Cómo hacer un jardín en tu hogar

María Amelia Pezzotti |

19 noviembre, 2021

Esta guía con 6 pasos fáciles te ayudará a crear espacios llenos de verdor en tu casa o apartamento. Porque estar alrededor de plantas y cuidar de ellas nos ayuda a regular nuestro sistema nervioso elevando nuestro estado de ánimo.

El mundo verde, el mundo natural es algo que siempre me ha inspirado y aunque lo tengo dentro de mí de nacimiento le debo mucho de ese cariño que le tengo a las plantas a mi abuelo. A mis cortos trece años, mi abuelo con su botiquín de químicos con remedios para sus plantas me explicaba de ellas y sus nombres, siempre el científico. Años más tarde, tuve mi primer hogar y en la ausencia física de mi querido abuelo lo recordaba cada vez que entraba en mi jardín. Mi amor por las plantas solo aumentó y sembrarlas, cuidarlas y verlas crecer se ha convertido en mi pasatiempo favorito. Reconozco que a muchos nos gusta el mismo mundo y no sabemos por dónde comenzar para crear un espacio verde en nuestro hogar.

Las preguntas que me invitan a crear un nuevo espacio con plantas son: ¿qué busco?, ¿busco decorar un rincón?, ¿busco que lleguen aves y mariposas?, ¿o quiero solo ver verde para sentirme más en contacto con la naturaleza? Mis motivaciones van de la mano de todas las preguntas anteriores, en especial, llamar a la visita de los colibríes, mis aves favoritas. Te comparto una guía práctica para que inicies un jardín o área verde en tu casa o apartamento y encuentres esos minutos de estar presente cuidando de ellas. Crecer y cuidar plantas es un acto maravilloso para comenzar a practicar la atención plena (mindfulness) y si tienes niños, incluirlos en el proceso.

  • Primero, te defino las categorías de iluminación para comprar plantas. Se le llama luz directa cuando el sol cae directamente sobre las plantas, casi todo el día, sin techo. Son plantas que tienen hojas de colores, abundantes flores como las veraneras y grandes follajes como las palmas. Para el sol indirecto, hay dos clases de plantas: a las que les gusta recibir el sol directo unas cuantas horas al día y a las que solo les gusta el reflejo. Por ejemplo, una planta en un balcón es una planta que goza del sol indirecto con unas cuantas horas de sol directo. Y una planta dentro de una sala cerca de una ventana, es una planta que goza del sol indirecto solo por reflejo. La regla de oro al comprar plantas es observar muy bien dónde están exhibidas en el vivero y cómo es su hábitat, de esa forma puedes imitarlo en tu propio hogar.

Las plantas cerca de una ventana gozan del sol indirecto solo por reflejo.

  • ¿Flores o follaje? Si te encantan los colores, te recomiendo que inicies un jardín en un área que reciba sol directo al menos la mitad del día. Si aprecias los colibríes, ellos disfrutan tomar del néctar de flores con pistilo largo como la Ruellia, heliconia –en especial, los gallitos–, begonia y Russelia. Los colores que más les atraen son el amarillo, naranja, morado y rojo. Si encuentras que el lugar en donde quieres hacer tu jardín no recibe mucho sol directo, te recomiendo jugar con plantas de distintos tonos de verde y follaje. La palma cola de pescado o Caryota mitis, la palma abanico o Licuala grandis y el Ficus lyrata son excelentes opciones para aportar altura a esquinas en cualquier luz indirecta. Algunas plantas con flores para interior son los anturios, la flor de la paz o staphyllium y las orquídeas, estas últimas florecen de una a dos veces al año y es ideal tener varias e irlas rotando a su tiempo de floración.

Los anturios son excelentes plantas con flores para tener adentro de casa.

 

  • El dilema de los potes. Usualmente, las plantas vienen en sus potes desde el vivero y es importante que estos potes tengan drenaje de agua, de esa manera se descarta el agua que la planta no necesita y las raíces no se pudren por exceso de humedad. Luego, esas plantas en los potes del vivero pueden insertarse en potes decorativos. Si tus potes decorativos tienen drenaje, te recomiendo colocarles un plato de potes para que recoja el agua del riego, los cuales puedes conseguir en cualquier ferretería.

 

El tipo de pote que se utilice para la planta es importante para su crecimiento.

 

  • Estilizar tus rincones o plant styling. Si ya escogiste tu rincón y las plantas adecuadas para cada espacio con sus potes decorativos, empieza a visualizar alturas. Una regla valiosa para la decoración de elementos es que se hace en números impares. Por ejemplo, tres potes en una esquina crean más armonía visual que cuatro. Puedes hacer un dibujo en un papel o simplemente ir exhibiendo tus plantas en sitio, las más altas atrás y las más bajas justo adelante o a sus lados diagonalmente creando un triángulo cerrado. Cuando coloco más de tres plantas, inserto alturas como banquitos, una silla, mesa pequeña, columnas o estatuas; coloco las plantas sobre estos elementos y juego con las alturas para crear movimiento. En un balcón o terraza, cuelgo plantas con colgadores de macramé o potes colgantes de techo y flores que naturalmente caigan, como las begonias y ramas con hojas como los Pothos de sus diferentes colores, ellos aportan un follaje hermoso. Si estos potes colgantes los tienes en un balcón o terraza, puedes complementarlos con un bebedero de colibríes o comedero de pájaros.

El diseño escandinavo, utilizando plantas para dar color, es una de las tendencias en decoración.

 

  • El riego. No queremos ahogarlas ni secarlas, por lo que el riego es de los más grandes “peros” que existen a la hora de convertirte en dueño de plantas. La regla de oro es que las plantas que están recibiendo más luz directa casi siempre van a requerir más agua que las plantas que están recibiendo luz indirecta. En el vivero en donde compres tus plantas te pueden guiar, pero una manera fácil de descifrar si una planta necesita agua o no es tocando su tierra. Si introduces tu dedo o un palillo en la tierra y sale enlodado o húmedo, sabes que no necesita riego. Si insertas el dedo o un palillo en la tierra y sale seco, tu planta te pide agua.

Las plantas necesitan agua, pero solo lo necesario.

 

  • El mantenimiento. Las plantas crecen y asimismo sus raíces; es muy común ver cómo se le salen las raíces a las plantas por los orificios del drenaje de los potes cuando están creciendo. En ese caso, recomiendo cambiarla a un pote más grande, con tierra nueva y abono. De esa forma, la planta se podrá desarrollar mejor. Otro indicio de que tu planta necesita un pote más grande y mejorarle su tierra es cuando las hojas empiezan a volverse amarillas y la planta estanca su crecimiento. Si desde el principio tu planta está sembrada en un pote grande abona cada dos meses con un fertilizante químico u orgánico a base de humus de lombriz, los cuales puedes encontrar en las ferreterías y tiendas especializadas. A veces encontrarás que la tierra se ha compactado en tu pote y no drena el riego de la misma manera; en este caso, con una pala pequeña de punta delgada, lejos de la raíz, ara la tierra con tierra nueva para revivir su hábitat. También, cuida sus hojas –en especial, cuando son grandes– limpiándolas delicadamente con un trapo húmedo cada mes. Por último, cuando riegues tus plantas, intenta hacerlo alrededor de su raíz y no encima, de esta manera las raíces mantienen su tierra nivelada y no pierden suelo.

 La jardinería es técnica, pero sobre la técnica está el arte y el genuino amor por lo que se siembra, se poda, se cosecha y se riega. El famoso “dedo verde” es amor e intención, genuina pasión por ver crecer aquella semilla convertirse en flor o un plantón crecer en árbol. La paciencia viene siendo lo que nos aporta la práctica de jardinear, es un trabajo de darle a la tierra y recibir de ella. Sí, recibimos los frutos y las flores, pero más allá de la ofrenda física, está el arte de ver crecer un ser vivo y cómo aquello intangible nos transforma internamente.

Involucra a tus hijos

Los niños gozan de una sensibilidad maravillosa cuando están en contacto con la naturaleza y hacer jardín con ellos rinde sus frutos de maneras inesperadas con introspecciones profundas y la regulación de su sistema nervioso. Puedes empezar por pedirles ayuda para hacer el riego semanal de las plantas del hogar, cortar hojas secas y colaborar al sembrar con sus propias manos. Motívalo a escoger sus propias herramientas y al ver crecer las plantas que ellos mismos sembraron, incrementará su sentido de logro.

 

Fotos: Getty Images

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