distinta“, añade.
Alemán, por su parte, asegura que el Biomuseo servirá para estimular el estudio de las ciencias en las escuelas. ”Ya maestros de muchas escuelas públicas han sido capacitados en talleres creados para este fin y la idea es que la visita escolar al museo sea una herramienta que aporte al desarrollo académico de los estudiantes“. Y es que, desde hace tres años se viene desarrollando un programa de alto nivel donde se le enseña al maestro cómo sacar beneficio de la visita escolar, amarrada al currículum, y así se logra aprovechar más el aprendizaje.
La apertura del Biomuseo representa la culminación de años de esfuerzo y el inicio de una nueva etapa cultural para nuestro país. No solamente se trata de la primera obra en Latinoamérica del mundialmente reconocido Frank Gehry; se trata de brindarles a nuestros compatriotas el orgullo de presentar al mundo exposiciones de primer nivel y, sobre todo, de poder compartir la historia que a todos nos pertenece, esa que nació con el surgimiento del istmo y que cambió al resto del planeta, convirtiendo a nuestro país en un museo viviente, rico en biodiversidad. No sin razón Alemán afirma que ”el Biomuseo debe servir de ejemplo para muchos, en cuanto a que en Panamá se pueden hacer obras con estándares de primer mundo y que solo es cuestión de proponérnoslo“.
Fotos:
Tito Herrera