Exótica y diferente

Vickie de Dahlgren |

6 julio, 2015

Tiene un estilo limpio y muy atractivo, una composición que despierta curiosidad por lo original e inédito que encierra esta residencia veraniega.

Alila, maravillosa propiedad enclavada a orillas de uno de los varios lagos dentro del extenso desarrollo que hacen de Buenaventura un lugar paradisiaco, puede ser descrita como la perfecta fusión de exóticos estilos orientales donde reina la paz y el buen gusto.

Se trata de una propiedad realmente atractiva, cuyo diseño fue desarrollado por el arquitecto Alvaro Cambefort, de la reconocida firma Cambefort y Boza. Con una arquitectura extremadamente limpia y libre de excesos de ornamentación, el entorno se caracteriza por una distribución ordenada, así como por el uso de simples y sencillos materiales empleados en los revestimientos de las diferentes estancias.

En la pequeña rotonda de la entrada se distinguen tres antiguos monolitos de  teca petrificada, cuya esbeltez dan la sensación de ser férreos guardianes de la propiedad. Estas geométricas figuras nos dirigen hacia el portón  principal de la residencia, protegida por un muro de piedra coralina casi cubierto por palmas y helechos, cuyo verdor es salpicado por las flores de heliconias de chispeantes colores rojos y amarillos.

En el patio interior resalta un largo corredor que parece suspendido sobre el espejo de agua en el que descansa. La sencillez y simetría distinguen el entorno.

Dos portones traídos desde la India, que cuentan con una antigüedad de más de doscientos años, nos invitan a pasar y nos bridan un preámbulo de lo que esconde esta enigmática mansión.  Pasamos entonces al interior, encontrando un amplio patio interno de gran limpieza y simetría donde se destaca un largo corredor que da la sensación de estar suspendido sobre el espejo de agua en el que descansa. Tres brazos que salen del pasillo central intercalados armónicamente y colocados en forma de pasos sueltos, permitiendo así que el agua fluya entre ellos, nos guían a las habitaciones que están ubicadas en villas  independientes. Enmarca este  espejo de agua un nítido jardín que, junto con gráciles palmeras, visten este patio.

Al fondo del corredor se levanta el “main pavillion”, como lo califica el orgulloso propietario de esta residencia. Esta estructura de dos niveles es el núcleo central de la vivienda, el punto de reunión para las actividades familiares, ya que aquí encontramos las salas de esparcimiento y la cocina, lo que convierte a esta estancia en un punto obligado para la confluencia de todos por ser allí donde se realizan la mayor parte de las actividades recreativas.

El “main pavillion” es una estructura de dos niveles y el núcleo central de la residencia. Allí encontramos las salas de esparcimiento y la cocina.

Al entrar a este gran salón nos impactan la luminosidad y brillantez que se percibe gracias a los amplios ventanales que lo rodean, estructuras que van de piso a techo para permitir la entrada de la luz y poder permitir a los dueños y visitantes disfrutar del maravilloso jardín que parece querer introducirse para ofrecer mayor frescura y belleza natural.

Para completar el encanto de este recinto se dispuso el uso de tonos neutrales tanto en los pisos como en las paredes e, incluso, en los tapices del mobiliario con exitosos resultados. Los pisos fueron cubiertos con andesita, una hermosa piedra volcánica de origen turco en acabado flambeado cuya textura permite acentuar una variedad de tonos grises verdosos  muy neutros. Los muros fueron pintados en un cristalino color blanco, al igual que las mullidas poltronas tapizadas en una rica tela de grueso hilo creando el “seating” de esta pieza.

Termina de ambientar este salón un entretenido juego de comedor formado por una gruesa mesa de teca oriental, con sillas tapizadas en tonos verdes muy suaves que complementan los colores de los pisos. Una divertida banca rompe con la usanza tradicional.

Un entretenido comedor termina de ambientar el salón

Un entretenido comedor termina de ambientar el salón

El golpe de color se logró con un mueble chino, de fondo rojo, pintado a mano y  de gran valor por su antigüedad y exquisito trabajo de laqueado. Forma pareja de esta especial pieza un hermoso y moderno óleo del pintor Diego Linares, con variedad de tonos rojizos que dan profundidad a la obra. Ambos, mueble y cuadro, destacan sobre el fondo blanco del muro en el que están expuestos.

El gran salón tiene amplios ventanales que permiten la entrada de luz y del verdor natural que lo rodea. Llama la atención el uso de tonos neutrales y un mueble chino, de fondo rojo, sobre el cual descansa un moderno óleo que brinda gran personalidad al lugar.

La cocina es espaciosa y moderna. Los mosaiquillos de las paredes contrastan formidablemente con los muebles laqueados en blanco y el acero inoxidable de los equipos.

Una espléndida cocina, que sería del gusto de cualquier gran chef, forma parte importante de este gran recinto que es el corazón de la vivienda. La misma fue diseñada con el propósito de compartir con familiares y amigos mientras se preparan ricos platillos. Los pisos también fueron revestidos en antracita y las paredes cubiertas con un maravilloso mosaiquillo de travertino de diversos tonos que hacen un estupendo contraste con los muebles laqueados en blanco y el acero inoxidable del equipo de cocina.

El den es un área más relax y familiar que, al igual que el resto de la casa, ofrece una agradable neutralidad. Grandes sofás alrededor de una mesa de teca invitan al descanso, mientras que una mesa de billar al fondo ofrece gran diversión.

Una escalera de caracol nos dirige al segundo nivel donde descubrimos el den, un área más relax y familiar, según nos comenta el propietario. Al igual que en el primer nivel, los acabados de pisos y paredes mantienen una agradable neutralidad;  y el amoblado, formado por grandes y cómodos sofás, también ha sido tapizado en lino, color blanco, dispuesto alrededor de una enorme mesa de centro en madera de teca para descansar y poder disfrutar de un excelente libro.

La mesa de billar, colocada a un lado, distrae y permite pasar ratos simpáticos entre amigos. Salimos al agradable balcón que rodea este aposento, lo que permite disfrutar de una maravillosa vista del lago y de un enorme corotú que ofrece una deliciosa sombra.

De vuelta a la planta baja, salimos al área de la piscina. Nombrado el “pool pavillion”, esta es la zona para disfrutar de las áreas exteriores y del increíble jardín que nos rodea. La extensa piscina está bordeada por gráciles palmeras que nos dirigen a un pequeño gazebo que reposa al final del espejo de agua. Según el propietario de esta original residencia, este es el sitio ideal para deleitarse con las puestas de sol en los días de verano, donde el cielo ofrece un espectáculo mágico con variedad de tonos que van desde el celeste hasta un color casi violeta y que parecen duplicarse al reflejarse en el lago.

La extensa piscina, rodeada por palmeras, termina en un agradable gazebo que ofrece una maravillosa vista del lago y de todo el entorno natural, donde grandes árboles y un patio impecable son los principales protagonistas.

La arquitectura y decoración de esta espléndida residencia reflejan un sentido de la estética y el buen gusto que se destacan en cada  rincón. Las áreas sociales y   las habitaciones mantienen el mismo esquema de colores neutrales, ofreciéndoles un toque particular a cada una de ellas valiéndose de  piezas únicas, como esculturas en madera y piedra traídas especialmente desde Tailandia, India, Marruecos o Cambodia para la decoración de este proyecto,  realizado con la pasión y el savoir faire de un conocedor.

Vickie de Dahlgren es diseñadora de interiores.

Fotos: Tito Herrera

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