¿Qué tan visibles son las mujeres en la conversación digital?

Margorieth Tejeira |

19 mayo, 2022

Las redes sociales, en especial Twitter, son las nuevas plazas públicas de conversación. La extensión de nuestros pensamientos, creencias, orientaciones o sesgos cobran vida en 280 caracteres que revelan, sin tapujos ni maquillaje, qué tanto y cómo son vistas las mujeres.

Con sus pros y contras, no se puede quitar mérito a la disrupción que provocó en el paradigma de comunicación la irrupción del pajarito azul, que rápidamente se convirtió en un espacio “sin filtros”, “sin reglas”, “sin moderador”, “sin autor” y “libre” para opinar de todo, contra todo y en todo momento. Por ello, al margen de sus aspectos críticos, es donde mejor se puede medir la opinión y sentimientos de un gran volumen de personas, pues lo que allí abiertamente expresan forma parte de su huella digital y nos brinda una valiosa radiografía.

En este espacio de debate constante nos adentramos a través del estudio “Mujeres líderes en el umbral de la visibilidad”, elaborado por LLYC (Llorente & Cuenca) para analizar la conversación digital sobre referentes en la política, la empresa y el periodismo y detectar qué tan visibles son las mujeres en esta conversación digital en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, España, Estados Unidos, México, Panamá, Perú, Portugal y República Dominicana.

Luego de analizar más de 11 millones de tweets de hombres y mujeres publicados en los últimos 12 meses en estos 12 países, detectamos un primer hallazgo: ¿Qué ve una mujer joven, activa en redes sociales y que aspira, algún día, a dirigir una compañía? La imagen de un hombre haciéndolo.

Las nuevas tecnologías permiten analizar millones de mensajes publicados en redes sociales y sacar conclusiones interesantes sobre esta conversación digital.

La data analizada, que debe entenderse como una muestra representativa de los países seleccionados y no como un estudio absoluto, comprueba que la mujer está infrarrepresentada en la conversación pública. Solamente uno de cada cuatro mensajes hace referencia a una mujer. Triste noticia si tomamos en cuenta que se analizaron más 70 millones de palabras procesadas con técnicas de NLP (natural language processing o procesamiento del lenguaje natural).

En cuanto a las empresarias, el estudio indica que la mujer directiva prácticamente no existe, solo un mensaje sobre líderes de cada 100 hace referencia a mujeres en el mundo empresarial.  Aunque es importante señalar que, en esta categoría, Panamá se destaca como uno de los países con conversaciones más equilibradas, con el 50.4% de tweets sobre mujeres empresarias, ¡una buena noticia para las féminas frente a empresas y gremios que han ganado espacio en la conversación digital y que hay que seguir protegiendo y estimulando!

Es positivo que Panamá se destaca como uno de los países con conversaciones más equilibradas, con el 50.4% de tweets sobre mujeres empresarias.

No hay duda de que la visibilidad del talento femenino es un acelerador de la igualdad porque normaliza la presencia de las mujeres en todos los sectores y disciplinas, ya que al mostrarse en la red representan modelos para las nuevas generaciones.

Pero ¿qué puede estar frenando esa visibilidad en la conversación digital? El estudio detectó algunos sesgos que han encontrado eco en Twitter y que pueden estar minando la presencia activa de mujeres en la red.

Por ejemplo, el sesgo de doble vínculo, que es el efecto por el cual las acciones de visibilidad en las mujeres generan un resultado contrario al deseado, está muy presente en esta red. El análisis muestra que las empresarias son castigadas por mostrarse ambiciosas (un 27% más que los hombres), pero también cuando muestran empatía o son muy serviciales son criticadas.  Además, características teóricamente objetivas como la independencia (13%) y la competitividad (8%) también reciben una calificación crítica en comparación a sus pares masculinos.

Por otra parte, la conversación digital es un reflejo de la habitual conversación presencial en la que se usa “mujeres de” o “esposas de” para describir a una dama, como si no fueran suficientes sus méritos propios como mujer y profesional. Una tendencia muy marcada sobre todo entre las empresarias iberoamericanas llegando al 62% de diferencia respecto a ellos.

¿Y el acoso, la sexualización y banalización de los que son objeto las mujeres en su entorno, también están presentes en la red del pajarito azul? Sí, esta muestra digital también confirma que están presentes y que los separa una delgada línea del halago a la apariencia femenina. Un ejemplo: atributos como “sexy” aparecen tres veces más asociados a mujeres que a hombres.

El atributo «sexy» aparece tres veces más asociado a mujeres que a hombres lo que refleja cómo la apariencia física pesa más para una mujer.

Pero también está muy vinculado a otra realidad y es el riesgo de infantilización en las conversaciones hacia ellas, que pueden quitar méritos a sus logros. En el estudio, uno de cada 50 mensajes contiene expresiones como: “niña”, “guapi”, “gordi” o “chuli”, así como emojis de corte aniñado, como muestras de cariño para celebrar méritos profesionales. En Panamá, esta tendencia marcó el 49%.

Las expresiones de infantilización se dan mucho más en mujeres que en hombres.

En este aspecto es importante puntualizar que para la evaluación cualitativa de los mensajes empleamos técnicas de análisis de sentimiento (sentiment analysis, en inglés) basadas en un modelo multilingüe de 16 idiomas de aprendizaje por transferencia; es decir, lo entrenamos para tener una comprensión más general y, posteriormente, transferir ese aprendizaje para que lo aplique a una tarea concreta, en este caso la valoración positiva, negativa o neutral de los mensajes dirigidos a líderes masculinos y femeninos.

Por último, en cuanto a la conversación sobre igualdad, son las mujeres las que hablan el doble, a pesar de ser menor su presencia en la red. En consecuencia, la igualdad se convierte en un tema solamente de las féminas.

Pero, nuevamente, si hacemos un zoom en Panamá, sí destacan más hombres (en especial del sector empresarial) generando mayor conversación sobre igualdad, un gran mérito si se toma en cuenta que en 8 de los 12 países analizados hablar de feminismos se torna negativo. Incluso en nuestro país esta conversación sobre feminismos es 23% más negativa en comparación a los otros países analizados en el estudio.

Algo que todos podemos hacer es evitar repetir en la conversación digital nuestros estereotipos.

Ahora bien, ¿qué mujer quiere ser visible con este panorama tan adverso? Tal vez la minoría, por eso disminuyen su propia autopromoción en esta red de referencia digital.

Debemos entender que la visibilidad de las mujeres es tarea de todos y podemos hacer pequeños cambios en nuestra conversación digital para mostrar apoyo:

  • Conocer nuestros sesgos inconscientes y convertirlos en decisiones conscientes es el primer paso hacia la igualdad.
  • Reflexionemos sobre nuestro propio lenguaje hacia las mujeres que repetimos en nuestros tweets.
  • Hagamos un esfuerzo por moderar nuestro tono en la conversación hacia las mujeres.
  • Evitemos repetir en la conversación digital nuestros estereotipos.
  • No usemos lenguaje ofensivo o violento.
  • Seamos conscientes de que hay formas de celebrar los logros profesionales de las mujeres sin llegar al infantilismo.
  • Seamos propulsores de las conversaciones digitales de y sobre mujeres.
  • Evitemos el uso de gifs y emojis ofensivos o violentos.

Pero, sobre todo, entendamos que, sin el apoyo de los hombres, desde cualquier posición como jefe, esposo, amigo o colega, es imposible cerrar este gap para lograr una mejor visibilidad de las mujeres como acelerador de la igualdad.

En una conversación absolutamente protagonizada por hombres, no podemos dejar que sean solamente las mujeres las que lideren el movimiento proigualdad, pues con su bajo nivel de relevancia en la conversación digital no se logrará una sociedad más igualitaria.

Para reducir esta diferencia de visibilidad, tampoco es suficiente con que las mujeres empresarias tomen un rol más activo en su autopromoción. La data demuestra que a pesar de ese gran esfuerzo también se requiere el apoyo de otros sectores.

Debemos ser conscientes de que hay formas de celebrar los logros profesionales de las mujeres sin llegar al infantilismo.

Por ejemplo, los medios de comunicación pueden asegurarse de consultar al mismo número de expertos que de expertas. Los organizadores de eventos como congresos y conferencias pueden evitar programas con escasa o nula representación femenina. En las escuelas y universidades pueden desarrollar programas educativos que impulsen la inclusión y diversidad. Las empresas deben seguir facilitando a las mujeres una mayor dedicación a tareas con formación, soporte profesional y disponibilidad horaria.

Estas acciones por parte de todos traerán como consecuencia más presencia femenina en la conversación digital, lo que ayuda a corregir a mayor velocidad los sesgos de percepción y normalizar diferentes modelos de éxito y evitar el doble castigo a las mujeres líderes. Si existe una conversación más amplia y segura para las mujeres, más se atreverán a potenciar su identidad digital y ser referente para más mujeres.

Una visibilidad más equilibrada no es solo importante para las mujeres, es fundamental para generar sociedades más diversas e inclusivas. La agenda de igualdad debe ser defendida por las mujeres y también por los hombres pues, al final del día, queremos que esa joven profesional, empresaria o emprendedora encuentre en Twitter el reflejo de una mujer líder que sea su referente aspiracional para juntas sobrepasar el umbral de la visibilidad femenina.

 

Fotos: GettyImages

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