Música que trasciende fronteras
A lo largo de la historia de nuestro país, intérpretes y compositores han logrado llevar más allá de nuestras fronteras la alegría y la tristeza, un pensamiento o, por el contrario, procurar el olvido a quien escucha letra y música
Qué grata sorpresa es, estando en otro país, escuchar un tema panameño! Las circunstancias y el ambiente pueden ser muy distintos. Imagínese en Puerto Rico escuchar la voz de Rubén Blades cantar “Pedro Navaja”, o encontrarse en un café de Cartagena de Indias con un trío interpretando “Historia de un amor”… Los ejemplos son miles, la satisfacción es inmensa.
Es difícil que en una fiesta del patio no suene un tema como “La reina roja”, tradicionalmente conocido como “Pescao”, pero lo impresionante es que también podría sonar en cualquier fiesta de Latinoamérica, desde que Willie Colón grabó su versión a manera de samba. Como Colón, otros intérpretes de diversas partes del mundo han dado a conocer nuestra música fuera de las fronteras.
Y, ni hablar de nuestros cantantes y cantautores… Basilio Fergus, conocido como Basilio de Panamá, se dio a conocer en varios continentes por su agudo timbre de tenor y su reconocida elegancia.
Y no nos vayamos muy lejos: la carrera de Rubén Blades ha sido harto seguida por locales y extranjeros y, a través de su música, ha dado a conocer la vida de los barrios panameños con personajes y espacios que se repiten en muchos lugares de América Latina.
El compositor panameño Omar Alfanno ha puesto palabras en las voces de Gilberto Santa Rosa, Willie Colón, Jerry Rivera, Tony Vega, Marc Anthony y Víctor Manuelle, entre muchos otros. Desde hace algunos años decidió darle su propia voz a esos éxitos que llevó lejos.
Ricardo y Alberto Gaitán, también compatriotas, lograron abrirse paso en el competitivo mundo de la música
popular, escribiendo temas incluso para Gloria Estefan. Como intérpretes, han llevado su carisma a escenarios de todo el continente.
El jazz está lleno de ejemplos de panameños que han realizado grandes aportes: Louis Russell, Mauricio Smith, Víctor Paz y Danilo Pérez son algunos de ellos. Danilo Pérez ha llevado adelante grandiosas iniciativas como el Panama Jazz Festival que este año llegó a su décimo segunda edición.
Erika Ender, con una consolidada carrera como compositora, también se ha dado a conocer exitosamente como intérprete. Sus canciones, con su propia voz o con la de algún intérprete, han llegado a una infinidad de países.
Trascendencia
Con tantos temas en la radio, tantos compositores, tantas voces, tantos intérpretes, ¿cómo se logra trascender?
Para el cantautor Rubén Blades son distintos componentes los que entran en juego: “La letra que desarrolla el tema debe sostenerse en el tiempo, el argumento de la canción debe mantener su frescura, el arreglo musical debe complementar y avanzar lo que la letra describe o propone”.
La trascendencia se logra, según Danilo Pérez, “haciendo visible a través de una estructura musical, algo que no lo es, como un sentimiento o un paisaje y lo único que demuestra que eso se hizo bien, es con el tiempo”.
De acuerdo con Ricardo y Alberto Gaitán, otros elementos adicionales influyen en este resultado final: “Una buena canción trasciende si es bien interpretada. Muchas veces influye que el artista sea reconocido. Hay veces que la canción no es una joya, pero el intérprete la hace éxito, cosa que también sucede a la inversa”. Por ello, aseguran los hermanos que debe haber un balance, y muy importante, está el tema de la difusión: “Por más buena que sea la canción, si no es tocada en radio, no trasciende”.
Para Omar Alfanno, el asunto es mucho más personal: “Mis canciones salen del corazón, de una inspiración genuina que está bien ligada con sentimientos comunes”. Para el compositor, es la facilidad de poner palabras en manos de quien no las sabe decir y basar los temas en sentimientos y situaciones que van más allá del tiempo y las fronteras. “Canciones que he hecho hace mucho tiempo continúan en el gusto de la gente y creo que seguirán en el gusto de la gente porque ese sentimiento nunca va a dejar de ser el mismo. El amor o el dolor son iguales en todas partes del mundo y en todo momento”, expresa Alfanno. Y según él, hay que llevar al público a identificarse con el tema.

Erika Ender se identifica como panameña con su voz, sus letras, su ritmo y su vestuario. Sus temas han sido interpretados por Chayanne, Ednita Nazario, Gilberto Santa Rosa y Gloria Trevi, entre otros.
Lo de la nacionalidad es un accidente para Erika Ender: “La música es un lenguaje sencillo porque sale del corazón. Para mí, mientras salga de un corazón y toque otro corazón, no importa la nacionalidad que tengas. Así lo veo yo y lo vivo yo. Por eso es que se da el fenómeno que canciones en un idioma determinado, pueden hacerse famosas alrededor del mundo, porque toca otras culturas y otros corazones y siento que sin duda, la música es el idioma de las emociones”. Pero también hay una realidad que hace que esa trascendencia se dé de forma un poco obligada. “Lamentablemente, nuestro país todavía está en ese proceso de convertirse en una plataforma para los que nacemos con algún tipo de talento, sobre todo, en el lado popular (hacia el pop), o en el lado cultural, de pronto nos toca irnos donde se le dé una mejor remuneración y valor al arte y al talento, nos toca irnos de nuestra zona de confort, ir a tocar puertas y demostrar fuera de nuestras fronteras, que podemos tener tanto o más capacidad que los otros colegas que están en este mundo competitivo”, asegura Erika.
Raíces
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Rubén Blades, sin duda uno de los mayores orgullos y exponentes de la música panameña en el exterior.
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No se escribe o canta exclusivamente para panameños o para un grupo específico de personas, ni hay que identificar la música con una nacionalidad, al menos no intencionalmente, según Blades. “Eso se desprende de mi ser panameño. Todo lo que hago es una extensión del haberme criado y formado en Panamá. Cuando salí, casi a los 26 años, ya era un adulto”, recuerda.
El ser panameño ha sido plasmado en la música de Danilo Pérez buscando similitudes en las estructuras del jazz y la música tradicional, pero respetando sus raíces. “Me inspira Rubén Blades con temas como ‘Patria’, escribir un tema después de ver una pelea de Durán vs. Leonard”, asegura.
Para los Gaitán, la panameñidad se lleva puesta, “uno puede hacer algo especial por otras tierras, pero no exportar algo que uno no es. Nosotros somos panameños hasta la próxima vida”.
“Uno es lo que es. No tengo que acordarme de ser panameño, ni tengo que jactarme de serlo más que cualquiera. Mi código de acción, mi persona es Panamá, porque eso me formó”.
“Soy muy orgullosa de mis raíces. Yo empecé mi carrera cantando música típica y eso mucha gente no lo sabe”, admite Erika y agradece que sus padres con raíces muy diversas le ofrecieran una riqueza musical y cultural muy amplia, pero también le inculcaran un gran amor por su país. “Y, qué mejor manera de enseñarle al mundo quiénes somos que a través de mi propia música”, agrega.
Alfanno, aunque es de los que considera que no hay que andar todos los días con un t-shirt o una gorra que diga Panamá, siempre se ha preocupado porque su música tenga paternidad y nacionalidad. “Lo primero es la paternidad, las canciones, letra y música, siempre tienen que tener nombre y apellido. Son de Omar Alfanno, y de dónde es Omar Alfanno, de Panamá. Soy un cholito de Santiago de Veraguas, siempre voy a dejar el nombre de mi país en alto”, afirma.
Agrega Rubén Blades que él considera importante darle una identificación nacional a su música “y no por chauvinismo, ni falso patriotismo. Uno es lo que es. No tengo que acordarme de ser panameño, ni tengo que jactarme de serlo más que cualquiera. Mi código de acción, mi persona es Panamá, porque eso me formó”, dice. Temas como “Patria”, “Plaza Herrera”, “20 de diciembre”, “Nacer de ti”, “Noches de Calidonia” y “La rosa de los vientos” son ejemplos de algunos temas suyos directamente relacionados con Panamá.
Danilo Pérez ha dedicado piezas y hasta producciones enteras a Panamá. “Hemos mezclado el jazz con folclor panameño, con la décima, es una música que no es elitista como muchos creen”, dice Danilo. Entre las favoritas de su público está su versión de punto llamado “Elegant dance”, de la producción Motherland, y las producciones Panama Suite y Panama 500.
Ender dedicó un tema a Panamá, “El lugar que me vio nacer”, y el año pasado despertó polémica al interpretar el Himno Nacional en una versión muy propia. Dedicada al pop, no deja de incluir algunos detalles que permiten que su música sea identificada con Panamá: “Siempre me han acompañado muchos detalles: un dejo a la hora de cantar, el acordeón, cada vez que he podido, y también con elementos en mi vestuario. He lucido molas, collares ngäbe, chaquiras, lo congo, todo lo que tenga que ver con mi cultura lo aprecio”.
Ricardo y Alberto van un poco más allá. “En el 2006, hicimos un disco titulado Monte Adentro haciendo una fusión de ritmos panameños con el pop. En el 2011, hicimos el disco Caminos, en el cual seleccionamos algunos éxitos cantados por grandes cantantes panameños de música típica y de Basilio con temas como “Tú ni te imaginas”, “Adonay” y “Regresa pronto”, nos cuentan. En 2012, lanzaron la producción La Parranda con canciones autóctonas llevadas a ritmos que entiendan y bailen las nuevas generaciones. Pues para los Gaitán no es justo considerar solo a la música típica como panameña. “Mira a Rubén, por ejemplo. Él no necesitó hacer música típica para exportar nuestra música”, indican, pues para Blades es posible transmitir el orgullo panameño sin dedicarse a un género típico. Agregan que “es posible hacerlo porque no es el acompañamiento o el ritmo el que genera la emoción, es la letra. “Patria” no es una cumbia, pero le llega a la gente, por la sinceridad de la letra y la interpretación”.
Logros y significados
Erika Ender fue nombrada en 2014 una de las 25 mujeres más influyentes de Centroamérica. Celebra 15 años como compositora y su música es cantada por grandes exponentes de la música popular del continente.

Danilo Pérez se inspira con las acciones de panameños ejemplares.
Ha dedicado producciones a fusiones del jazz con la música autóctona.
“Desde pequeña lo vi y así me lo enseñaron en casa, uno nace con un talento y ese talento uno lo tiene que poner a favor de la comunidad, del mundo. Cuando tienes eso claro, sabes que tienes una misión. Mi misión de vida es a través de la música. Si esa misión se ha hecho con la responsabilidad y el amor que me permita hacer que ya la gente la vea con un ojo de respeto, lo que siento es agradecimiento y regocijo”, afirma.
Omar Alfanno, luego de una impecable carrera de 25 años como compositor en la que ha tenido éxitos inmensos con temas como “A puro dolor”, de Son by Four; “El gran varón”, para Willie Colón, y “Hips don’t lie”, una variación que hicieran Shakira y Wyclef Jean del original “Amores como el nuestro”, para Jerry Rivera, fue introducido en 2014 en el salón de la fama de compositores latinos. “Eso a mí me tiene muy pero muy feliz y no es vanidad, es orgullo panameño. Es como un regalo que uno nunca espera pero que sirve mucho de ejemplo para esos jóvenes que vienen”, asegura.

Trascender a través de composiciones y canciones es un importante legado que nos están dejando aquellos compatriotas que han puesto el nombre de nuestro país muy en alto.
Danilo Pérez celebró 12 años de Festival de Jazz en el que han participado grandes figuras del género a nivel internacional y jóvenes locales se han forjado una carrera. Su fundación ha ofrecido a lo largo de estos años becas de música, clínicas, talleres y cursos. Como artista, ha recorrido los escenarios más importantes de su género y ha recibido grandes distinciones. Danilo fue embajador de Unicef y, junto con Omar Alfanno, fueron designados por la Cancillería de la República como embajadores culturales de Panamá.
Rubén Blades recibió el año pasado un Premio Grammy por su más reciente producción, Tangos. Esta distinción se suma a una infinidad de premios y reconocimientos que ha recibido en su carrera artística. Canciones como “Plástico”, “El cantante”, “Ligia Elena”, “El padre Antonio” y “Amor y control” son parte del cancionero no solo panameño sino latinoamericano.
Ricardo y Alberto Gaitán han escrito grandes éxitos como “Muy dentro de mí”, para Marc Anthony; “Dame otro tequila”, para Paulina Rubio; “No llores”, para Gloria Estefan; “Sobe son”, para Miami Sound Machine, y “Lloré lloré”, para Víctor Manuelle. Como intérpretes, lograron primeros lugares de preferencia con “Mi amor no es un favor”, “Taca Taca”, “No juegues conmigo”, “Solo contigo” y “De qué me vale”. “Tratamos de hacer Patria todo el tiempo con nuestra música y nuestro comportamiento. Hacer cultura, principalmente, es tratar bien a tu familia y a tu gente, de allí parte todo. El resto es más fácil”, puntualizan.
Talento, trabajo, constancia, generosidad y carisma. Con todos estos atributos, ¿cómo no trascender?
‘Historia de un amor’ es el tema panameño que más ha trascendido en tiempo y espacio. El bolero fue escrito por carlos Eleta almarán, hermano de Fernando, cuya primera esposa falleció luego de una enfermedad. Don carlos se inspiró en la profunda tristeza que embargó a su hermano, pero nunca imaginó la repercusión que tendría la canción.
Su incursión en la composición musical se dio casi como un juego luego de que hiciera una apuesta con su entrañable amigo y conocido compositor, ‘chino’ hassán para ver quién escribía la mejor canción.
“Ya no estás más a mi lado corazón…”, estas líneas han sido cantadas en más de cien versiones, algunas en otros idiomas, incluso en chino. Las más conocidas, la del trío Los panchos, Julio Iglesias, Eydie gormé, Luis miguel, pérez prado, cesaria Évora y más recientemente, Il volo. también se han hecho versiones instrumentales que bordean el pop y el jazz.
Fotos:
© Francisco Málaga
Cortesía Blades Productions. Fotógrafo Gerardo Pesantez.
©Bill Bytsura / Panama Jazz Festival
© Lisa und Wilfried Bahnmüller / Westend61 / Corbis / Latinstock México