En nuestra primera edición del año, esa que salía del horno cuando todavía no habían dejado de soplar los vientos del verano, hemos querido resaltar la magia de nuestras tradiciones y lo bien que se siente descubrir la expresión de lo nuestro en todo su esplendor.

Toparnos con costumbres muy arraigadas en un orgulloso pueblo localizado en las montañas de Penonomé fue un motivo de gran satisfacción. No era fácil imaginar que los habitantes de San Miguel Centro todavía, luego de varios siglos, mantenían intacta una tradición en la que un baile típico y una vestimenta obtenida de la corteza del árbol del cucuá se entrelazan para unir a un pueblo. A medida que fuimos descubriendo el tema, salió a relucir la tenacidad de un maestro que luchó incansablemente para no dejar perder esta tradición, así como la invaluable labor llevada a cabo por un lugareño para rescatar el árbol del cucuá, que estuvo a punto de desaparecer. Tras conocer la trayectoria de éxito que ha tenido esta comunidad para sacar adelante esta tradición única y luego de corroborar la existencia de los vestidos en diversos museos alrededor del mundo, como panameños debemos sentirnos orgullosos y seguir apoyando la expresión cultural de nuestros compatriotas.

Un sentimiento similar nos embargó al conocer a Oswaldo DeLeón Kantule, Achu, y a Lucio López Cansuet, Kansuet, ambos originarios de Guna Yala y quienes han hecho del arte su vida, permitiéndonos descubrir la riqueza cultural que llevan en sus raíces a través de sus lienzos. Con estilos completamente distintos, estos artistas nos muestran la esencia de su tierra dibujada en un lenguaje que ha cautivado a muchos, tanto en Panamá como en el extranjero.

Pero en este número también quisimos mostrarles, queridos lectores, paisajes y vivencias singulares que despertaran su curiosidad y les abrieran nuevos horizontes. Realizamos, pues, un interesante recorrido por la Antártida, cuya magistral descripción nos transporta al fin del mundo y nos hace maravillarnos con la majestuosidad de la naturaleza en un lugar que parece celestial. También, en otro viaje singular, nos transportamos a Kenia para conocer un orfanato de elefantes en el que estas criaturas rehacen sus vidas luego de perder a sus progenitores.

Finalmente, la tecnología, el emprendimiento y diversos nuevos programas educativos que se ofrecen en nuestro país son presentados en esta publicación con la idea de brindarle la última información de lo que está sucediendo aquí y alrededor del mundo.

¡Disfrute de esta edición!