Posicionándonos en el turismo mundial

Ximena Eleta de Sierra |

22 diciembre, 2005

Es gratificante saber que hay tres magnos proyectos turísticos en proceso, cada uno con un enfoque distinto pero todos apostando al despegue de Panamá como destino turístico y de jubilación a nivel mundial.

Está de boca en boca, la forma más eficiente de comunicación entre los panameños: turistas de placer, turistas en conferencias de negocios y extranjeros en busca de un destino para su jubilación están empezando a descubrirnos. Muchos de nosotros reaccionamos igual que cuando leemos textos históricos que insisten que Cristóbal Colón nos descubrió: “Pero si hace tiempo estábamos aquí!” La incógnita es, ¿qué es lo que los está atrayendo? ¿Qué es lo que ahora han visto que antes no veían?

Antes que nada, está el tema de “valor por su dinero”. A pesar de ser un país que ofrece toda gama de servicios y facilidades, Panamá no es un destino caro, más bien es muy accesible al bolsillo de los extranjeros. Con el fruto de muchos años de trabajo, los jubilados extranjeros quieren vivir de la mejor manera posible en base al presupuesto mensual con el que cuentan. En Panamá, obtienen mucho más metraje y calidad de vida que en otros destinos como el Caribe, la Florida o, incluso, Costa Rica.

Nuestro clima cálido, los 12 meses del año; la estabilidad del dólar –que para los estadounidenses significa, además, no tener que bregar con un cambio de moneda–; la ausencia de controles en el ingreso y salida de dinero; la relativa seguridad que gozamos, comparados con otros países de la región; la reconocida calidad de nuestros servicios médicos; y nuestra accesibilidad, en término de vuelos diarios y variedad de destinos, hacen una gran diferencia a la hora de posicionar a Panamá como un lugar turístico de excelencia.

Existen otros factores, mucho menos tangibles pero igual de significativos, a la hora de escoger a Panamá. Aunque los panameños no tengamos la cultura de servicio que tienen, por ejemplo, los mexicanos o los colombianos, somos innegablemente amigables y afables, espontáneos y transparentes; tenemos “sabor caribeño” y estamos acostumbrados a tener personas de distintas razas entre nosotros. Los extranjeros se sienten bienvenidos, cómodos, acogidos y seguros entre nosotros, y eso, que no es fácilmente cuantificable, ¡pesa más que el oro!

¿Quieren playa? Aquí hay. ¿Quieren montaña? Aquí hay. ¿Quieren bosque húmedo tropical? Aquí también hay. Esa variedad nos ayuda porque atrae personas con variedad de gustos y preferencias. ¡Y qué decir de la tranquilidad! Venir a Panamá de paso o para quedarse es una experiencia sin mayores riesgos.

¿Y quién es el típico turista o jubilado que viene a Panamá? ¡Quiénes mejor para saberlo que tres inversionistas visionarios que apuestan por nuestro país a través de proyectos extraordinarios desarrollados de la mano del Banco General! Herman Bern, de Playa Bonita Resort & Spa, en tierras de la antigua base de Howard; Roberto Eisenmann II, de El Alcázar de Coronado, un condominio de lujo situado en la cancha de golf de Coronado; y John Haley, de Red Frog Beach Club, en Isla Bastimentos, Bocas del Toro, nos explican por qué estos proyectos complementarán la oferta de alojamiento que ya tiene Panamá y lograrán atraer más extranjeros a nuestras tierras, una excelente manera de contribuir con el desarrollo del país.

Playa Bonita Resort & Spa
Como un espectro entre el bosque y el mar, de manera inesperada en la calle hacia Veracruz y a sólo 20 minutos del centro bancario, encontramos Playa Bonita Resort & Spa. Como bien lo dice su nombre, este proyecto hotelero está ubicado frente a una hermosa playa que hasta ahora conocíamos como Playa Kobe. Con un total aproximado de 300 habitaciones entre cuartos y suites, tres restaurantes, dos piscinas, un enorme spa de lujo y mucho más, este resort es parte de la franquicia hotelera Intercontinental y está siendo construido por Empresas Bern. Se está promocionando, principalmente, entre “operadores” corporativos cuyos clientes (empresas multinacionales, sobre todo) buscan destinos novedosos para sus conferencias y seminarios.

Como nos explica el Ing. Herman Bern, a menudo los empleados de estas compañías han visitado ya muchos de los hoteles en la región con facilidades apropiadas para conferencias de cientos de personas. “Nosotros les estamos diciendo: reúnanse aquí y báñense en nuestra playa y nuestras piscinas en cualquier época del año; además, en su tiempo libre, aprovechen para conocer una ciudad cosmopolita y aprender de su pasado, admiren el Canal, conozcan nuestra fauna y flora tropical, salgan en bote a pescar, vayan de compras, coman en algunos de los cientos de restaurantes disponibles, disfruten Panamá…”. El Ing. Bern está convencido de que, a nuestros precios, mucho menores que los del Caribe, ésta es una oferta difícil de rehusar. Por supuesto que el hotel también será visitado por turistas de placer en busca de “playa cerca de ciudad”, una combinación difícil de encontrar en cualquier parte del mundo.

Con una arquitectura ecléctica, entre colonial y mediterránea –con algo de influencia morisca–, el hotel consta de un edificio principal en el centro con dos “alas” de cinco pisos de altura a ambos lados, donde se ubican las habitaciones y suites. El diseño de hojas de palma tallado en las puertas de madera oscura, tanto afuera como adentro de los cuartos, en la cabecera de las camas y en el borde del sobre del baño, brinda un toque tropical y al mismo tiempo sofisticado a las habitaciones. El mobiliario y adornos refuerzan este estilo.

El spa del hotel, de calidad internacional y con una bella vista al mar, y su “bonita” y limpia playa son los dos atractivos principales del resort. Sin embargo, entre los planes a corto plazo están una cancha de tenis y varios caminos ecológicos para visitas guiadas –precisamente porque parte de la propiedad, en su punta oeste, pertenece a la Reserva Punta Bruja–. Respecto a la calidad del agua, la misma ha sido revisada varias veces. “El resultado de diversos laboratorios ha sido siempre el mismo: gracias a las corrientes, el agua está limpia, libre de las impurezas que sí tienen las aguas del otro lado de la Calzada de Amador y de residuos de los barcos que esperan su paso por el Canal”, nos comentó el Ing. Bern.

Tras sólo un año de haberse iniciado la construcción de este proyecto de ocho hectáreas de terreno, los planes originales se están concretando. Luego de una carrera contra el tiempo, en la que participaron cerca de 500 trabajadores, este mes de diciembre estarán recibiendo al primer grupo de huéspedes que vendrá para una convención internacional, una de muchas que esperamos se realicen en nuestro país.

El Alcázar de Coronado
Cuando pensamos en Coronado, pensamos en las casas de Coronado es Vida, su sapito verde, su Club de Golf, las dos torres frente al mar que llevan aproximadamente 30 años de construidas, sus competencias ecuestres. No imaginamos siquiera lo que Roberto Eisenmann II y su hijo, Roberto Eisenmann III, tienen entre manos: un condominio de lujo de estilo colonial, con 60 apartamentos de 265 mts2 y 4 penthouses de casi el doble, ubicado entre los hoyos 11 y 12 de la cancha de golf. A tan sólo 4 meses de haberse develado y con más del 35% de los apartamentos vendidos, El Alcázar es un proyecto muy prometedor. Su nombre, de origen árabe que significa “castillo”, resulta muy apropiado para este proyecto residencial exclusivo y con acabados de primera calidad, diseñado hábilmente por el arquitecto panameño Juan Manuel Vásquez.

Cada apartamento contará con tres recámaras y sus baños privados, más un cuarto adicional con baño que podrá ser utilizado como recámara para huéspedes o servicio doméstico, o bien como un estudio-biblioteca. Los futuros dueños de estos lujosos condominios con vistas al mar, a la cancha de golf y a las montañas de Coclé tendrán dentro de su propiedad un spa de calidad internacional, con terapistas entrenados en medicina alternativa y nutrición, una enorme piscina estilo infinity, rodeada de hermosos jardines, y muchos servicios personalizados. Además, tendrán acceso a la cancha de golf de 18 hoyos diseñada por el famosísimo Tom Fazio, al Club Ecuestre, y a los restaurantes y demás facilidades del Coronado Hotel & Resort, incluyendo cuatro canchas de tenis.

Su “mercado objetivo” es mayoritariamente conformado por extranjeros que están a punto de jubilarse y que tienen un espíritu aventurero, aunque algunos apartamentos seguramente serán comprados por parejas, panameñas y extranjeras, que quieran un apartamento para vacacionar. Según Roberto Eisenmann II, quien habla con la convicción que proviene de largas conversaciones con parejas de jubilados extranjeros ya radicados en nuestro país, Panamá es un destino realmente atractivo. “Estos son de los compradores más minuciosos del mercado de bienes raíces a nivel mundial, los que hacen las investigaciones más exhaustivas, los que más miden y comparan. Así que si vienen es porque les vale la pena”.

El Alcázar de Coronado planea atraer a este tipo de parejas, con un presupuesto holgado, con deseos de practicar el golf y tener acceso a una playa; parejas que quieran un apartamento lo suficientemente grande para poder invitar a sus familiares, pero con servicio de limpieza y otros servicios que hagan la “tercera edad” más llevadera; parejas que quieran el spa para sentirse jóvenes y prevenir enfermedades, pero que también exijan un sistema de emergencias médicas con un helipuerto que les pueda asegurar transporte expedito a un complejo hospitalario en la ciudad.

“Esta generación que está viniendo ahora son los baby boomers de los Estados Unidos y Europa, los bebés de la post-guerra, los de la revolución de los años ’60 y ’70. Por lo que les tocó vivir, son personas más arriesgadas que la generación anterior y quieren emoción aún en la etapa final de sus vidas”, nos comenta Eisenmann. Ese sentimiento de aventura hace que se inclinen por un destino “por descubrir”, el cual estamos seguros atraerá muchos turistas y futuros residentes a nuestro país.

Red Frog Beach Club
Para individuos en busca de aún más aventura, más naturaleza y más aislamiento, pero con todas las comodidades de un resort y las aguas cristalinas características del Mar Caribe, ya comenzó la construcción del Red Frog Beach Club en Isla Bastimentos, Bocas del Toro. Ubicado en 600 hectáreas de terreno sobre la costa norte de esta hermosa isla, el complejo estilo “cotel” (combinación de condominios y hotel) cuenta con cuatro millas de playa de arenas blancas, Red Frog Beach, llamada así por ser hogar de una subespecie de rana roja que supuestamente habita únicamente en esta isla.

Su promotor, el Sr. John Haley, ha contratado los servicios del Ing. Ricardo Fábrega, de la constructora local COCIGE, para construir, en varias fases, unas 800 unidades entre habitaciones de hotel, condominios y residencias privadas o “villas”. En la primera fase, que ya ha iniciado con más de 200 trabajadores, proyectan construir 300 unidades y vender un número significativo de lotes. Existen seis modelos de condominios y 12 diseños de villas distintos, con una amplia gama de posibilidades de muebles y acabados para escoger.

El hotel, nos asegura John Haley, será de cinco estrellas, con todas las instalaciones y servicios de lujo esperados, incluyendo un spa (“Jungle Spa”), un centro de ejercicios, dos canchas de tenis, dos restaurantes y varias piscinas. Además, en enero del 2006 empezarán las obras para una marina. Muchos propietarios se sienten atraídos a Bocas del Toro principalmente por su rica fauna y flora, al igual que por todas las actividades recreativas relacionadas al mar: buceo, pesca y paseos en barcos, entre otros. Incluso varios de ellos ya poseen yates y veleros, por lo que la construcción de la marina es esencial para brindarle servicios a este segmento de la población turística.

Pero, ¿cómo vino a dar John Haley a Bocas del Toro? Proveniente de una familia estadounidense que ha estado en la industria de la construcción desde hace varias generaciones, el señor Haley decidió ir en busca del próximo “hot spot” en el Caribe. Después de mucho viajar, se “enamoró” de Bocas del Toro hace cuatro años y escogió Isla Bastimentos para su futuro proyecto.

Desde entonces se ha dedicado a diseñarlo, conseguir los permisos con todas las entidades gubernamentales y mercadearlo, primordialmente, en los Estados Unidos a través del Internet (donde reciben un promedio de 40 visitas cibernéticas al día), de ferias y de seminarios de bienes raíces a nivel mundial. Se espera que aproximadamente la tercera parte de los condominios y viviendas privadas sean ocupadas por individuos de la tercera edad, a quienes dirigen gran parte de sus esfuerzos.

Una excelente noticia es que el mundialmente reconocido golfista Arnold Palmer ha sido contratado para diseñar y hacer la cancha de golf de este complejo turístico, lo cual es una muestra más de lo ambicioso del proyecto. La misma será construida sobre una plantación de teca que existía en parte de la isla, adaptando la vegetación local a la cancha, lo cual permitirá la conservación de los bosques primarios existentes en la isla.

Aparte de la creación de la Fundación Red Frog, la cual se concentrará en realizar proyectos comunitarios en conjunto con los propietarios –100% altruistas, algunos, y otros, como las mejoras proyectadas al pequeño hospital de Bocas del Toro, de mutuo beneficio– se espera que la construcción del Red Frog Beach Club traiga divisas y beneficios múltiples a la comunidad de Bocas del Toro.

Según el boletín de una compañía dedicada a la venta y alquiler de propiedades alrededor del mundo, International Living, el despegue de Panamá como sitio turístico a nivel mundial ya está retrasado. Según su Indice Anual de Jubilación a nivel Global (Annual Global Retirement Index), Panamá está posicionado de primero en una lista de 28 ¡desde hace nada menos que cuatro años!

La coyuntura para que nuestro país finalmente despegue en materia de turismo está dada. Otro “as” bajo la manga será el totalmente modernizado y expandido Aeropuerto Internacional de Tocumen, con una prometedora inversión superior a los 70 millones de dólares. Los visitantes podrán palpar dicha expansión (de más de 20,000 metros cuadrados) y remodelación en el transcurso de los próximos meses: 22 nuevos puentes de embarque, terminales reacondicionadas, nuevos sistemas de inspección de equipaje y control, escaleras eléctricas y elevadores, por dar sólo algunos ejemplos.

Ahora resta conjugar esfuerzos entre las partes interesadas –los promotores, los inversionistas, las entidades gubernamentales (IPAT, ANAM, Patrimonio Histórico)– para promover a Panamá como destino de una manera unificada y sin perjudicar más de lo estrictamente necesario nuestro frágil ecosistema. Sólo así lograremos alcanzar nuestro potencial turístico al tiempo que maximizamos los beneficios para nuestra población.

Fotos cortesía de los entrevistados.

Quizás te puede interesar